Zumo de naranja

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En días cálidos, un zumo fresquito de naranja es lo que más me apetece, con su dulce sabor y si toque amargo que se te queda al final.

Llegamos a la playa,
Fuimos a por algo de beber y lo que más nos apetecía era un buen zumo de naranja fresquito, siempre pega.

Hacía mucho sol, los niños corrían a la orilla para jugar todos juntos mientras nosotras esperábamos el atardecer para mostrarnos tal como somos.

Nos sentamos en una toalla, lo más alejado a la orilla que pudimos.
Entrelazamos nuestras manos de forma que nunca nadie nos las iba a separar, hasta que la gente se acercó poco a poco.

Éramos el centro de todas esas inocentes miradas,
¿Como no? ¡Si eres preciosa!
tu voz empezó a temblar al hablarme y tus manos empezaron a esconderse.

Te miré fijamente a los ojos,
Sorbí zumo,
La gente murmuraba y nos miraban extrañados.
Yo estaba relajada, no me importaba nadie salvo tú.

Dejaste caer tu vaso de zumo,
Quitaste tus manos de las mías,
Evitaste mi mirada,
Tus ojos se humedecían,
Te levantaste y me dejaste sola.
Te llevaste mi energía y me dejaste tu miedo.

Ahora estaba sola,
Con mis inseguridades,
Ya no te tenía a ti,
Ahora me quedaba el amargo regusto del zumo de naranja y la soledad.

A veces los finales pueden ser amargos,
Pero disfruta lo dulce que fue el camino.

|claredaws|

Cuidado, soy frágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora