extra연구 약속 k.m

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—Estoy completamente seguro de que eso no es así.

Jimin teme por un segundo cuando ve a Jungkook intentar prender el encendedor. Estaban haciendo una tarea juntos, una tarea simple e inofensiva: Hacer un mechero. Jimin pensó luego que no era buena idea, Jungkook casi nunca estaba en clase por sus entrenamientos; él no sabía... mucho, por no decir nada.

—Vamos, eres bueno para muchas cosas pero no creo que esto funcione para ti. —Por su seguridad, Jimin aleja la botella con líquido azul de Jungkook cuando el menor estaba apunto de encender la mecha. —No quiero que incendies mi casa. —Agrega sonriendo.

Jungkook lo mira con el ceño fruncido y luego al mechero, lo mira nuevamente haciendo un puchero para convencerlo pero se gana un golpecito en la frente.

—¡Atrás impulso de pirómano! —Exclama señalándolo con el dedo y dándole una mirada de advertencia, luego sonríe otra vez.

No quiere ver a Jungkook desanimado, si bien el pelinegro se desempeñaba mejor en la cancha de beisbol, en las clases era otra cosa... por ello se encargaba de él y hacían la tarea juntos y lo ayudaba con sus dudas, prácticamente era su tutor.

—Entonces oficialmente acepto la baja del curso. —Se rinde apoyándose en el respaldo de la silla con los brazos cruzados.

Jimin apoya el codo sobre la mesa y su mejilla sobre su mano, y lo mira tratando de no reír, Jungkook estaba dramatizando.

—Eres un berrinchudo. —Le dice. En el fondo detesta desanimar a su chico cuando está tan entusiasmado por una tarea, pero él no sabía mucho de cómo hacer el bendito mechero y en internet todo siempre parece ser tan fácil, ¡no iba a confiar más en aquellos tutoriales después de delinearse los ojos creyendo que era tan fácil como se explicaba! —¿Quieres un besito?

La pregunta hizo que los ojos de Jungkook brillaran y Jimin quiso reírse ahí mismo.

Pero no se espero que Jungkook lo tome de la cintura y lo acueste sobre la mesa después de tirar todo lo que se encontraba ahí, incluídos los cuadernos, libros, lápices y el mechero, que estalló en la alfombra por la fuerza con un sonido sordo.

—¿Qué te parece si te estudio a ti, mejor? —Preguntó con una sonrisa coqueta, con el cuerpo casi encima del de Jimin.

Jimin aguantó la respiración, tener a su novio así de cerca nunca fue bueno.
Su rostro se tiñó de un furioso rosa, incluso avergonzado no dejaba de ser adorable.

Jungkook estuvo a punto de celebrar su victoria, cuando el bonito rostro de Jimin se contrajo en una expresión de molestia.

¡Eso significaba peligro!

—Jeon Jungkook, te pido amablemente que quites tus manos de mi cuerpo. —Pidió suavemente y rogando que su novio no notara el nerviosismo en su voz. —¿Por qué te ríes?

Jungkook mordió su labio inferior y Jimin sintió su fin acercarse. El menor se inclinó para dejar un beso sonoro y prolongado en su mejilla, y volvió a mirarlo muy sonriente.

—Okey, okey. Prometo no tocar de más, pero respondiendo a tu pregunta sí, quiero un beso por favor.

Jimin no pudo evitar sonreír ante esas palabras, le parecieron de lo más tierno tratándose de su lindo conejito, así que tomó del rostro al menor para juntar sus labios, ojos cerrándose al más mínimo contacto, y no tardaron en saborearse con profundidad. Si algo amaba Jeon Jungkook eran los deliciosos besos de su dulce chico.

Pequeños chasquidos y suaves suspiros se escuchaban y nada más, hasta que la melódica risa de Jimin rompió el momento y Jungkook tuvo que separarse para mirarlo enarcando una ceja.

—¿Qué? —Pregunta sonriendo y busca los ojitos desaparecidos de Jimin. —¿Qué pasa? Jiminnie, ¿puedes verme?

Jimin niega divertido y Jungkook sonríe más, descendiendo para empezar un nuevo beso entre ambos.

Gracias al cielo Jungkook no había prendido el mechero, porque si Jimin no le hacía aquella innegable propuesta, el que iba a tener mala suerte esta vez sería otro.

Click your Heart | Jimin HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora