Llegamos a casa de Charlotte, tan solo tardamos cinco minutos en llegar y llame a la puerta.
-¡Ya voy!- se escuchó gritar desde dentro de su casa seguido de unos pasos que cada vez se acercaban más. Contra más cerca los escuchaba, más quería llorar. Pero no puedo.
-¡Hola amigaa!- me saludó ella con un gran abrazo
-¡Hola Charlotte!- le correspondí el abrazo- vengo para contarte una cosa que no te va a gustar- intenté decir mirándola a sus preciosos ojos verdes.
-Claro, dime- no se le quitaba la sonrisa de la cara
-Charlotte, yo... yo...- intentaba decirlo pero de la forma que me miraba se me encogía el corazón, el que ahora iba a mil millones por hora- me mudo- solté, y un poco más aliviada note como la sonrisa de ésta se esfumaba en menos de una milésima de segundo.- me quedan tres días, me mudo a California-
-No... no... no puedes irte...- estaba llorando, cosa que yo intentaba contener- eres mi mejor amiga Ashley Cooper, no puedes irte y dejarme sola... ¡NO JODER! ¡¿PORQUE!?- se puso furiosa pero a la vez las lágrimas no dejaban de correr por sus rojas mejillas
-Mi madre ha muerto- su cara cambió de nuevo a una más seria y con tono de culpa- mi padre necesita rehacer su vida y nosotros no nos podemos quedar solos-
-O-oh, lo siento, no tendría que haberme puesto así, lo siento tia- se fortaba la cara para secar las lágrimas que hacía segundos no paraban de salir de sus ojos
-Tranquila, ya no hay vuelta atrás- lo pienso dos veces y rectifico- Osea que no hay vuelta atrás para lo de mi madre, no de lo que has dicho- en su cara se formó una pequeña sonrisa y me abrazó muy fuerte. Reconozco que esta chica podria hacerme estallar la caja torácica con solo una palabra.
-¿Que tal si pasamos el resto de lo que me queda aquí juntas? Mi cama es de matrimonio asi que...- le propuse mirándola, yo ya sabía la respuesta
-No- dijo ella seria- no puedo- me quedé inmóvil, no tenía palabras ni razonamiento alguno para su respuesta
-¡Que es broma! ¿Como no voy a querer pasar tiempo con mi mejor amiga? No seas boba anda, jajaja- cuando se rió me tranquilizé y nos volvimos a abrazar
-Quedamos en la calle Caylo Street local número 3 a las 7:00 p.m.- dijo mi hermano que llevaba esperando un buen rato apoyado en su preciada moto- no te retrases.-
-¿Que tenéis que hacer allí? ¿Es un restaurante o algo?- preguntó Charlotte con el ceño fruncido
-Oh no querida, nos vamos a tatuar- mi hermano metiendo la pata, como siempre
-¡¿Como no me lo has dicho antes Ashley?!- gritó ella enfadada y a la vez entusiasmada, sabía que yo tenía pánico a las agujas desde pequeña, así que tatuarme era un reto por cumplir que no me planteaba hacer tan pronto, y encima con el tonto de mi hermano
ESTÁS LEYENDO
¿Y si te enamoras?
Teen FictionEstudiante del Instituto Caroline's, Ashley de 16 años es una recien llegada a California. Lo que no sabe es lo que le espera allí. Nuevos amigos, nuevos profesores y, sobre todo, nuevas sensaciones. Su vida cambiará de negro a rosa y una única pers...