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Thorne, ya había tomado el avión desde su país hacia Atlanta, estaba en una ciudad completamente desconocido para ella, no conocía a nadie y nada, sabia dominar su idioma, pero no tenia ni idea como relacionarse. Su estúpida idea alocada la llevo a todo esto, estaba sola, nadie a su lado, y se sentía asustada, pero tenia que cumplir su objetivo, solo para eso esta acá, para conocer a su amor mas grande, el gran Justin Bieber, ¿loco no?. Tenia la dirección anotada en un papelillo, la dirección de la mansión Bieber, la había conseguido por Internet, algo que le resulto fácil. Había visto fotos y ahora seria mas fácil localizarla, tenia entendido que se ubicaba en los barrios finos y elegantes, donde suelen vivir los famosos, y gente con plata. Pero tratar de llegar a su casa seria como caminar toda la muralla china.
-Disculpe señorita, ¿sabe donde puedo tomar un taxi?.- pregunto la muchacha.
- Claro, en la salida del aeropuerto por el primer piso, hacia la derecha se estacionan todos los taxis. Suerte.- La muchacha le dio las gracias y partió por la dirección indicada, encontró unos 6 taxis estacionados, esperando a pasajeros, al entrar a uno, el chófer le pregunto a donde se dirija.
La chica le entrego la dirección pero no el numero de casa, seria sospechoso, y era lo menos que quería, sospechar.
- Es algo lejos señorita, si quiere llegar ahí, le saldrá un poco caro el viaje.-
- Da lo mismo, lo pago igual, solo quiero que me lleve a ese lugar.- fue la ultima en hablar ya que el chófer no lo pensó mas y partió. __ observaba el paisaje, noto que en unos minutos habían llegado a la ciudad, era muy agradable pero nada comparado como a su país, aquí los edificios eran mil veces mas grandes, mas gente en las calles y millones de autos, había un taco enorme así que tuvo para rato.
al rededor de media hora de viaje, el señor la llevo a la calle indicada, dio las gracias y partió el auto como rayo. __ se dio cuenta que no había bajado la maleta que contenía toda su ropa.
-¡Señoor!, espere por favor, ¡mi maleta, se me a quedado arribaaaa!.- Gritaba __ mientras corría hacia el auto, pero el señor no se detuvo, que hombre mas deshonesto, y eso que le había pagado muy bien la chica, se insulto ella misma por ser tan despistada y no bajar su maleta, por suerte solo tenia ropa y algunas golosinas.
"Esto no puede ser peor, ahora estoy en un lugar desconocido y sin ropa". Pero resultaba que ___ es muy inteligente y pensó antes de viajar en llevar una mochila con ropa interior y pijama, y todo su dinero, su pasaje de vuelta y comida. Las precauciones nunca falta en ella.
Trato de olvidar aquello, por que si no terminaría odiosa y su plan se va a la mi*erda. Notaba que en el barrio donde estaba se hallaban mansiones y parcelas gigantescas, la gente de aquí deben tener bastante dinero, cuando encontró el numero de la casa, sus manos temblaban y sudaban, soñó con esto bastantes veces, soñaba que ella estaba parada al frente del gran portón negro, pero nunca se atrevía en tocar el timbre o solamente entrar sin permiso, su miedo la comía por dentro y terminaba despertando llorando y a veces enojada. Aun no estaba segura si era correcto estar ahí, ¿seria mejor quedarse o irse?, que perdería o que ganaría, nada en realidad, tenia en claro que al tocar el timbre no le abrirían la puerta y dirían que aquí no vive J. Bieber, pero si saltaría ese portón, la perseguirían los guardias y estaría en un gran lió en la comisaria y estaba completamente sola en este país.
Dudaba en que hacer, pero tenia que cumplir su palabra de conocerlo, los minutos pasaban y ya daban las 12:00, no lo dudo mas y decidió saltar el portón, no perdona nada, no podían mantenerla encerrada cuando no era de este pais.
Ella era experta en eso, cuando se burlaban de ella en el colegio, o cuando se sentía mal o se aburría, saltaba los portones de su colegio y se escapaba sin que nadie se diera cuenta.