Capítulo 9

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No es humano…

Empezaba a ser un hecho que no cambiaría al menos que hiciera algo al respecto, ¿pero qué? Limpiaba mi cuerpo con fuerza tratando de no lastimar mi herida, que al contacto con el agua ardía como el infierno. Llegué a la conclusión que no había pasado nada, que la bebida que SungJi me dio tenía algo raro, y que definitivamente habíamos tenido relaciones y que las imágenes que vi, no eran más que alucinaciones mías. Simples estupideces de un adolescente frustrado, pero ya estaba tranquilo, había tenido el mejor sexo de mi vida, así que nada iba a perturbar mi calma recientemente adquirida.

Apagué la ducha, me puse la bata y salí viendo el silencioso y oscuro pasillo, eran las cuatro y media de la mañana, las luces tenues de mi habitación estaban encendidas lo que me permitió ver una sombra arrastrarse por mi habitación, mis piernas se volvieron de gelatina. Refirmé mis pasos mientras buscaba algo que pudiese utilizar como arma y lo único que hallé fue una estatuilla de yeso la cual tomé dispuesto a golpear lo que fuere que hubiese en mi habitación y devolverlo al infierno.  Con pasos trémulos atravesé el marco de la puerta y con mi brazo levantado listo y dispuesto a atacar solté un chillido nervioso al ver a HeeChul que observaba confundido la venda con sangre que reposaba en mi cama.

ㅡ¡HeeChul joder!
ㅡ¿Qué haces aquí?
ㅡEs mi habitación ㅡlancé la estatuilla a mi cama escondiendo de paso las vendas.
ㅡSe supone que estabas en la fiesta y me enviarías un texto para que fuese por ti.
ㅡNo quería molestarte, mira nada más la hora, hay que dormir.
ㅡ¿Por qué te duchaste tan temprano?
ㅡVenía pegajoso.
ㅡ¿Tuviste sexo?
ㅡSí tuve sexo, ahora podrías por favor, salir y dejarme dormir.

Le señalé la puerta, el frunció el ceño seguro molesto, pero tomó mi brazo angustiado.

ㅡ¿Qué te pasó?, ¿cuándo?, ¿quién lo hizo?, ¿fue el imbécil de JayKim de nuevo?
ㅡ¡Nada! Fue hace un par de días y no, no fue JayKim. HeeChul, por favor, ¿puedes irte? O si piensas quedarte solo cállate, quiero dormir un poco.
ㅡPero RyeoWook, esa herida es horrenda y no, no pienso callarme hasta que me digas todo.
ㅡVale, el viernes me golpeé en la clase de física —Quizás en medio de mi maldita locura, eso era lo que había ocurrido, quería creerlo.
ㅡ¿Y el entrenador KangIn no se dio cuenta?
ㅡNo, no lo hizo, podrías… ㅡseñalé de nuevo la puerta, él me tomó de la muñeca.
ㅡ¿Tienes otros vendajes? Voy a curarte esa mierda.

Después de haber hecho lo que tenía que hacer se quedó a dormir conmigo, no me molestó, de verdad no quería pasar esa madrugada solo. Cerré los ojos, y la imagen de SungJi venía a mi mente, su rostro transformándose en el de esa cosa, podía ser atractivo,  condenadamente atractivo, pero su aura extraña era diabólica, y lo peor de todo es que sabía no era humano, me daba miedo, muchísimo.

El domingo fue un día tranquilo, sin novedad, había ido a devolver los libros a la biblioteca, que por cierto no me habían servido de nada. Solo el cantar de un búho se escuchó toda la noche en medio de la lluvia torrencial, apenas pude dormir bien. El lunes a las siete de la mañana, cuando apenas empezaba a aclararse el cielo en esta pequeña parte del mundo, yo ya estaba en el colegio, sentado en mi sitio viendo a la ventana, perdiéndome en mi recuerdos, en un Henry corriendo a mi lado para lograr alcanzar el autobús. En un Henry con las mejillas llenas de pizza mientras se ahogaba de la risa. Lo extrañaba, mi actitud respecto a él era demasiado estúpida. Solo es gay, no es como si me hubiese confesado estar enamorado de mí. No fue así. Me puse de pie levantando la mano para responder la pregunta que el Profesor Cho había hecho, todos empezaron a murmurar, no importa, de verdad no importa.

A la hora del descanso, me senté donde siempre, abrí el libro que había elegido para que fuese mi sexy compañía, cuando sentí que alguien se sentó frente a mí, levanté la vista y la vi. Tenía los ojos rojos, no como los de esa noche, sino por haber estado llorando, supongo, sus ojos seguían siendo de ese avellana atractivo.

No es humanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora