Capítulo 2

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-Hola

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-Hola... cariño- escuché decir a mi madre

-Kya, no sabes lo mucho que me alegro de oír tu voz- decía mi padre secándose las lagrimas

-Charles... olvídalo-

-¿Cómo? ¿Que olvide que...?- preguntó extrañado mi padre

-Olvidame a mi- susurró mi madre- olvida todo y emprende tu camino, no soportaría saber que estas mal por mi culpa-

-¿Estás loca? ¿Como voy a olvidarte si eres la única razon por la que me levanto por las mañanas?- por sus mejillas empezaron a rodar las lágrimas, aunque intentaba contenerlas

-Charles, es mejor para ti, para mi, para todos. Entiendelo- mi madre replicó con una expresión neutra

-¡¿COMO VOY A OLVIDAR AL AMOR DE MI VIDA?! ¡NO DIGAS ESTUPIDECES! ¿Te quedan 24 jodidas horas de vida y me pides que te olvide? ¿Estas drogada?- mi padre se estreso y dió un golpe de puño contra la pared.

Las máquinas a las que estaba conectada mi madre empezaron a hacer un ruido que me atormentaba. Tenía miedo. Estaba jodidamente asustada y quería que todo esto solo fuera una pesadilla. Cuando de repente entraron como 5 enfermeras por la puerta se llevaron a mi madre y pidieron que nos fueramos a casa. Mi padre apretó los puños para contener la furia al igual que mi hermano.

Fuimos a despedirnos de mi madre por última vez. Yo tenía un nudo en todo el cuerpo, lloraba sin cesar y no podía mover ni un solo músculo. Mi padre la abrazó con todas sus fuerzas y le dijo al oído algo que no logré escuchar, pero la leve sonrisa de mi madre al escucharlo me hizo sonreír. Estaba derrotada, mi madre estaba a punto de morir y yo tenía una impotencia que no me cabía en el cuerpo, me sentía una completa inútil.

***

Llegamos a casa y en todo el trayecto nadie dijo nada, llorabamos desconsolados los tres sin decir ni una palabra. Fuí a mi habitación, cerré la cortina y no quería saber nada de nadie y me dormí.

En una semana empezaban las clases y yo no tenía ninguna gana de empezar de nuevo el instituto, y menos ahora sin mi madre... Estoy realmente hundida, nunca me había sentido tan miserable y tan sola.

Mi padre no pegó ojo en toda la noche. De vez en cuando sus sollozos entraban en mis oídos mientras recorrían todo mi cuerpo como una llama y ponían mis pelos en punta. No podía soportar esta culpa, de no haberle dado a mi madre lo que realmente merecía durante años.

Mi madre quería que los órganos que tuviera bien cuando muriera se donaran a la ciencia o para hacer algún transplante. Por desgracia solo le quedaba bien un riñón y poco más, ya que la enfermedad se había extendido por todo su cuerpo, así que cuando se lo extrajeron y cosieron las cicatrices decidimos enterrarla.

***

El velatorio era por la mañana, exactamente a las 9:30, en el cementerio que había tan solo a un par de kilómetros de mi casa, así que con levantarme a las 9:00 bastaría.

Me levanto, y me ducho dejando caer el pelo sobre mis hombros, recogiendo la parte de arriba de éste en un pequeño moño, bajo a desayunar y luego me lavo los dientes. Me visto con un vestido negro que tenia escondido por el armario (ya que nunca me pongo vestidos) y me puse un collar de perlas alrededor de mi cuello, aunque me desagrada mucho el roce con mi piel.

Mi hermano y mi padre ya estan listos, entramos al coche y vamos directos al velatorio.

Allí estaba toda la família, incluso gente que ni conocía. Todos nos dieron el pésame y mi padre dijo unas palabras, aguantando las ganas de llorar.

Al final mi peor pesadilla acabó y regresamos a casa. Me tumbé en el sofá y al ver que no había nada interesante fuí a mi habitación y miré unas fotos de mi madre y yo, las que me hicieron brotar las lágrimas de nuevo.

No quería hablar con nadie ni saber nada de nadie. Sólo queria hundirme en mi cama y llorar hasta deshidratarme. Mi madre no puede estar muerta, es lo único que se repetía en mi mente una y otra vez.

Fuí a consolar a mi padre un rato, ya que sabía que estaba el doble de triste que yo, pero pronto me tuve que ir de su habitación porque estaba realmente mal. Su cuarto olía a JB y eso significaba que estaba depresivo. Solo bebía cuando tenia bajones y este, este es el bajon más gordo que ha tenido en su vida, y que afecta a muchas personas.

Volví a mi habitación y escuché el móvil sonar. No lo cogí hasta que sonó 2 veces más y decidí descolgar al ver que era mi mejor amiga, Charlotte.

-¡Hola, Ashley!- dijo mi amiga a traves de la línea- ¿Te apetece salir a dar una vuelta?- preguntó alegre. Se notaba que no sabía lo de mi madre.

-Gracias Charlotte, pero necesito estar sola, espero que me entiendas- contesté yo, desanimada

-Claro, no pasa nada. Te quiero, ¡adios!- me removió el estómago con tan solo dos palabras

-Yo también- mordí mi labio inferior con fuerza para retener las lágrimas.

Colgué. En aquel instante, me juré a mi misma que no volvería a llorar jamás. No podía permitirmelo. Salí a la calle y grité con todas mis fuerzas.

-ERES PARTE DE MI. TE QUIERO MAMÁ, AUNQUE YA NO ME ESCUCHES. T-te quiero... te quiero como no querré a nadie nunca.- dejé caer mis rodillas al duro asfalto de la carretera y, por última vez, lloré.

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Kya en MULTIMEDIA😍

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO EL APOYO QUE ME ESTÁIS DANDO, enserio estoy flipando.
Llevo solo dos capitulos y ya hay 17 personas leyendo mi historia. MUEROOOOO😭😭

BUENO me calmo. Muchas gracias por leer, votar y comentar. Compartid para que más gente conozca la novela y...

Byeee!!😊

¿Y si te enamoras?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora