Click your Heart | Jimin Harem

2. 문제

Cuando apenas Jimin entró al campo de béisbol con una carpeta rosa entre sus manos, vio a un pequeño grupo de chicas en las gradas con frases de amor en carteles de colores y muchos corazones en ellos, las notó por cómo ellas estaban gritando el nombre de Jeon Jungkook con entusiasmo.

Jimin desvió la mirada curioso y lo vio ahí en las esquinas del infield, Jeon Jungkook lanzando la pelota y fallando en el intento. 

Jungkook tomó un descanso, y Jimin vio cómo una chica se acercaba hasta el jugador y le ofrecía una botella de agua después de haber limpiado su rostro con una toalla, Jimin supuso que sería su novia.

—Qué bonita. —Susurró para sí mismo con una pequeña sonrisa.

La chica se movía con gracia y su precioso cabello bailaba con ella. Jimin pensó que hacían una bonita pareja.

Caminó sin darse cuenta hasta quedar muy cerca del recepcionista con el que practicaba Jungkook cuando retomaron la práctica.

Jungkook estuvo a punto de lanzar hasta que lo vio ahí parado, ¿Acaso ese chico quería que le hiciera un hoyo en la cara?

—¡Oye, tú! —Gritó a Jimin. —Sal de ahí.

El pelinegro no sabía que se estaba refiriendo a él, continuó mirándolo mientras jugaba con sus labios.

—¡Te digo que salgas! —Volvió a gritar, Jimin inocentemente volteó buscando a alguien sin saber que se estaba refiriendo a él.

—¡Oye, tú! ¡Sal! —El recepcionista se levantó de la zona de strike gritándole a Jimin, asustándole y haciendo que se aleje de ahí.

Jungkook suspiró y se rascó la cabeza, se sacó el guante y fue hasta el dugout, ignorando la cara de sorpresa del recepcionista y la presencia de Jimin ahí. Se sentó y respiró profundo.

Jimin lo miró entrar e hizo un puchero antes de acercarse e inclinarse sobre las barras.

—Escucha, ¿tienes un minuto? —Preguntó sonando dulce sin siquiera intentarlo.

—No, no tengo.

El pelinegro relamió sus labios y vio a Jungkook con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, esperaba lograrlo a diferencia de sus -aún no- compañeros.

—Estoy en tu clase, ¿te importaría... hacer una entrevista? —Preguntó con cuidado.

—¿En mi clase? —Jungkook abrió los ojos y lo miró. —Ah, eres el estudiante transferido.

Empezó a reincorporarse en su asiento y Jimin abrió su carpeta para leer las preguntas que tenía para la entrevista, estaba a punto de hablar cuando vio al castaño presionar su hombro, al parecer le dolía.

—¿Estás muy cansado?

—¿Esa es la primera pregunta? —Jungkook lo miró y sonrió con sorna. —Que pregunta creativa.

—Mejor no. —Concluyó Jimin arrepentido por molestar a Jungkook después de su práctica, se sintió culpable. —Me voy. Siento molestarte en tu descanso.

Jungkook miró sorprendido cómo el chico nuevo se iba con la cabeza gacha y abrazando su carpeta contra el pecho.

—¡Oye! —Lo llamó, haciendo que el pelinegro se detuviera y lo mirara expectante. —Ven aquí. —Jungkook se levantó y salió de la caseta sin dejar de mirarlo. —De repente, quiero hacer la entrevista.

El rostro de Jimin se iluminó y se abrió paso a una sonrisa amplia.

—¿De verdad? —Preguntó caminando hacia él de igual manera y volviendo a abrir su folder rosa.