Detective Consultor Mágico

¿Sr. Holmes?

El olor a Earl Grey inundaba el salón del 221B de Baker Street, la señora Hudson había salido a hacer la compra y John aún no había llegado. Una muchacha de enmarañado cabello castaño servía té en cuatro tazas de porcelana, para después dirigirse a la sala, dejando la bandeja en la mesa ratona que había entre ellos y su anfitrión.

La chica se sentó entre sus dos acompañantes, el trío se removió incómodo y después voltearon a ver al hombre frente a ellos, que los observaba desde un sillón individual con los codos sobre las rodillas y las yemas de sus dedos juntas frente a su rostro. Después de 3 minutos de intenso escrutinio, el muchacho de lentes y ojos verdes se atrevió a hablar.

—Entonces, Señor Holmes ¿Nos ayudará?
—¿Cuántos dijeron que son?– Preguntó el rizado con su habitual falta de expresión
—Seis– Respondió enseguida el pelirrojo, con cierto aire de desespero
—Siete– Susurró el mayor con la mirada clavada en la cicatriz del despeinado azabache, los más jóvenes se voltearon a ver confundidos pero no dijeron nada
—¿Será peligroso?– Sherlock entrecerró sus ojos y la comisura derecha de sus labios se curvo hacia arriba de manera imperceptible

El silencio inundó el departamento durante un minuto, por un momento se escucharon cinco respiraciones acompasadas en la sala.

—Tal vez un poco– Ron respondió con su voz dudosa. Mortífagos, Señores oscuros y peligro de muerte. Sí claro, 'un poco'
—Estamos dentro– El doctor Watson dejo caer su hechizo desilusionador, provocando que los tres magos más jóvenes desenvainaran sus varitas mientras el mago adulto sólo daba un salto en su asiento, más sorprendido por la decisión de su compañero que por el hecho de que halla aparecido ahí de la nada
—¿Quién es usted?– Hermione pregunto aún sin bajar la varita, el rubio cenizo alzó las manos a los lados de su cabeza en señal de paz
—Sanador John Watson– Estiró la mano y saludo a los chicos, notando como el pelirrojo le miraba con admiración acompañada por duda
—Efectivamente Weasley, el Ex-auror– Holmes respondió con una sonrisa ladeada al tiempo que se ponía de pie y salía corriendo a su cuarto– Empaca John ¡El juego a comenzado!

El otro mayor suspiro y tomó la taza de té que su amigo no había ni tocado, se sentó en el sillón recientemente abandonado y empezó a organizar el viaje con la muchacha castaña que parecía ser la responsable del grupo.
El viaje sería largo y prefería estar al tanto de las habilidades de sus acompañantes.

 •~•~• FIN •~•~•