Joe se encontraba en graves problemas, ya que la jauría Demonio los había encontrado donde estaban escondidos.
──Sí que tienen buen olfato──Asumió con terror.
──Con que aquí están, fue muy sencillo hallarlos──Dijo uno de los caninos.
Rápidamente los chicos salieron del hoyo en el que se encontraban y retrocedieron poco a poco para no ser atacados.
── ¿Qué carajos quieren de mí? ──pregunto gritando Joe
──Queremos que desaparezcan de aquí para siempre──contesto.
──Créeme que es lo que más quiero yo ahorita──menciono Joe.
Los perros comenzaron a rodearlos, pero antes de que lograrán algo, Lynx, Pharomachrus y el chico salieron huyendo lo más veloz posible.
── ¡Tengo mucho miedo! ──farfullo con inquietud.
Como era obvio, la jauría persiguió a los chicos provocando que estos se separaran, siguiendo dos a cada uno. El perro líder iba detrás de Joe.
Tras unos segundos, Lynx se enteró que
había perdido al chico y al ave, y que solo dos de los perros lo venían siguiendo, así que decidió atacarlos para deshacerse de ellos. ── ¡Joe! ──menciono al chico con temor.Lynx embistió a uno de los perros para que chocaran y se golpearan entre sí, seguido de esto les lanzo un aullido siniestro. A los perros le afecto solo un poco, pues rápidamente tomaron posición y amenazaron con su mirada al lince.
A lo lejos Joe se encontraba oculto detrás de uno de los muchos árboles que hay alrededor del bosque. El líder buscaba el rastro del chico y cada vez estaba más cerca.
La respiración de Joe era rápida y superficial, mientras que su corazón palpitaba a una velocidad acelerada.
── ¡Demonios! Ahora tengo que estar ante una situación como esta──pensó alterado── ¿Qué puedo hacer para salvarme? ¡Claro, el arma que me dio Lynx!
Joe tomo su arma y la coloco con sus manos en el pecho.
──Jugaremos en el bosque mientras el lobo no está, lobo lobito ¿Qué estás haciendo? Detrás de ti──Se lanzó sobre el chico para morderlo.
Joe logro esquivarlo pero cayó al suelo, y en un intento desesperado le aventó una piedra en el rostro para dañarlo.
── ¡No lograras hacerme nada! ──Se levantó y le apunto con el arma.
──Ja… crees que le tengo miedo a ese artefacto inútil, humano imperfecto──avanzo unos pasos para revelar su deseo por asesinarlo. El líder lanzo de su hocico una ráfaga de oscuridad dirigida hacia Joe, pero el poder fue absorbido por el arma y de esta manera la convirtió en energía la cual podría disparar.
──Ja… Ahora quien es el que tiene el poder──se burló del canino.
── ¡Tonto! ──dijo con mucho coraje el animal.
Joe disparo el arma pero fue tal el impacto que no logro acertar en su puntería.
── ¡Rayos! ¿Qué está pasando con esto? ──expreso confundido sin poder controlar el arma──no me queda de otra.
Pharomachrus volaba sin parar y llego cansado cerca de un risco, ya que tenía planeado algo para vencer a sus perseguidores.
──Es el momento──dijo el ave.
Pharomachrus movió bruscamente su cola y de esta salieron disparadas varias plumas cortantes que llevaban dirección hacia los perros.
── ¡Pajarraco! ──fueron atacados por el ave y fue tal su enojo que se le acercaron para intentarle agredir con uno de sus poderes.
Pharomachrus se hizo el herido y se dejó caer al piso en la punta del risco, haciendo que el par de canes se le arremetieran sin darse cuenta del peligro en el que estaban, ya que este se estaba cayendo. Luego, luego Pharomachrus voló de esta forma salvándose del ataque y la caída. Como era de esperarse los perros terminaron muy mal.
── ¡Adiós perritos! ──se despidió de ellos mientras caían camino hacia abajo.
Lynx miraba con cautela a los perros y pensaba como librarse de ellos. Pero fue muy tarde, ya que ellos se le abalanzaron encima y comenzaron a darle de a mordidas para desangrarlo. Sus quejidos de dolor eran absolutamente agónicos, trato de patearlos pero no le fue posible, lo único que logro tomar fue una esfera de color azul cielo que le brindo una capacidad impresionante.
── ¿Qué pasa? ──mirando el resplandor que emanaban las patas fronteras del lince.
Sin darse cuenta Lynx había tomado con sus garras una esfera nombrada “Snowball”, que le hacía adquirir poderes de hielo ya que sus patas estaban cubiertas de este mismo.
── ¡Wow, no puedo creerlo! ──quitándose de encima a los nefastos perros──ja… ahora tengo poderes congelantes.
Los dos perros se encontraban sorprendidos de la suerte de Lynx, pero esto no impidió que lo quisieran atacar de nuevo. El lince rápidamente se defendió y golpeo con sus puños helados al par de canes, seguido les congelo las colas para hacerlos sentir más pesados.
──Estalactita de hielo──creo y dirigió dos estalactitas de hielo hacia las criaturas para terminar con ellos definitivamente.
Los animales se desintegraron y desaparecieron sin dejar rastro alguno.
──Tengo que encontrar a Joe y salvarlo de esas bestias antes de que pase algo terrible──dijo sin pensarlo tanto.
A Joe no le quedaba de otra más que patear a los perros con un estilo karateka. Esto no los daño mucho y hartos del asunto lo comenzaron a perseguir para acabar con él. El chico trepo a un árbol pero no alcanzo la rama más cercana y empezó a resbalarse de este.
──Ahora si es tu fin──dijo convencido el animal.
Joe echo un grito a todo pulmón y disparo apuntando sin mirar hacia los perros.
El ataque fue limpio y perfecto, pues hirió a los dos caninos que se encontraban juntos. Bajo del árbol y los observó desvaneciéndose.
── ¡Hijo de perra, el jefe terminara contigo, estoy seguro! ──respingo el líder.
──Por lo pronto yo de ustedes si──menciono admirado por el acontecimiento.
Lynx y Pharomachrus aparecieron y descubrieron que Joe había logrado vencer a la jauría Demonio.
──Lo lograste guerrero──Lynx dirigió su mirada con orgullo hacia el chico.
──Felicidades Joe, y creo que a nosotros también, pues los derrotamos a todos──aludió el pájaro.
De pronto apareció el humano que perseguía esa vez a Pharomachrus entre risas.
──Muy bien hecho chicos, congratulations──dijo mientras aplaudía──no pregunten, me llamo Kevin Fire y seré su peor pesadilla.
──Tu mandaste a esa jauría a atacarnos, ¡Maldito! ──Lynx lo miro con odio.
──Es un placer ser a quien vosotros aborrezcan, ja…──continuo burlándose.
Kevin Fire llevaba consigo un arma de fuego de alto calibre con la cual apunto hacia los chicos.
──Lamentablemente el gusto me durara muy poco, ¡fucking bitch! ──Joe quedo impactado, pues Kevin Fire le era conocido ya que lo había visto en las noticias donde hablan de política.
──Claro, tu eres Kevin Fire, un líder político estadounidense──menciono con asombro Joe── ¿Pero qué haces aquí?
──Pienso exterminarlos amigo, y no es nada personal──respondió con crudeza──Hasta nunca.
Kevin apunto hacia Joe y disparo, afortunadamente los chicos corrieron, pero el roce en el brazo del chico fue inevitable y comenzó a desangrarse. El malvado Humano continúo disparando en dirección a ellos pero no logro su objetivo.
── ¡Ah, duele mucho! ──quejándose de semejante balazo.
──Debemos seguir huyendo de él, vamos Joe──continuaron corriendo mientras el chico se cubría la herida con la mano.
Pharomachrus decidió quedarse en la rama baja de un árbol para así distraerlo, y que Joe y Lynx lograran escapar lo más lejos posible.
Llegaron a la casa de Lynx y ahí se ocultaron durante un rato.
──Espero que no le pasa nada a Pharo──dijo con malestar y agotamiento el chico.
──Él sabe cuidarse, pronto llegara acá con nosotros──Lynx preparo un remedio para la herida de Joe y se la unto en la piel afectada para que le actuara de inmediato.
──Te lo agradezco Lynx──
──No hay de que, yo siempre buscare la forma de protegerte de quien sea──afirmo el lince.
Al rato llego Pharomachrus sano y salvo del enemigo, el dolor de Joe persistió cada vez menos y este se había quedado dormido para sentirse mejor de lo que había ocurrido.
──Descansa, lo necesitas ya que hoy hiciste un gran trabajo──menciono contento.
Joe regreso al mundo normal junto con su herida y el arma que le había dado Lynx.
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Strange World
FantasyDespertar en un mundo desconocido, donde todo es diferente y al cual tendrás que adaptarte para sobrevivir. Al menos esa es la situación de Joe Navarro, un chico introvertido al que el destino le tiene una jugada atípica que lo conducirá a una nueva...