DANIELA.
Una semana había pasado desde que Alex había entrado ami habitación a amenazarme, ya no había dirigido la palabra con el y lo evitaba ya que sentía miedo a que cumpliera su amenaza.
La clase de ciencias sociales había terminado aburrida como siempre, me dirigía ala cafetería con mi amiga, las dos ya nos moríamos de hambre, entramos y las dos pedimos una hamburguesa, platicábamos sobre los maestros y las tareas que nos habían dejado.
-Oye tu, mas te vale que no hallas hecho nada malo con mi Alex- dijo la "amiguita" de Alex.
Ya había pasado una puta semana y esta tipa seguía molestando con lo mismo, desesperada decidí enfrentarla como debí haberlo hecho desde hace mucho, ella siempre buscaba la manera de hacerme enojar pero nunca lo lograba, pero hoy si lo hizo la estúpida.
-Ahora que quieres Lucia-pregunte desesperada, mientras me cruzaba de brazo y la miraba a los ojos.
-Solo venia a advertirte que el es mio, y que no te quiero cerca de el, porque sabes de lo que soy capaz Daniela- dijo Lucia ya colmando mi poca paciencia que tenia.
-Mira estúpida,nadie te esta quitando al idiota de Alex, así que ya mejor vete porque tu también sabes de lo que soy capaz si me haces enojar-espete mientras ella hacia su cara tonta de sorprendida.
Ya se había hecho una bola alrededor de nosotras, se dio la media vuelta alfin ya se iba, volteo con un vaso que no sabia lo que contenía, me sonrió hipocritamente y tiro el liquido que al parecer era soda porque estaba frió.
oh no!!!, la mire fulminándola con la mirada mientras ella soltaba una carcajada, yo no soy de andarme peleando, pero ella se lo ah buscado.
-TU TE LO HAZ BUSCADO!!-dije agarrándola de su cabello golpeando con mi puño en su hermoso rostro, ella solo gritaba desesperada pero la adrenalina que corría por mis venas no me dejaban soltarla, ni sentía lastima por ella.
Sentí unos brazos sujetando mi cintura, mientras no la soltaba del cabello, pataleando como niña pequeña para que me soltara.
-SUÉLTAME MALDITASEA!!!!-grite desesperada, pero no me soltaban.
-PRÓXIMA Y TE MATO PUTA!!-grite dirigiendo a ella que estaba en el piso llorando como niña, seguía rodeada por unos brazos, mientras me sacaban de la cafetería.
-YAYA, ya bájame, ya me tranquilize-dije volteando a ver quien era el que me había cargado trayéndome hasta el estacionamiento.
Era Alex que me miraba preocupado, mientras colocaba algunos de mis mechones de cabello detrás de mi oreja. Lo mire extrañada por su acto y el solo negó con la cabeza.
-¿Que fue lo que te dijo?- pregunto Alex mirándome fijamente esperando mi respuesta.
-Que tu eras de ella y que no me acercara a ti- respondí mirando hacia abajo en forma de culpa.
-Yo no soy de ella, se lo eh dicho varias veces pero veo que no entiende, lo siento Ela-dijo Alex mirándome con culpa,sus palabras si que me habían sorprendido...
