CAPITULO 2: BIENVENIDAS AL SEMBRADÍO

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Katy abrió los ojos en la mañana y se vio desnuda cubierta por la manta, al recordar lo que le había ocurrido la noche anterior se echó a llorar silenciosamente, pero cuando recordó a su mama el silencio se rompió despertando a las demás niñas.

Katy se cubrió y fue por su ropa que estaba tirada en el suelo, las demás niñas también se levantaron llorando y de igual manera se comenzaron a poner su ropa. Pero un sonido hizo que regresara el silencio. Era la puerta que se estaba abriendo, las niñas corrieron hasta el fondo de la habitación al ver que el que entraba era el sr. ramiro.

-veo que ya se vistieron, y también veo que me tienen miedo, tranquilas lo que les hice ayer no se los hare hoy o al menos no a todas... miren estas son las reglas si es que quieren seguir con vida, número uno, ustedes harán todo lo que yo les diga, eso incluye que cuando yo me las quiera coger no se deberán negar conmigo ni con nadie que las quiera coger o les meto una bala en la cabeza, número dos, deberán trabajar muy duro en el sembradío si es que no quieren que les meta otra bala en la cabeza, número tres, si alguna quiere o intenta escapar no la matare pero si la meteré en una jaula, la torturare y la cogeré una y otra vez hasta que me canse, lo demás lo irán aprendiendo a su tiempo... los niños también recibieron las mismas reglas pero con unos cambios, ahora vamos a desayunar, suban-

Ninguna niña se atrevía a emitir un sonido y no tuvieron más opción que obedecer, subieron las escaleras. Katy vio las jaulas de afuera de la habitación abiertas y vacías pero siguió caminando.

Cuando llegaron al comedor las niñas se fueron sentadas en las sillas que se veían viejas y maltratadas. El sr. ramiro se sentó y miro lenta y atentamente a las niñas. Todas las niñas se incomodaron pero se aliviaron un poco cuando entro una muchacha como de dieciséis años desde la cocina con una olla que después puso en la mesa.

La muchacha destapo la olla y dejo ver que lo que había dentro eran frijoles, los fue sirviendo en los platos.

-veo que te esforzaste mucho...- dijo el sr. ramiro

-si un poco- dijo la muchacha

-pruébalos- le dijo el sr. ramiro

La muchacha tomo una cuchara y se comió una gran cucharada de frijoles

-muy bien... ya vete- le dijo mientras que le daba una nalgada

La muchacha se fue dejando un aroma de miedo en el aire

-a comer- dijo el sr. ramiro

Las niñas y el sr. ramiro comenzaron a comer pero las niñas comían incómodamente, no solo porque los frijoles no estaban buenos, ni porque estaban secuestradas, ni porque la noche anterior habían sido violadas. La incomodidad se dio porque mientras comían el sr. ramiro les acariciaba las piernas y vaginas por encima de la ropa.

El sr. ramiro acabo de comer y espero a que las niñas terminaran. Cuando terminaron se puso de pie y grito...

-¡Ricardo!-

En poco tiempo entro un muchacho delgado, moreno y sin camisa con golpes en la cara y el pecho.

-lleva a estas niñas al sembradío-

El muchacho se da la media vuelta y se va, las niñas por instinto fueron tras de él y lo siguieron a través de la cabaña hasta un camino de tierra afuera de la cabaña, caminaron por un largo rato hasta que Katy y las demás niñas comenzaron a ver a hombres, mujeres, niños y niñas en los alrededores y también veían que la mayoría de todos los que estaban a su alrededor estaban fumando, tomando y tenían tatuajes.

-¿porque no nos dejan ir con nuestras mamis?- le pregunto al muchacho Carol, una de las cinco niñas

El muchacho se detuvo, volteo con Carol y se puso de cuclillas

-mira, en este mundo hay personas buenas y malas, pero no existe nadie como el sr. ramiro tan cruel y nadie puede luchar contra el-

-¿pero porque no?- pregunto Lizbeth otra de las niñas

-¿y tú eres bueno o malo?- pregunto Estefany otra de las niñas

-¿tú qué crees?- dijo el muchacho

-que eres bueno- dijo Estefany

-pues te equivocas- le dijo mientras le levantaba la falda y le bajaba la ropa interior.

Las otras niñas quisieron salir corriendo pero ya detrás de ellas había varios hombres formando un muro y no las dejaron ir. Les levantaron las faldas, les bajaron la ropa interior para finalmente Violarlas. Ellas gritaban pero los hombres les taparon las bocas.

En un breve momento una mujer entro y los interrumpió

-¡déjenlas solo son niñas!- grito la mujer

-tú no te metas, o quieres tomar su lugar- dijo uno de los hombres

-está bien pero a ellas déjenlas en paz- dijo la mujer

La mujer aparto a las niñas y después se quitó la blusa junto con el sostén dejando salir sus pechos. Los hombres se acercaron, le besaron y lamieron los pechos, le hicieron rusas pero no solo basto con eso porque al igual que las niñas Abusaron de ella .

Las niñas quedaron sorprendidas al ver que la mujer no se negaba y además que parecía que lo estaba disfrutando.

Después de un rato los hombres se fueron y la mujer se incorporo

-síganme pequeñas- dijo la mujer un poco agitada

Las niñas la siguieron hasta un cultivo de marihuana

-niñas bienvenidas al sembradío- le dijo la mujer a las niñas.

LA DIOSA DEL POZODonde viven las historias. Descúbrelo ahora