Fleto culiao.

Doce.

El Sebastián empujó al Alex, se estaban dando el MEDIO BESO CONCHETUMARE.

Salí de ahí corriendo y entré a la sala.

–¿Que weá? –el Pipe y el Negro me miraron raros –, La Ámbar te estaba buscando, ¿te mandaste una cagá? ¿le dijiste todo?

–¿Volvieron? –preguntó el Pipe.

–No, está con el Alex, comiéndose en el baño –tiré mi mochila y me puse los audífonos.

–¿Te sentí bien? –el Pipe se sentó al lado mío y me abrazó.

–Sí, de maravilla, mi mamá me echó de la casa por ser gay, estoy con una hueona amenazado, y el hueón que amo y que protejo me está cagando con otro.

**

A la salida del colegio me fuí caminando pal paradero, ahora me tenía que ir al departamento de mi apá po'.

–¿Podemos hablar? –una voz me interrumpió.

–Eh, ¿Alex? –me agarró la mano y me llevó a un rincón.

–Oye quería hablar contigo, sé que nos viste con el Seba en el baño, pero...–suspiró –, O sea, él me contó su historia, y lo mucho que te amaba...¿amaba? ¿Ya no lo hace? Pero...ahora yo quiero estar con él, y tú estás con la Ámbar po' –era un petiso culiao afeminado –A mí me gusta, y vamos a estar juntos.

–Dale, inténtalo po' –me reí.

–¿Inténtalo?–me miró confundido.

–Sí, PORQUE EL SEBASTIÁN ES MÍO, Y DE NINGÚN CULIAO MÁS CONCHATUMARE. Con cuea te va a pescar oh, si sigue enganchao conmigo po', ¿pa qué mentirte? No soñí weás –se rió.

–JJAJAJA ¡NO! Me dijo que te superó, quería intentar algo conmigo, así que, no son sueños, estamos juntos.

Jelou darness mai frieeeeeeeeen

Me fuí rodando los ojos.

**

Salí al mall con el Pipe ya que el Negro se iba a pelar con una pendex de 13, sí. Pedófilo culiao. Y el Pipe no tenía ninguna otra weá que hacer.

Pasamos por al frente de Ripley y vimos al Sebastián y al Alex comiendo helado cagados de la risa.

–Auch maricón –noté que le estaba apretando el hombro –Deja de mirarlos y sigue normal oh.

–Sí es verdad –escuché que gritaban mi nombre y me di vuelta.

–¡Hola Matías! –el Alex le tomó la mano al Seba.

–Nos pillaron po compadre –le pegué un codazo.

Los culiaos se venían acercando y el Pipe me dio vuelta y me dio un beso.

¡¿QUÉ CHUCHA!?

–¡Qué te pasa! –le susurré.

–Era para que no vinieran oh', es un piquito nomás, cuando cabro chicos nos bañábamos con el Negro juntos en una tina qué tanta weá –me agarró la mano y se despidió de los cabros.

Quedaron plop los culiaos. Vamo a sonreírles noma po.

**
–¡QUÉ! –la Ámbar me pegó una cachetada terrible brijido.

–¡YA NO ME GUSTA EL AWEONAO DEL SEBASTIÁN! –la empujé riéndome –¡Que le saquen la chucha! –grité.

–Bien. Esto no se va a quedar así Matías, porque yo SÉ CONCHETUMARE QUE ANDAI WEANDO, TE LO JURO POR LO MÁS SAGRAO MALDITO CONCHATUMARE te voy a hacer mierda –se secó las lágrimas y se fue.

Cagaste ph compadre, te salió mal la weaita.

–Eeeesaaaaaa campeón –el Negro me empujó –, escuché todo, y, me siento tan orgulloso culiao –se sacó una lagrima imaginaria y me abrazó.

–Yaya, da lo mismo la weá, ¿Y vo con la pendex? –se puso nerviso –No, mentira, ¡¿SE LA METISTE CULIAO!? –abrí las meas pepas.

–Caaaasi, o sea, la mina es demasiao pelá, y no sé, nos empezamos a tocar y la weá es que –me puse una mano en la frente.

–Te la chupó. –asintió.

–Y llegaron los papás, y tuve que salir por la ventana así como en las películas –me cagué de la risa.

–¡OH QUE ERÍ AWEONAO! –se puso rojo y me empujó.

–Y vo, te comiste con el Pipe, al fin te dijo, ya me estaba costando guardar el secreto culiao –suspiró aliviado.

–¿Qué secreto? –lo miré raro –, ¿Qué me tenía que contar el Pipe?