Juntos para siempre

Capítulo unico

Mansión Uchiha

Eran aproximadamente las 12 del día cuando Sakura preparaba el almuerzo, a pesar de que Sarada no se encontraba en casa, hizo una cantidad de comida suficiente para dos personas. Tarareaba una canción, mientras cocinaba pero el sonido de la puerta principal llamo su atención.

-¿Sarada habrá olvidado algo? – pensó -.

-Estoy en casa – hablo una voz, profunda -.

Definitivamente no era Sarada

-¿Sasuke-kun? – pregunto la peli rosa, mientras salía de la cocina-

-Si, soy yo Sakura – le respondió, mientras se quitaba los zapatos, y visualizaba a su esposa acercársele por el pasillo.

-Anata, no te esperaba hoy – comento ayudándole a quitarse la capa y colgándola en el perchero.

- Quería sorprenderlas.

-Pues lo lograste – sonrió – Bienvenido a casa, Sasuke-kun.

-Hn – también sonrió, y abrazo a su mujer por la cintura con ambos brazos, uno insertado quirúrgicamente meses antes – Estoy en casa, Sakura.

Y la beso.

Comenzó como un beso suave y tierno, que cambio cuando el pelinegro acaricio los labios de la peli rosa con su lengua, primero el superior, luego el inferior. Adentro su lengua en la cavidad bucal cuando ella separo los labios. Recorrió todo dentro de ella, y comenzó una guerra de dominio contra la lengua de su mujer, en la cual obviamente Sasuke fue el ganador. Cuando el aire comenzaba a exigir protagonismo, se acariciaron superficialmente succionándose los labios, y entonces se separaron.

-Te extrañe – el solo le sonrió, dándole entender que el también las había extrañado.

-Bueno, anata. Debes estar hambriento – el asintió – Bien, vayamos a comer, acabo de terminar el almuerzo. – lo tomo de la mano y lo llevo a la cocina –

-¿Dónde esta Sarada? –pregunto ayudando a su esposa a llevar los alimentos a la mesa-

-Salió a una misión. De hecho ella y Konohamaru estuvieron aquí minutos antes de que llegaras.

-¿Konohamaru?

-Si, vino a pedir mi autorización, para una vez que terminaran la misión, el pudiera llevar a los chicos a un festival en el país del te.

-Ya veo. –suspiro y luego pareció recordar algo por lo que frunció el ceño - ¿así que el país del te, eh?

-Si, ¿pasa algo?

-No me gusta ese lugar, fue ahí donde ese tipo Idate Morino, te propuso que dejaras tu trabajo como ninja y te casaras con el.

-No pongas esa cara Sasuke, después de todo yo nunca habría aceptado. Yo siempre te he amado a ti y fue contigo con quien me case.

-Eres mía – le dijo mientras le acercaba la silla y la ayudaba a sentarse como todo buen caballero y esposo. Luego le beso la mejilla, haciéndola sonrojar – Solo mía.

Comieron sus alimentos en una cálida conversación. Cuando Sasuke le dijo que por fin había terminado su misión y que no saldría más de la aldea por un muy largo tiempo, a menos de que fuera estrictamente necesario, Sakura no pudo estar más feliz. Una vez que terminaron y lavaron juntos los trastos, el poseedor del sharingan no pudo resistirse y abrazo a su esposa por la cintura acercándola a su cuerpo y besándole el blanco cuello.

-Sasuke…kun – gimió ella, cuando el mordió una parte sensible de su cuello.

El continúo con su labor, succionando los puntos débiles, los cuales el sabia perfectamente cuales eran. Con sus manos, acaricio su estrecha cintura, su plano abdomen el cual dejaba a la vista su ombligo por la abertura de su blusa, ella acariciaba las manos de el con las suyas. Volteo un poco su rostro y beso a su esposo, las manos de Sasuke subieron hasta los pechos de ella, los cuales apretó por encima de la blusa, después coló una por la abertura de la misma y grande fue su sorpresa al descubrir que no llevaba sostén, lo estrujo suavemente, mientras su otra extremidad viajaba del abdomen a su intimidad, metiendo una mano dentro de las prendas, con sus dedos tanteo ese lugar, localizo su clítoris y empezó a rodearlo de forma circular con sus dedos índice y pulgar.