Que te leo el corazón...

Incoherencia latente

Se le ha muerto la esperanza, el corazón lo tiene roto, su vida es una tela transparente muy fina de papel a punto de romperse...
Solo quiere cerrar sus ojos y no volver a ver el sol; el peso de sus palabras no tienen sentido, pues siente que ha sido una persona defectuosa, mal hecha de fábrica.
En sus ojos abunda el desierto mas solitario del que nunca antes se había hablado jamás. La incoherencia se ha apoderado de su mente y maniobra jugando a las marionetas sin voluntad, vestidas de ropas negras y semblante envejecido.
Como listas para una ultima función y luego ser arrojadas a la basura.
En una fantasía llena de dolor se halla el errante caminante lejos de su hogar donde ni el sol lo visita, ni la luna lo protege. Es mas bien un manojo de estropajos sin color y manoseados por la maldad del mundo.
¿Y cuál es su destino?, es conseguir el descanso donde nadie lo puede molestar.
Donde la realidad lo logre convencer de que todo es mejor y las personas sean de carne y huesos, con rostros vivos y un corazón despierto. No quiere entrar en el abismo de la perdición, de ese que ni los dioses lo pueden sacar a fuerza de clamores. Sólo dejame decir que si me dejas caer, hazlo en una cama real, en un mundo real y sin ataduras que me impidan vivir en paz.