Un día miré a mi madre y aprecie su cuerpo,sus estrias, sus marcas, la celulitis, sus pechos envejecidos tras tener dos hijas, los kilos de más acumulados por los años y un centenar de cosas más. Me di cuenta del poder del cuerpo femenino, el que da la vida y a algunos se la quita, el que siempre da más y nunca está de menos, el que agranda y disminuye y el que amamanta. Quise que alguien, solo tal vez alguien me mirara como yo miré a mi madre, que apreciara cada marca de mi cuerpo, cada cambio,cada señal de maduración, cada historia que conlleva a cada estría y que entendieran que lo más valioso de una mujer no es solo una cara bonita si no cicatrices, todas y cada una de las marcas de una mujer.
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Volar
PoetryDejame abrir tus alas para que experimentes tu libertad por que ahí será cuando verdaderamente seas tú, el que aquel día fuiste, el que añoras y constantemente buscas en la soledad de tu alma.