🌸 Único.

714 126 5
                                    

Yoongi suspiró mirando su diario y tomó de su café.

Era una fastidio tener que leer cada desgracia en aquel periódico. Él estaba en total desacuerdo cuando culpaban a ciertos medios por sus problemas y caídas en su vida. Él tenía como lema "tu mismo caíste en esto, tu mismo te levantas y lo resuelves". No soportaba el hecho de que la gente diga "Es culpa de la sociendad, el sistema, la generación de hoy en día, entre otros disparates", ya que las desgracias siempre existieron; no es cosa nueva. Solo depende de nosotros ser prevenidos y conllevar las mismas.

Aunque, cabe aclarar que ya no se sentía sorprendido con titulares totalmente depresivos.

Él se preguntaba, ¿Cómo es que la gente sigue viva, después de tanta maldición? Pues, claro. La respuesta estaba en que "nunca es culpa de uno" como anteriormente se explicó.

Yoongi compraba los diarios sólo por las ofertas de trabajo que este traía consigo. Debía conseguir un empleo rápido. Pronto debería irse de la casa de su mejor amigo y tener su propio alquiler. No es que su amigo le haya echado, pero simplemente no quería quedar como una sanguijuela.

El chico de cabellos negros suspiró al ver que no había ninguna oferta convincente en aquel diario. Un día más sin hacer nada productivo.

Miró por la gran ventana y vio al castaño que ocupaba sus sueños.
Si, ese chico del piso A que le hacía feliz los días y que le hacía dudar de como el seguía sonriendo con tanta desgracia en aquel mundo ambicioso.

Él se llamaba Jimin.
Park Jimin.

El pequeño miró hacia arriba y saludó a su mayor con una sonrisa encantadora, que hizo estremecer en gran manera a Yoongi. Este le correspondió con un asentimiento y otra bella sonrisa.

Volvió a su asiento y miró su taza que anteriormente portaba café, vacía. Iba a servirse otro café, cuando sus pensamientos dieron vueltas y una lamparita invisible se formó encima de su cabeza.

Yoongi estaba enamorado de Jimin desde que se mudó con Namjoon, su mejor amigo. Eso quiere decir que oculta su amor hace cinco años. Sí, cinco años y unos dos meses. Jimin siempre fue amigable y muy cariñoso con él. Siempre iba a tomar algo con él o a ver alguna película o serie. También amaba quedarse a dormir abrazado junto a él, tapados con una gran frazada.

Es decir, era una relación algo demasiado cariñosa como para llamarla "amistad"; pero lo que tenían lo amaban y lo cuidaban. Ese era el problema que detenía a Yoongi en declararse; el cuidar su relación. ¿Y si arruinaba todo con declararse? Sería un problema.

Desde que había conocido a Jimin, todo su mundo había quedado patas para arriba, de buena manera, claro. Era extraño, pero lo único de novios que evitaban (no hacían) era besarse.

Volviendo a lo anterior, Yoongi había tenido una idea. Quizá no era del todo brillante, pero le ayudaría con su deseo, ese deseo que había guardado por años; ser novio de Park Jimin. Ser dueño de deslumbrante cuerpo, de tan perfecta sonrisa, de tan lindos ojos, de tan suave cabello; ser dueño de él.

El estaba enamorado y temía a que Jimin simplemente lo viera como un buen amigo, o quizá, como un buen vecino. A decir verdad, Yoongi le temía a muchas cosas respecto a Jimin; ¿Y si le decía que no y lo odiaba por el resto de su vida? ¿Y si decía que sí solo por compromiso? ¿Y si después de eso, él se mudaba a otro país? Bueno, sí, Yoongi exageraba un poco. Pero tenía miedo. ¡Sí que lo tenía!

Su idea, constaba en invitar a el pequeño castaño a tomar un café en aquella cafetería a la que fueron por primera vez con algunos amigos. Él recuerda con perfección que esa noche durmieron juntos, abrazados y también recordaba todo el bullyng que recibieron de parte de sus amigos. Fue extraño, porque ese día se conocieron más que nunca.

Café para conversar 🌸 ym {os}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora