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~Cansada de soñar siempre lo mismo.
Ese fue el primer pensamiento de Daniela al despertar aquella mañana nublada.
No había soñado absolutamente nada, o como la gente dice, soñó negro. La última vez que recordó haber soñado algo fue... fue... nunca ¿quizá?. Eso es un poco raro para los demás pero común para ella, aunque estaba cansada de no poder soñar.
Aquí es donde comienza todo. Daniela se despertó por los fuertes truenos que se escuchaban desde la ventana de su habitación.
Un poco molesta, tomó su celular, el que tuvo que silenciar la noche anterior por tantas notificaciones.
Lo tomó y abrió WhatsApp, 837 mensajes de 6 chats. Algo raro ya que no era de tener tanta cantidad de mensajes, no era tan sociable.
La habían agregado a un grupo de gente de todas partes de Argentina. Comenzó a leer mensajes pero los dió de inválidos. De a poco fue abriendo los demás chats, números desagendados que ella jamás había conocido. Pero, hubo un chat que le llamó la atención.
Este chat tenia asi mismo la foto de una chica un poco rubia de ojos entre celestes y verdes, era muy bonita y calculó tener la edad de ella o un poco mayor.
A las horas, antes de almorzar, decidió contestarle a la supuesta muchacha. Tuvieron una charla tranquila, se contaron sus vidas, anécdotas, sus personalidades, gustos, etc. Por más de que apenas se conocían, se arriesgaron sin saber quien estaba del otro lado.
Su madre la llamó a comer, eran las 12:00 pm. del día martes. Aquellas vacaciones de invierno se estaban volviendo un poco aburridas por lo que le propuso a Franccesca, su mamá, ir al cine junto a su hermano mayor Julián.
Optaron por ir y también se decidieron por ir a un restaurante cerca.
Daniela, después de almorzar, organizó la ropa que se iba a poner. Un buzo, jean rasgado y las populares "Supers Stars", y agregó un par de aretes de oro que le habían regalado para su cumpleaños.
Ya siendo las 17:00 pm. comenzó a prepararse para la salida. Notó que su madre tenia un aspecto algo raro, ella no siempre era así, solo cuando habían grandes noticias, tal vez ¿era una noticia nueva?.
Lo ignoro completamente y tomó su celular para hablar con aquella muchacha que había conocido por el grupo de WhatsApp.
Al cabo de 30 minutos, partieron a la ciudad para disfrutar de la salida con su familia.
Daniela se había sentido mal, habría comido algo que no estaba en buen estado. Antes de ir a cenar le comentó a su madre del dolor estomacal por lo que Franccesca decidió cancelar la cena e ir a casa pero, Daniela había mentido diciendole que ya había pasado ese molesto dolor. Algo le había llamado la atención en aquel lugar.
Había notado a un muchacho apuesto, de 15 años más o menos, castaño de ojos cafés. Parecía muy simpático, estaba con sus padres y su pequeña hermana.
Al finalizar la cena se fue a el patio del restaurante que daba a las calles de la ciudad, allí se encontraba el joven. Él, se acercó a donde Daniela estaba.
Algo nervioso, decidió hablarle a ella. Tuvieron una grata conversación de adolescentes. Intercambiaron números así se mantenían en contacto y quizá verse nuevamente.
Ya se hacían las 00:15, de aquel húmedo día. Daniela se escontraba rendida en su cama escuchando música y leyendo mensajes. Al rato le agarró sueño. Apagó su celular, se tapó, y se durmió, con nuevas esperanzas por aquel muchacho de aquel elegante lugar.
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Eres tú.
Novela JuvenilAventuras por vivir, vivir por aventuras. Jóvenes libres desinteresadas en opiniones ajenas. Propias, únicas, diferentes, riesgosas, sin más que decir. Amor, de eso viven.