capítulo 1

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 Capítulo 1

(Esto es un adelanto, los demás seguramente serán más largos.)

“Entonces Louis, ¿podrías decirme que pasó?”

Un escalofrío recorre todo su cuerpo al escuchar esa pregunta. Pero él mira por última vez a los ojos verdes que lo miran atentamente y cierra los suyos, concentrándose en respirar, luego asiente lentamente, preparado para hablar por primera vez sobre el accidente.

 

Seis meses antes

“¡Louis, eso es suficiente por hoy!” Tom grita detrás de las barreras de la pista de hielo.

 “¡Una vez más! Haré la parte fácil, lo prometo,” responde sin mirarlo, y vuelve a impulsarse a sí mismo sobre el hielo, lleno de marca de cuchillas. Tom resopla y niega con la cabeza mientras mira cómo Louis comienza de nuevo con la coreografía.

El salchow es uno de los saltos más fáciles, así que en el momento del despegue, Louis lanza la pierna libre hacia delante fácilmente y consigue un salto perfecto, de cuatro rotaciones en el aire y después un toe loop tras otro.

Louis se desliza más rápido sobre el hielo a medida que la música cambia, y sigue haciendo piruetas, unas más complejas que otras, pero todas siguen siendo perfectas.

 Y es imposible hacer entrar en razón a Louis cuando todo lo que escucha es la música.

Todo a su alrededor parece ir a cámara lenta cuando hace su último movimiento, un Axel doble. Louis deja de respirar en el momento en el que su cuerpo gira y la punta de los patines se desliza de nuevo sobre el suelo. Impecable.

 Y la música se detiene justo en el momento en el que Louis levanta la cabeza para mirar hacia arriba.

 

 Tom sonríe orgullosamente hacia él y asiente hacia las gradas, donde sus cosas siguen por ahí todas tiradas. “Fue increíble, ahora mueve tu culo y recoge tus cosas,” Louis ríe y asiente, patinando hacia la entrada de la pista.

 

Cuando Louis se quita los patines, nuevas heridas aparecen en sus pies, pero trata de ignorarlas y se pone los zapatos rápidamente, mientras recoge su bolsa con los patines en ella y se la echa al hombro.

 

 “No quiero que esto se repita,” advierte su entrenador. Louis asiente y camina hacia la salida del edificio.

 

 “Nos vemos el próximo sábado,” dice adiós con la mano y se dirige hacia el aparcamiento. Todo está oscuro y su coche es el único aparcado fuera.

 

 No es un buen momento para decir que Louis nunca superó su miedo a la oscuridad, ¿verdad?

 

 Louis sacude la cabeza e intenta ir lo más rápido que puede hacia su coche. Una vez la puerta está cerrada, él suelta un suspiro de alivio – él sigue siendo jodidamente infantil, ¿y qué?

 

 Louis conduce de camino a su apartamento y busca canciones alegres de los años ochenta en la radio durante todo el camino, pero la música para y una llamada entrante aparece en el monitor de su coche.

 

 “Mamá,” Louis sonríe por inercia, su madre suele hacer llamadas inesperadas a lo largo de la semana porque Louis es una de las personas más distraídas del mundo. Lleva tres años seguidos olvidando su propio cumpleaños.

 

 Su madre habla sobre su día, como de costumbre, y pregunta a Louis sobre el suyo, como de costumbre.

 

 “Todo va bien mamá,” dice Louis sin prestar mucha atención a la conversación, y cuando mira hacia la derecha, un camión que conduce a toda velocidad a dirección contraria aparece a pocos metros de su coche.

 

 “Oye, mamá. Mamá, espera, ¡mierda!” grita, y suelta el teléfono, agarra el volante con las dos manos, e intenta girar hacia un lado, retroceder o hacer algo, cualquier cosa, pero es demasiado tarde.

 

 El camión golpea la parte trasera del coche de Louis y su cabeza choca contra la ventana del copiloto, el sonido de ruedas chirriando sobre la carretera, y luego sólo un golpe sordo en su pecho.

 

Y todo se apaga, todo en silencio, a excepción de los sollozos de su madre al otro lado del teléfono. “¿Louis?” su madre grita entre sollozos.

 

 “¡Louis!”

 

Jumps and turnsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora