IGNORANCIA & IDOLATRÍA

5 - El banquete

Las puertas se abrieron. Era un gran salón con una mesa bastante grande con un motón de sillas vacías. En la punta de esta, del otro lado, estaba él. Un hombre algo desaliñado pero con un aura de grandeza. Su corona algo caída de un lado con un gran abrigo de piel sobre sus hombros encima de una capa morada, el color distintivo de ellos. Parados al rededor del lugar habían un montón de oficiales, mucamas y otros hombres quienes eran conocidos por formar parte de los líderes, todos parecían estatuas paradas allí.

Siguieron siendo arrastrados hasta allí siendo separados de dos. Vanna apretó más la mano del chico al quedar sentada justo al lado de su majestad. Copper frente a ella e igual a su lado parecía más tranquilo, con un poco de diversión incluso. Por último, como siempre, los otros dos chicos solo tenían malas caras.

-¿Eres el hijo del miedoso de Jin, cierto? -Esta risa. Cómo si fuese la persona más simpática en el lugar, como si fuese un chiste insultar a un hombre frente a su hijo.

-Jin HanMing -Asintió.

-¿Ustedes? Vamos, que no conozco a todo mi pueblo.

-Lucas Farnow.

-Copper.

-Vanna Grovel.

-¿Solo Copper? Es tu nombre o tu padre te llama así por alguna historia de la infancia -No parecía ser una pregunta verdadera. No era casualidad, él sabia el surgimiento del apodo.- Debes tener apellido tambien.

-Copper me parece apropiado. Y ya todos me conocen de esa manera. Comenzar a usar mi nombre y apellido de nacimiento solo crearía confusión. Muchos ya saben quién es Copper, estoy seguro.

La habilidad de siempre verse amigable y calmado era de alabar. Con ese carisma infantil no podrías notar la manera del chico de colocarse siempre al frente.

El general, no muy contento con la sencillez del discurso del menor, gruño por lo bajo acomodando sus cubiertos.

-Se deben preguntar que hacen aquí -Hizo una seña en la que inmediatamente dos mucamas vinieron a llenar las copas-. Parecen ser bastante especiales, unos fuertes y jóvenes luchadores.

En la última década no era bueno ser fuerte ni mucho menos luchador.

-No tanto -Negó Cop intentando bromear-. Aquí el rey es usted ¿No? Nos vemos bastante simple a su lado. Si algo sabemos es porque hemos aprendido mucho de su discurso.

La primera sonrisa cruzo sus labios. Comenzó a comer como si el comentario fuese calmado su alma.

-Estoy consciente de la buena situación de mi reino, el hambre es escasa. Pero un banquete como este no lo deben tener todos los días. ¡Coman!

-De hecho no -Las palabras no habían podido retenerse en la boca de la chica. La ofensa por tal descaro hizo saltar un camuflado intento de contradicción.- Hace mucho que no hemos podido disfruta de algo cercano a un banquete. Pero ese no es el caso, sargento rey líder de guerreros y aldeanos -La dulzura al hablar no era la mitad de creíble que la de Copper, pero de todas maneras no era su intención no hacer notar un poco su disgusto.- El caso es... ¿como es que seriamos nosotros merecedores de este almuerzo con usted?

-Bien -Limpio su boca con un pañuelo y se enderezó-. Necesito un pequeño grupo de chicos para una misión. El señor Jin amablemente me ha hablado sobre su hijo prodigio de las dagas y quien es un buen estratega. Curioso que sea amigo del chico que hace un año acabó con la vida de uno de mis guardias en su presentación. ¿Cuánto fue? ¿Unos cuatro meses en un calabozo?