Caminó relajado por el largo pasillo que terminaba en una puerta roja con manija de bronce.
Debia reconocer que el hotel era lujoso.
Theo trabajaba ya hace 3 años en el rubro de la pornografía. No estaba demaciado contento, pero era lo que podía hacer debido a que no pudo finalizar sus estudios gracias a que su madre nunca estaba en casa o llegaba a altas horas de la noche y su padre si no estaba borracho estaba drogado.
Mucho menos pudo ir a una universidad.
Hace poco su agente, Derek, había tenido la grandisima idea de hacer un concurso en el que el ganador podría filmar un video con Theo y este podría subirse a la página o que el ganador simplemente lo conservara.
El tiempo había pasado, el concurso finalizado y detras de esa puerta se encontraba el chico con el que grabaría en unos minutos.
Al entrar se encontró con una habitacion con paredes claras tapizadas una alfombra que cubria todo el piso, una gran cama en el centro de la habitación y un ventanal enorme que daba a un balcon por el cual entraba la tenue luz de la luna.
Le parecio peculiar que no se encontrara ya el equipo de produccion y las camaras, quizas se habia equivocado de habitacion.
Estaba a punto de corroborar el mensaje que su agente le habia mandado con los datos respectivos cuando escucho un ruido en el baño y vio como la puerta se habria.
Un castaño con ojos marrones, nariz respingona y lleno de lunares salio y se paralizó al verlo.
-Hey-le dijo Theo.-Tranquilo no muerdo, a menos que quieras,-le guiño el ojo.
El castaño se sonrojó y le ofrecio la mano, encerio? estaban a punto de tener sexo y él se comportaba como un niño. Stiles se maldijo internamente.
Y porqué no tambien a su amiga Lydia y a Scott que lo habian convencido de hacerlo, total que podria perder, eso le dijieron.
Vaya amigos.
-Amm llamame Stiles.-El rubio asintió pensando en el peculiar apodo del castaño.
Asique no has visto a nadie por aqui? porque estamos a tiempo y aun no han colocado el equipo.-Hablaba el rubio con toda la naturalidad del mundo.
El castaño respondió.-He hablado hace unos minutos con Derek, y le comenté que esto de las camaras y la gente alrededor me ponía algo incomodo y dijo que colocarían unas camaras pequeñas por toda la habitacion.
El de ojos claros asintió y se acercó unos pasos hacia Stiles.
-Stiles.-El rubio saboreo el nombre en sus labios por primera vez que tuvo un efecto en el castaño.-Debemos ser sinceros con esto, debe haber confianza aunque que no nos conozcamos, si no esto no funcionara.
El castaño asintio.-Tienes que ser totalmente sincero conmigo y saber que no haré nada que te incomode, lastime o disguste.
Para esto necesito que me digas que es exactamente lo que quieres que pase.
Acortó la distancia entre ambos un poco más y continuó.-Necesito que me digas que es lo que deseas, que quieres que te haga,-otro paso.-Donde quieres que te toque.-otro paso y terminó con el espacio que había entre ambos.
Sus narices se rozaban y sus respiraciones se mezclaban.
El castaño estaba más que sonrojado y se mordía el labio evitando la mirada del rubio lo mas que podia a pesar de su cercanía.
Theo tomó del mentón de Stiles y lo subió hasta que sus ojos se encontraron.
El castaño tragó.
Oh.
Y Theo amó eso.
Se acercó rozando sus labios y el castaño no podía esperar.
-Dime Stiles, que es lo que deseas.-susurró.
-Quiero que me beses,-Habló el castaño y Theo unió sus labios fugazmente dejando al contrario con ganas de probar las labios del rubio.
-Solo eso?
-Quiero probar tus labios, quiero saborearte.
Theo lo besó.
Oh si que lo había besado.
Ambos labios se movían en sincronia, encajaban perfectamente, sus lenguas tocandose, peleando para que el ganador pudiera adentrarce en la cabidad del otro.
Y el castaño comprendió que debia decirle que es lo que quería.
Cuando por fin se separaron apenas para tomar aire Stiles habló.-Quieres saber lo que quiero?-lo miró a los ojos.
El rubio se lamió los labio y asintió.-Quiero que beses, que me pruebes,-jadeo por sus propias palabras.-Quiero que me toques, porfavor Theo tócame.
Se acercó al oido y le dijo.-Dónde? Dime donde quieres que te toque.
El castaño sabía que era demaciado el descaro, pero valdría la pena.
Tomó la mano de Theo y la llevo justo hasta sus pantalones.-Podrías empezar por ahí, sonrió el castaño.
