Toxic | Niall Horan

«I»

Entré al ocupado café buscando su cara entre la multitud. Sonreí al verlo concentrado en su café, se veía adorable con aquel gorro. Me acerqué tranquilamente y le dediqué una sonrisa cuando me vio, sentándome frente a él.

—Hola princesa—soltó devolviéndome la sonrisa—Espero que no te importe que haya ordenado por ti. Moccacino con extra crema y malvaviscos. También pedí un pastelito de manzana.

—Gracias mi amor— Con una mano llevé la taza a mi boca y con la otra extendí mi mano para ponerla sobre la suya. Miré sus ojos miel, denotaban preocupación— ¿Estás preocupado por el examen?

Asintió con la cabeza, dándole un apretón a mi mano al tiempo que soltaba un suspiro resignado. —Necesito una buena nota para pasar la materia, eso es todo. La teoría me ha estado pateando el culo.

—Prácticamente no te he visto en dos semanas porque has estado estudiando Noah. Es obvio que te va a ir bien. Deja de preocuparte tanto.

Me dio una pequeña sonrisa. Sabía que no había logrado que se preocupara ni un poco menos—Gracias linda. ¿Cómo han ido las cosas con tu familia?

Lancé un suspiro exasperado al escuchar de ese tema, era lo último que quería recordar en aquel momento. Solté la taza en la mesa y me llevé el pastelito a la boca—Estoy desesperada. Daría lo que sea porque me dieran un respiro.

—No termino de entender por qué no quieres ir a la boda... es tu hermana Julie.

Clavé mi molesta mirada en él, dejando el pastelito sin terminar en el plato. Sus ojos café me dijeron que sabía que había dicho todo lo contrario a lo que deseaba escuchar.

—Hemos discutido esto ya, Noah. No es cuestión de querer, simplemente estoy muy ocupada con la escuela y el trabajo con el profesor. No puedo irme ahora. Lo sabes.

—Tienes razón, Juls. Discúlpame preciosa—alcanzó mi mano que se había retirado de su agarre—Perdona, lo último que quiero es molestarte.

Respiré hondo, tranquilizándome—Bien, sí, perdonado. Cambiemos de tema por favor—Supliqué. ÉL asintió.

—Bien. ¿Recuerdas que dije que quería hablar contigo sobre algo?—inquirió. Afirmé con la cabeza invitándolo a seguir—Bueno... realmente he estado pensándolo mucho. Hemos estado junto por año y medio Julie— Llevó su mano derecha a la mano que antes se encontraba agarrando únicamente con su mano izquierda, cubriéndola ahora con las dos—Jamás me he sentido con nadie de la manera que me siento contigo. Creo que estamos listos para tomar el siguiente paso.

Me incorporé en la silla, de repente sintiéndome acalorada. Una cuestión un poco increíble considerando que estábamos a enero quince.

—¿Siguiente paso?—Casi murmure.

—Si. Aunque debo confesar que he estado listo para esto desde hace ya tiempo, pero no quería presionarte a nada para lo que no estuvieras lista—Clavó su mirada en la mía—Juls, creo que es tiempo de que nos mudemos juntos.

Mi corazón se paró por un momento en pánico, luego comenzó a latir rápidamente. De repente mi garganta se sentía seca. No sabía que decir si quiera.

— ¿Vivir juntos?—La interrogación sonó incrédula, asustada. Me aclaré la garganta intentando corregir el tono. –Quiero decir... ¿seguro que estamos listos para algo así?

— ¡Claro que sí!—afirmó entusiasmado—No hay duda en mi cuerpo de que tú eres la indicada Juls. Además, es increíble que sigas viviendo en las residencias de la universidad al tercer año de la carrera.