Prologo - Un dia que quisiera olvidar

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Debes de aprovechar el maximo de tu vida, por que nunca sabras cuando la perderas, solo ocurrira y tu desapareceras(Anonimo)

-Esa frase aun ronda en mi cabeza...
Me dije a mi mismo observando el cielo estrellado.
-Hermosa constelacion....
Escuche la voz de ella en mi mente recordando esas palabras que cada vez me atormentan por no haber hecho algo por ella, ella me lo comentaba cada vez que veiamos las estrellas juntos.
-Nunca me olvides...¿Me recordaras?...¿Por que me dejastes?...Nunca nos separemos...!TU ERES EL MEJOR!...
Esas frases solo me atormentan, me hacen perder en la locura, me hacen caer en mis pecados, me hacen sentir miserable.
-¡CALLATE!.
Grite con todas las fuerza como el aullido de un lobo
-CALLATE DE UNA VEZ, NO ME HAGAS RECORDAR MIS PECADOS, NO ME HAGAS RECORDAR MIS ERRORES, NO ME HAGAS RECORDARME A TI.
Grite eso mas fuerte como si hubiera sido el mismo grito del diablo siendo torturado.
Pero la voz seguia en el acoso de mi ser, de mis recuerdos, de mis emociones.
Pero lo unico que yo podia hacer era vivir con esas voces, eran lo unico que me quedaba de ella.
-¿POR QUE TE FUISTE?.
Grite con las lagrimas de mis ojos que se regaban en la tierra, recordando aquel dia en el que lo perdi todo, a todos, a todo ser que queria.
Ya no me quedaba nada, solo los recuerdos de ellos, aun veo sus cadaveres pudriéndose, ¿cuanto tiempo he pasado aqui?.
Desde que todos perecieron yo me he vuelto un demente y lo unico que me quedan solo son recuerdos de ellos.
¿Por que no solo mori con ellos?
¿Fui muy egoísta?, ¿acaso yo no merecia morir depues de todo lo que ise? ¿acaso esa personas debian morir a causa de mis manos?
-Piensas en voz alta Sebastian...
Recorde esa voz, esa voz la que un dia me traiciono, la cual que un dia le dije amigo, esa maldita voz que ocasiono la muerte de todos
-Tu maldito, que quieres ahora, ya me hicistes matar a todos, ya me quitastes lo mas presiado que tenia, ya me quitastes todo
Hable con la poca fuerza que tenia
-...
Se quedo callado sin decir ninguna palabra que describiese el placer de su orgullo
-Ya no tienes por que vivir, ¿por que aún sigues en pie?
Preguntó ese maldito
-Por que se lo prometi...
ya no tenia fuerzas, ya no podia moverme, ya no podia respirar, creo que ya es mi hora.

Perdido en recuerdos (incompleto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora