Arte de la portada: https://goo.gl/dtVNXj
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Chuuya desnudaba su alma.
Dazai jugaba videojuegos.
Copa de vino en la mano, cigarrillo en la boca...
El perro de pelea.
Y todo lo hacía por él.
Un mundo de paredes negras cubiertas de sangre...
Decían que el mundo fue creado para dos.
En el mundo de Chuuya, Dazai jugaba videojuegos...
Invencible...
Un azul inalcanzable.
Dazai se hundía en las sombras del azul de planes perfectos...
Se hundía en sombras de sombras de sus pensamientos.
Se hundía en la sombra azul de su rostro sin rastros de miedo.
Fundiéndose en el azul de sonrisas de un hombre que no tiene sueños.
Y Dazai jamás llamaba... O al menos no era a él a quién llamaba
Invencible...
Un azul teñido de negro.
Pero era el perro de pelea, Chuuya solo debía pelear sus guerras...
En un mundo creado para dos, él solo veía negro.
Y Dazai se cubría en sus propias sombras...
Sombras de vida sin sentido.
Sombras de añoranzas de muerte....
Y seguía hundiéndose en sombras de planes perfectos, brillantes y aburridos como un suspiro.
Ahogándose en deseos de un verdadero hundimiento.
Y Dazai se hundía en sombras de azul, mientras abandonaba a su perro.
Y Chuuya se ahogaba...
En un mundo creado para dos donde solo veía negro.
No importa donde vayas si bajo tus pies arde el infierno.
