Capitulo 11

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No recuerdo a mi padre, era muy pequeño cuando murió.

Mi madre siempre me había dicho que estaba enfermo, pero un día, me confeso la verdad.

Mi padre se había suicidado. Su empresa cayéndose a pedazos había sido suficiente para que jalara el gatillo y nos abandonara.

Ella era mi héroe. Cuando mi padre en su acto cobarde nos había dejado, ella contra la tormenta me protegió. Nos vinimos a aquí, alquilo un departamentito y a sudor me crio con amor.

A pesar de vivir en la pobreza nunca me falto nada, y siempre a pesar de que en la escuela lo pasaba mal, me esforzaba por sonreírle a mi madre cuando volvía a casa. Hoy día todavía lo hago pero esta vez, el dolor era tan grande que al llegar a casa, ni la más mínima sonrisa había logrado aparecer en mis labios, solo lágrimas.

Levi ya le había pertenecido a alguien...

Pov Levi

Estaba frustrado, no quería pensar pero tampoco podía dejar de hacerlo.

No puedo volver a querer, le había dicho al mocoso ¿pero era cierto? ¿En verdad no podía? ¿O era que no quería?

Había sufrido mucho cuando le arrebataron a petra, había estado 3 años hundido en un poso de dolor y ahora que había logrado salir, que tenía una vida dentro de todo normal; llegaba este mocoso a desordenarlo todo de nuevo, eso le irritaba.

Pero ya no quería volver a lo que era. Volver a acostarse con un sinfín de mujeres que no producían nada en él. Levi quería al maldito mocoso que le sacaba de quicio pero que le hacía sentir algo en su pecho, que si bien no sabía lo que era, era mucho mejor que el vacío.

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Pasaron las semanas y poco a poco todo se iba tranquilizando. Eren había aprobado historia y en su salida de festejo conoció una chica con la que tiempo después empezó a salir. Levi no había estado con nadie desde entonces y su frustración más los celos hacían que las ultimas clases de ese año fueran pesadas y tediosas.

Ya había aceptado que sentía algo por el mocoso aparte de deseo carnal y la tensión sexual que había entre ellos cada que quedaban solos era insoportable.

Eren lo deseaba, podía verlo en sus ojos, el brillo del deseo. Pero por más que Levi lo acosara después de clases, el mocoso siempre huía con una excusa nueva. Tengo novia, búscate a una pechugona, no seré infiel, no quiero solo tu cuerpo, mi novia me espera.

Cada que la palabra novia salía de la boca de Eren, Levi se sentí más irritado. Y ese día que lo había visto besándose con ella debajo de las escaleras, había sido la gota que rebalsaba el vaso.

Solo quedaba una semana para que terminaran las clases, y Levi no pensaba esperar más.

siento la tardanza, nos vemos

Ereri Colegial YAOIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora