Con una mezcla de sorpresa y repulsión, Louis se dio cuenta de que lo que había encontrado era una trampa para aquellos que, como él, buscaban lo inusual. El joven exhibido era una víctima del comercio ilegal, una realidad que había sido ocultada tr...
Los días que pasó lejos de Harry fueron pocos, pero suficientes para que Louis se diera cuenta de cuánto lo podía llegar a extrañar. Tenerlo cerca se había convertido en una necesidad inquietante, un apego que lo arrastraba, paso a paso, hacia el borde de un abismo del que no estaba seguro de querer escapar.
Reclinándose en su asiento, cerró los ojos por un instante, intentando despejar su mente. Sin embargo, la imagen del joven esperándolo en casa volvía una y otra vez, provocándole una punzada de ansiedad disfrazada de anhelo.
A su lado, Alaric no tardó en notar la tensión en su rostro. Con una sonrisa maliciosa, decidió intervenir.
—Te noto un poquito inquieto —comentó en un tono que pretendía ser casual, pero lo suficientemente alto como para llamar su atención—. ¿Será por la persona que te espera en casa?
Louis abrió los ojos lentamente, lanzándole una mirada de advertencia.
—¿Estás buscando medir mi paciencia? —respondió con calma, pero su voz dejaba claro que no tenía intenciones de seguir con el juego—. Preferiría no hablar de eso.
Alaric alzó las manos en señal de rendición, aunque la diversión seguía brillando en su mirada. Optó por guardar silencio, y el ambiente volvió a llenarse solo con el murmullo del avión.
Una asiento al costado, Byron observaba la interacción con la misma discreción de siempre. Cuando el anuncio de aterrizaje resonó en la cabina, guardó su portátil y desvió la mirada hacia su amigo. Notó la rigidez en sus movimientos, el modo en que revisaba su teléfono con una frecuencia que delataba su impaciencia.
—Deberías considerar algo más fuerte para el estrés —sugirió, con un tono relajado, pero cargado de genuina preocupación—. No es bueno que te afecte tanto.
Louis dejó escapar una breve sonrisa amarga.
—¿No crees que ya es suficiente con las pastillas para dormir? —replicó, sin apartar la vista del móvil—. Han sido solo unos días, pero para mí se sintieron como una eternidad. ¿Es normal sentirse así?
Byron lo miró con empatía.
—Dado el vínculo que tienes con él, no debería sorprenderte —dijo con naturalidad—. Cuando alguien es importante para ti, estar lejos se vuelve insoportable.
Louis no respondió de inmediato. Sus dedos se crisparon levemente sobre la pantalla antes de deslizarla para leer un nuevo mensaje. Una sonrisa apareció en sus labios al ver que Harry había preparado una cena de bienvenida.