Capítulo 43

468 19 3
                                    

Ruggero Pasquarelli.

Esta situación era desesperante, me encontraba con un remolino de problemas en mi cabeza, lo único que quería era tener a mi hija de nuevo conmigo, quería que mi Karol, tuviera su hermosa sonrisa nuevamente en su rostro, porque para mí, Karol y Alessia eran mi mundo entero.

Una hora habia pasado desde que entable conversación con Candelaria, y simplemente no llegaba su mensaje de donde se encontraba localizada, intente miles de veces de volver a localizarla, pero nada, solo me enviaba a buzon, esto se estaba empezando a tornar en un infierno.

Tenía a Karol entre mis brazós, después de tanto llorar, al fín pudo consiliar el sueño, o al menos eso trataba de hacer.
Su expreción facial, era diferente, tenia el semblante triste, sus ojos levemente hinchados, y sus mejillas y sus labios, ya no tenían aquel color rojo que tanto me encantaba en ella.

Agustín se encontraba conmigo, después de hablar con la policía y decirnos que si después de 48 horas no había rastro alguno de mi hija, no podrían hacer nada, y tampoco me atreví a decir que Candelaria la tenía, mi hija corría peligro, y no estaría dispuesto a perder nuevamente a un hijo, eso jamas me lo perdonaría.

-¿¡Donde esta Alessia!?- se desperto Karol totalmente alterada.
-Aún la tiene Candelaria, amor- agache mi mirada, no podía verla de esta manera.
-La necesito Ruggero- y nuevamente sus preciosos ojos de color esmeralda, pero de un esmeralda totalmente apagado, soltaban lagrimas, no quisiera que volviera a llorar, nunca más, no lo merecé.
-Amor, te prometo que tendremos a nuestra hija con nosotros,y nadie nos va separar.- bese sus labios cortamente y ella enrredo sus brazos en mi cuello, la abracé con todas mis fuerzas, no quería separarme de ella nunca.

El sonido de mi celular nos hizo separar, rapidamente lo tome y vi que era un mensaje de un numero desconocido.

"Que creiste imbecil, ¿que te la iba a dejar muy fasil? Pues no, para saber donde tengo a tu hijita, primero tendras que darme una cantidad de dinero, tu hija no se alimenta sola, así que quiero que salgas ahora mismo de donde estas, y me lleves el dinero a el parque central, lo dejes en un bote azul, y te advierto, que si vas con alguien más, mato a tu hija y a la estupida de Karol.

Att: Cande"

Aprete el celular con todas mis fuerzas, Karol lo noto al instante.

-¿Quien era? ¿Era Candelaria? ¿Ya nos dara a nuestra hija?- pregunto tan rapido que no sabia cual de todas responder
-Si era Candelaria- suspire frustrado- pero aún no nos dara a Alessia hasta...
-¿Hasta que Ruggero? Respondeme- la mire directamente a sus ojos y me miraba con total preocupación.
-Ella quiere que le demos dinero.
-Pues vamos a darcelo, quiero a mi hija aquí conmigo ya.
-Eso haré amor, pero lo más seguro es que tu te quedes acá con los chicos.
-¿Que? Claro que no Ruggero, yo iré contigo, estamos en esto juntos.
-Lo se amor, estamos juntos en esto, pero ella quiere que vaya yo solo, sino le hara algo a nuestra hija, o a tí, y yo no soportaría perderlas a ninguna de las dos.
-Pero amor, yo no quiero dejarte solo.
-Nada malo me pasara ¿Okay? Ahora mismo iré a hacer lo que ella quiera, pronto estaremos los tres juntos de nuevo- bese su frente y ella me abrazó fuertemente- Te amo con todo mi corazón, tenlo presente siempre.
-Me dices eso como si fuera una despedida, prometeme que volveras- se aferro más a mi.
-Te lo prometo amor- acaricie su espalda de arriba hacia abajo- te amo Karol, aquí estaré de nuevo con Alessia- ella me miro con sus ojos humedecidos, y yo tome su delicado rostro entre mis manos y la acerqué a mi para besarla, como si nunca en la vida la hubiera besado.
-Prometo llegar con noticias, no te vayas de aquí.- bese por ultima vez sus labios y me aleje de ahí, lo que mas quería ahora era tener a mi hija entre mis brazos.

Salí apurado de la gran casa Zerene, entre mas pasaba el tiempo, más me aterraba todo lo que estabamos viviendo, ¿Era posible seguir viviendo así? ¿porque simplemente no podíamos vivir en paz los tres juntos?
De tanto pensar no me percate que ya iba en el auto y que casí me accidento, una tragedía mas no le caería nada bien a Karol, así que me consentre en mi camino e hice todo lo que Candelaria pidio.

¿Como es posible que una persona pueda cambiar tanto? Candelaria no es ni la mitad de la persona que era cuando la conocí, nunca hubiera deseado nada malo para su vida... Pero ella, simplemente se a encargado de arruinar la mía, y la de Karol, ella no tiene nada de culpa de lo que paso con nosotros.

El sonido de mi celular me puso en alerta y rapidamente conteste.

-¿Hola?
-Muy bien Rugge, muy bien, ahora que ya nos entregaste el dinero... Quiero que hagas una ultima cosa por mí, y esta vez si le entregare a la mocosa esta a la estupida de Karol, pero tu vienes conmigo, no se te olvide.
-No lo he olvidado Candelaria, ¿Que quieres ahora?.
-Quiero que vayas a nuestra antigüa casa, y recogas una caja, no la abras, solo recogela, cuando este en tus manos, te daré la direccion de donde tengo a tu hija, ya sabes, te quiero a tí solo.

Colgó rapidamente sin darme tiempo de decir nada.

(...)

Ya con la caja en mi auto, decidí ir donde Karol, necesito saber como está.

-¿Donde esta Karol?- le pregunté a Carolina que estaba afuera de su habitación, ella me miro y estaba quebrada en llanto.
-No... no esta Ruggero, se la llevaron.
-No es cierto eso Caro, dime que no es cierto ¿en que momento paso todo eso?.
-La casa de un momento a otro se empezó a llenar de humo, y no sabemos como, solo ella desapareció.
-Esto es obra de Candelaria- golpee fuerte la pared que estaba a mi lado, no tenía ni a Karol, ni a mi hija, esto se me estaba complicando más.
-La policía tiene que saber de esto Ruggero, la vida de Karol y Alessia corre peligro.
-Pero si la policía sabe de esto, Candelaria las mata, yo no las quiero perder- para este entonces yo ya me encontraba en un mar de lagrimas, las dos mujeres de mi vida corrian peligro.
-Claro que no Ruggero, algo haremós, ellas estaran de  vuelta con nosotros- Carolina me abrazó, y yo le correspondí el abrazó, me sentía impotente y destrozadó.

Estaremos juntos otra vez, te lo prometo amore...

Amor Prohibído/ RuggarolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora