Mortales insoportables [EDITANDO]

13. ¿¡Qué hizo qué?!

Caleo

Pov. Leo

-¿Bueno?-Digo contestando al teléfono que sonaba en la cocina el cual interrumpió la sesión de besos con mi bella esposa.
-¿Hablo con el señor Valdéz?- Dice una voz femenina.
-Así es- Digo lo más serio posible.
-Hablamos de la escuela de Javier, hubo un pequeño incidente con su hijo que requiere que vayan inmediatamente a la guardería.

-Pero ¿qué pasó?- Pregunto frunciendo el ceño.
-Les diremos cuando lleguen-Dicho esto colgó. ¿Qué?
-Caly, nos llaman de la guardería al parecer ocurrió algo con Javi.

-¿Qué paso?- Dice Calypso levantándose del sillón apresuradamente al oír el nombre de nuestro hijo.
-No lo sé, no me quisieron decir, pero dice que necesitamos ir- Digo cogiendo las llaves del coche.

Calypso y yo nos subimos al coche y manejé hasta la escuela donde estaba nuestro hijo, Javier.

Cuando llegamos estaciono el coche y nos bajamos. Dioses ¿en que se había metido Javi ? La secretaria nos llevó a la oficina del director. Al entrar vimos en la esquina a un niño cabizbajo sentado en una silla. Su cabello color almendra seguía despeinado igual que siempre.

-Buenos días Señor y señora Valdéz.
-Buenos días ¿qué pasó?- Pregunta con urgencia Calypso sentándose en una de las sillas enfrente del escritorio. Me senté al lado de ella.
-Pues era la hora de dormir, y Javier no quería dormir
-¿Es todo? ¿Nos llamaron por eso?- Digo confundido y a la vez molesto.

-Me gustaría decir que sí señor Valdéz pero hay más, hubo un pequeño incidente en el comedor: una niña andaba molestando a Javier y los niños estaban jugando cerca de la chimenea, las maestras ya les habían dicho que se alejaran de ahí pero los niños no hicieron caso y todavía no nos explicamos como sucedió esto: pero Rafa estalló en llamas, así como se escucha, se prendió fuego...la niña salió corriendo llorando, mientras el niño seguía en llamas, las maestras lo apagaron con el extinguidor y por suerte lo único afectado fue su ropa.

Calypso y yo nos miramos. Dioses Javi te dijimos que no podías encenderte así de la nada ¿y qué pasó con la niebla? ¿No se supone que debía de cubrirlo?

El director parecía muy confundido y no lo culpaba. Después de todo, ¿Cómo explica que un niño de 7 años se prenda fuego completamente y lo único ileso es la ropa?

-¿Cómo dejan que dos niños jueguen cerca del fuego? Esto es claramente una falta de irresponsabilidad- Dice Calypso levantándose de su silla como una excusa, no sabia como íbamos a salir de esto pero más le vale que su plan funcione.

-Yo que les confió a mi hijo y lo dejan jugar cerca del fuego, seguramente la ropa recibió todo el impacto del fuego por suerte, si piensan que volveremos están muy equivocados- Digo acercándome a Javi, el cual al verme me abraza.

salimos de ahí molestos y confundidos. Cuando nos subimos al carro y aseguramos a Javi en el asiento de atrás hubo un silencio.
-Leo ¿no se suponía que la niebla debía de cubrirlo?- Pregunta preocupada.
-Yo tampoco me lo explico- Digo sosteniendo el volante pensando.

-Mami, yo no quise usar mis poderes, fue un accidente- Dice Javi desde atrás.
-Lo sé mi amor, todavía no controlas bien tus poderes, pero se suponía que los mortales debieron de haber visto otra cosa.

Cuando llegamos a la casa le envié un mensaje de Iris a Percy explicándole lo que paso con Rafa, el me dijo que también la niebla les estaba fallando.
-Leo, literalmente saqué a contracorriente y una viejita se desmayo, se suponía que la niebla lo debía de cubrir con una regla o algo.
-¿Entonces ya no hay niebla?
-No lo sé, pero alerta a los demás, voy a preguntarle a mi padre que está pasando.

El mensaje de Iris se disolvió, le avisé a los demás que tuvieran cuidado. Después de unos minutos Percy me dijo que la diosa Hécate estaba en problemas, que por eso la niebla anda fallando poquito, pero Apolo ya la está atendiendo y muy pronto todo volverá a la normalidad.

-Bueno, al menos no es permanente. ¿ya les avisaste a los demas eso?
-Que Percy lo haga, estoy en mi día libre de trabajo Caly, déjame disfrutarlo-Digo acostándome en el sillón, mi tranquilidad no duró mucho cuando un pequeño duende travieso se sube encima de mí interrumpiendo mi tranquilidad. Pero no importaba.

Por mi familia haría lo que fuera.

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Me sentí mal por la viejita, se traumó la pobre pero bueno.

Hécate espero que hayas aprendido la lección de no jugar con las plantas del jardín de Demeter.