Desperte en una habitación bastante oscura, pero gracias a la luz que me brindaba un pequeño ventanal conseguí diferenciar varias cosas. La puerta se encontraba al otro lado de la habitación, cerrada obviamente. Al lado de donde me encontraba había un pequeño escritorio de madera con varios libros sobre él, desde aquí solo podía distinguir orgullo y prejuicio.
Me dolía la cabeza como si la noche anterior hubiera estado bebiendo todo el alcohol existente en el mundo, aunque sabia que lo que se encontraba en mi sistema era alguna droga que los cabrones que me han secuestrado me habían hecho tragar.
La puerta fue abierta de golpe, haciéndome sobresaltar. Tras ella entraron cinco niños con sonrisas "perversas". Esta bien, no eran niños pero ¿cuantos años tenían? Quizás dos más que yo.
-¿Ya has despertado? - dijo el primero en acercarse. Era castaño con los ojos azules como el cielo, no muy alto a decir verdad.
¿Que no me ves con los ojos abiertos?
-Con la cantidad de benzos que le has dado ha despertado muy pronto ¿ no crees?- dijo otro de ellos. Este era rubio y con los ojos también azules. Si no me hubieran dado benzos y me tuviera aquí secuestrada diría que es adorablemente sexy.
El tercer chico era castaño, los ojos color avellana y de complexión bastante fuerte. El cuarto era el mas alto de todos, castaño con los ojos mieles. El último era castaño tambien, su cabello consistía en pequeños rulos y sus ojos eran dos brillantes esmeraldas. Jodidamente caliente.
Todo ellos llevaban ropa oscura, rode los ojos mentalmente. Otros novatos que se creían rebeldes por vestir de negro.
Mientra ellos discutían sobre mi despertar, fui desatando mis manos de la pequeña cuerda que las tenia amarradas.
-Oh, si...- gemi al sentir mis manos libres. Me masajee las muñecas suavemente.
-¿Qué cojo...como coño te has soltado?- exclamó el rubio.
Solté una risita divertida. Me incline hacia delante y fui desatando la cuerda que amarrada mis dos pies.
-Bueno, novatos...-comencé mientras le lanzaba las cuerdas al castaño sexy. - creo que antes de secuestrar a una persona deberíais averiguar si pertenece a alguna mafia.
Senti como se quedaban sin aliento. Solté una carcajada y me cruce de piernas.
-¿Como que mafia?- preguntó el ojiazul.
-Si, una mafia es--
-Sabemos lo que es una puta mafia, joder- dijo el rizado.
-Entonces no me pregunteis- solté. Me puse en pie - Mafia M.B.O, encantada.
Tras una sonrisa sarcástica intente salir de la habitación, pero como era obvio no me dejaron. El castaño de ojos avellana me agarro del brazo bruscamente.
-Tu de aquí no te mueves- exclamó señalando la habitación- Vamos a hablar con el jefe.
Deje que me guiara hasta la puerta y antes de cruzarla me detuve con todas mis fuerzas.
-¿Qué coño haces?- preguntó tirano de mi.
-Nop, tu dijiste que no me moviera de aquí y no me pienso mover -sonreí. Me solté de su agarre y me cruce de brazos.
-Zayn, cargala. No tenemos todo el dia- ordenó el ojiazul.
El de ojos dulces, ahora llamado zayn se me acerco e intento cargarme pero le di una patada en la espinilla y una pequeña bofetada en la mejilla. Vale, no tan pequeña.

ESTÁS LEYENDO
Mafia M.B.O
HumorProhibida cualquier copia y/o adaptación. Los errores serán corregidos más adelante.