Capítulo 1

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El reloj digital junto a mi cama marcaba las 2 a.m., yo seguía sin conciliar el sueño y en unas cuantas horas tendría que levantrme para comenzar una nueva semana. Lo mejor era que tenia a mis tres mejores amigas: Abigail Smith, Maya Millers y Rachel Jackson. Las conozco desde pequeña y ahora somos inseparables.

Es Julio, por lo que faltaba poco para que las clases terminaran; hacía mucho calor y lo que más odiaba era el uniforme. Las reglas del colegio indicaban que todos debíamos usarlo, pero en verano era un martirio, la tela era un tanto gruesa, lo suficiente como para hacerte sentir que caminabas bajo el sol de un desierto.

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Escuché el sonido de mi despertador y sin muchas ganas me levanté de la cama para tomar mi ropa y adentrarme al baño. Tomé una ducha corta, me coloqué el uniforme, dejé que mi cabello rizado se secara al natural y coloqué sólo un poco de máscara en mis pestañas.

Bajé a la cocina y encontré a toda mi familia desayunando; mis padres, Lyla y Marcus O'Neil se encontraban en los extremos y mi hermano, Mason, frente a mí.

-¿Estás lista, cariño?- Preguntó mi madre a lo que solté un suspiro irritada.

-Supongo- Respondí introduciendo una cucharada de cereales a mi boca. 

Mi hermano me miraba divertido porque sabía que no había tenido una buena noche. Mason pertenecía al equipo de fútbol del colegio, por lo que era muy conocido en la escuela y todas las chicas peleaban por un poco de su atención; no las culpo, mi hermano es muy bien parecido, alto, piel bronceada, ojos color avellana, cabello castaño ondulado, cuerpo atlético y sonrisa de comercial.

-Astrid, ¿nos vamos?- Dijo Mason sacándome de mis pensamientos. Lo miré unos largos segundos y asentí lentamente.

El trayecto al colegio fue bastante divertido, Mason encendió la radio, subió el volumen y los dos comenzamos a cantar como si nuestra vida dependiera de ello. Mi hermano aparcó el auto donde de costumbre y ambos caminamos en silencio en silencio hacia la entrada.

-Te veo luego, As- Dijo y sin esperar respuesta de mi parte caminó en dirección a su casillero para tomar sus libros y dirigirse a su clase.

Saqué los casquillos de mi mochila, los coloqué en mis oídos y me adentré en los pasillos rumbo a mi clase de cálculo. Cuando llegué al salón, me senté junto a Abigail, la cual arqueó una ceja al ver la pereza con la que caminaba.

-Tuve una mala noche- Le dije mientras retiraba los casquillos de mis oídos y hacía un mohín en respuesta, a lo que ella no le quedó más que soltar una de sus típicas carcajadas escandalosas.

-¿Cómo sigues? Sabes que me preocupas- Dijo con mucha curiosidad. Sabía que su pregunta se refería a Mitchel, ya que habíamos terminado hacía un mes y los primeros días no fueron los mejores.

-Bien, me siento mucho mejor-Dije soltando un suspiro sin ganas.

-Astrid, sabes que detesto verte mal y estoy segura que ese tipo pronto pagará por todo el daño que te hizo-Me miró haciendo una mueca y posó su mano sobre la mía. Sólo asentí deseando que Mitchel se fuera al infierno.

-Buenos días clase- Dijo el profesor Demerutis mientras entraba al salón llamando mi atención. Podría decirse que cálculo era mi clase favorita, ya que las matemáticas se me daban muy bien.

El dolor que causó Mitchel era cada vez menos pero seguía presente, no sabía que mi vida daría un giro hasta que él apareció en la puerta ese día...

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Holaaaaaaa, tengo que decir que me siento muy nerviosa al empezar oficialmente una historia y compartirla, no soy experta en la escritura pero hago lo mejor que puedo.
Espero que les guste, igualmente estoy abierta a sugerencias u opiniones CONSTRUCTIVAS.
Sin más que decir me despido agradeciendo sus lecturas.

-Emil🌱💚

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2017 ⏰

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