[ųŋî¢ø¹]

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Tal vez Kim Junmyeon no tenga todo el atractivo del mundo pero si tiene un gran intelecto, tal vez no pueda hablar con chicos lindos por su timidez pero una vez que lo conoces a fondo te encariñas con él.

Bueno, eso es lo que dice su madre.

Junmyeon es en términos sencillos un nerd.

Esforzándose siempre en sus calificaciones, el castaño nunca tiene tiempo para salir y encontrar una pareja aparte de su gran timidez desarrollada con el tiempo.

Pero ya tiene veinte años y no quiere seguir siendo el mismo adolescente que se pone nervioso cuando alguien se le acerca.

Pero ya no mas.

Se propuso encontrar una pareja, y cabe decir que el primer mes de salir con su mejor amigo Sehun a un bar de la zona no acabo bien. Volvió a casa solo y con un Sehun borracho y casi violado por las chicas y chicos que se aventaban al menor.

Y el segundo mes fue todavía peor, solamente que esta vez fue con su otro amigo Park Chanyeol.
Y esta vez acabaron apaleados por un grupo de chicas que el orejón había engañado para que les invitara tragos y para que al final les dijera que era gay.

Pero finalmente en el tercer mes fue solo.

Trató de hablar con uno que otro chico, sin embargo no lograba nada.

Se pregunto si realmente era su apariencia o su personalidad.

— ¿Estas bien, cariño? — le preguntó el barman con preocupación.

Alzando la vista de su bebida, Junmyeon se quedo boquiabierto observando la belleza que delante de él se mostraba.

— Hey... — el barman movió su mano delante de Junmyeon preocupándose más por este cuando ni siquiera parpadeo por el movimiento — ¡Hey! — alzó la voz.

Esta vez el castaño le prestó atención sin quitar la vista de el precioso Barman.

— D-Dime — Tartamudeo el castaño.

— Te pregunte si estabas bien, te vi un poco triste — habló el lindo barman de cabellos negros.

— Estoy bien, no te preocupes — dijo apresurado.

— ¡Que bien! Um... — le pasó un vaso de licor a Junmyeon — Toma para que te relajes — le sonrió al castaño.

Junmyeon quedo absorto por su angelical sonrisa con tiernos huequitos. Sin querer e hipnotizado por estos su dedo índice se poso en uno de los hoyuelos del chico.

Soltando una pequeña risa el barman tomó la mano del castaño y la apretó ligeramente.

— ¿Que haces? Deja mi hoyito — canturreo.

Junmyeon se sonrojo a más no poder por lo literal de la frase.

Se disculpó con el sujeto, sin embargo él barman no soltó su mano.

— Tranquilo — bajo la mano de Junmyeon y la dejo en la barra — Me llamó Yixing y ¿tu? —

— Bueno yo soy K-Kim Junmyeon — tomo un sorbo de su bebida — No te había visto por aqui ¿eres nuevo?—

— Que malo, yo si te había visto antes y no soy nuevo es solo que nunca te acercaste a la barra — hizo un ligero mohín.

El cliente solo atino a pensar lo bien que se veia.

Volviéndose a disculpar siguió hablando con el contrario hasta pasada la media noche. Y cuando termino el turno de Yixing, Junmyeon se ofreció a llevarlo a casa en su auto.

— Eres muy amable en llevarme Junmyeon, que lindo de tu parte — le dijo cuando ya estuvieron frente a la puerta del apartamento del chino.

— No hay de que — sonrió.

Un silencio se hizo presente durante unos segundos siendo cortado por el barman.

— Entonces... Um ¿vas a pasar o no? —

Tomado por sorpresa el coreano no contesto.

— ¿No tendremos sexo? — Yixing hizo un puchero — Pensé que tu y yo... — suspiro.

Yixing tenía tiempo viendo de lejos al dulce sujeto de cabello castaño y piel blanca como la nieve, siempre le gusto desde el momento que lo vio entrar al bar, pero nunca pudo acercarse por miedo a no gustarle y ahora que tiene la oportunidad, está se arruina.

— Esta bien lo arruiné, lo siento pero antes que nada dejame decirte que — inspiro hondo — ¡eres el hombre mas guapo que he visto en toda mi vida! — lo miro a los ojos — Y de verdad me gustas, esperaba que entraras a mi casa y me besaras y me tocaras y tal vez más pero tu no— fue interrumpido por un beso.

Junmyeon estaba besando a Yixing, fue un beso tierno sin prisa, acariciaba lo esponjosos labios de su acompañante.

Tomando confianza el castaño bajo sus manos a la cadera del pelinegro asi como Yixing tomó sus mejillas intensificando el beso y forzando su lengua que se encontraba fría estremeciéndose al mismo tiempo.

Cuando término y se tuvieron que separar por el aire se quedaron mirando y el chino le dio un pico en la nariz.

— ahora si ¿vas a entrar? — hablo ilusionado el chino.

Poniendo una gran sonrisa le respondío.

— Solo si me prometes algo — el pelinegro asintió — que tendrás una cita conmigo —

— Claro que si, tendría una cita contigo todos los dias del año — contó con los dedos — ¡son muchas citas! —

Despues de darse un ultimo beso Yixing abrió la puerta y ambos entraron.

Esta de mas decir que Junmyeon estabá sumamente feliz porque al fin tendría a su persona especial.









You [Sulay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora