Take you

1. Esto no puede estar pasándome a mi.

Mi hermano y yo somos muy unidos, pero siento que a veces pierde la humildad y le hace falta aterrizar con los pies en la tierra. Desde hace 10 años, mi hermano soñaba con ser un jugador de futbol profesional, y vaya que, si miramos hacia el presente, ahora lo es, y nunca había estado tan orgullosa de alguien a mis cortos 19 años de vida.

Tenía tantas cosas que agradecerle a mi hermano, él había hecho muchas cosas para poder mejorar nuestra vida, y se podría decir que, gracias a él, nunca me faltó nada, pero si he de contar que también gracias a él, había tenido que renunciar a mis sueños... pero vaya, uno en la vida no puede tener todo, ¿o sí?

—Adivina quién estará cantando en la fiesta privada del club... —José me miró con una sonrisa juguetona, elevando sus cejas rápidamente.

—No lo sé, José... y tampoco me interesa mucho.

—¿Segura que no te interesa? —La verdad es que la curiosidad me consumía, pero no quería que el ganara esta vez, así que suspiraré y me dediqué a seguir guardando mi cámara y accesorios que llevaría esta noche en una mochila especial, la cual siempre utilizaba cuando hacía trabajos de fotografía. —Me besarás los pies por haberte conseguido un All Access a ti y a tu cámara. —Giré los ojos al escucharlo. A veces, José podía ser un presumido a morir.

—De acuerdo, ¿quién será el invitado especial para cantar esta noche? —Pregunté resignada, pero a la vez, con curiosidad.

—Tu princesa, ¡Justina Bieber! —José realmente podía verse estúpido algunas veces también.

—¿Sabías que eres pésimo imitando voces de niñitas con hormonas alteradas? Lamentó informarte hermanito que nunca podrás ser actor —conteste molestándolo un poco para después reír. —Eres tan inmaduro... —Susurré haciendo algunas muecas negando con la cabeza.

—¿Inmaduro yo? Lo dice la que aún duerme con su oso de peluche.

—En mi defensa, el oso Tony es tan calientito y cómodo que me hace dormir como bebé, así que cállate. —Conteste frunciendo el ceño y finalmente pude concluir con el guardado del equipo que usaría esta noche. —Y si, bueno, te agradezco que me hayas conseguido un All Access pero quiero que sepas que dentro de la fiesta no te atrevas a buscarme para molestarme o te juro que photoshopearé tu cara y la llenare de espinillas.

—Uy, ¿de cuando acá te volviste tan mandona? —José me miró con ojos sorprendidos y llevo cinco galletas de una a su boca, bufé al verlo.

—Solo, no molestes... y ya deberías irte o no llegarás a tiempo. Yo iré a la hora marcada en el oficio que nos hicieron llegar hoy en la mañana. —José trago finalmente las galletas y asintiendo dirigiéndose hasta la puerta del pequeño departamento.

—De acuerdo, te veo allá, hermanita. Sabes que te quiero aunque en público demuestre lo contrario. —José me sonrió brevemente para después cerrar la puerta detrás suyo.

Y no era mentira, José realmente me quería, o al menos eso quiero creer. Cuando mamá murió, papá volvió a casarse y adoptó prácticamente a sus hijastros olvidándonos por completo, poniendo de pretexto que nosotros ya estábamos grandes y podíamos salir adelante por nosotros mismos, lo cual no era así. Yo tan solo tenía doce años y mi hermano dieciséis. Apenas éramos unos adolescentes. José desde entonces ha trabajado duro para llegar hasta donde estamos, y en serio se me sentía feliz por él. Me gusta que me da mi privacidad, de hecho, vivo sola en este pequeño departamento desde que cumplí los dieciocho y, no mentiré si les digo que extraño vivir en el penthouse con el pero, creo que el ya necesitaba un poco de privacidad también.

A pesar del dinero con el que contamos, José es de la idea de que debo de trabajar por lo que quiero, así que solo me daba quinientos dólares a la semana para poder solventar los gastos, así que tenía que ganar dinero extra trabajando. Gracias al cielo me quedaba tiempo de estudiar un poco.

—¿Nombre? —Preguntó el guardia de seguridad sacando la lista de invitados y personas autorizadas para ingresar a la fiesta.

—Maia Keldysh —Contesté segura con una sonrisa y enseñe mi gafete de All Access.

—Lo siento, pero no estás en la lista. —Mi sonrisa automáticamente se borro. Estaba confundida. Volví a enseñarle mi gafete sin siquiera poder decir algo. —Que tengas el gafete no significa que puedas entrar... pudiste haberlo comprado por Amazon o eBay....

—¿Está hablando en serio? Por favor, revise la lista una vez más, seguro ahí estoy y no ha visto nada... —Supliqué haciendo un intento más. —Además tengo el gafete de All Access, está verificado por el club deportivo. Le juro que es original.

—Lo siento señorita, pero no se encuentra en la lista. Le repito que el que tenga el gafete no le da autorización de entrar. —El guardia de seguridad cruzo sus brazos y comenzó a ignorarme a los segundos después. No podía creerlo, José había olvidado ponerme en la lista, o al menos recordarle a su representante que lo hiciera. No me quedo de otra más que esperar justo ahí, no estaría dispuesta a moverme así me lo pidieran, yo no me movería del lugar, esperaría un milagro del cielo, a lo mejor y en ese momento llegaría alguien del equipo que me reconociera como la hermana del jugador estrella del Barcelona y así, se pudiera arreglar este malentendido.

—Señorita, necesitamos se abandone el area. Está por llegar nuestro invitado especial y sus representantes la han dando indicaciones estrictas de que ninguna persona ajena al club esté para cuando eso suceda.

—No señor, usted no entiende, soy la fotógrafa contratada para capturar en imágenes momentos especiales en la fiesta.

—No puede ser, no está permitido tomar fotografías durante el evento, ni tampoco dentro del salón fiesta, es un evento privado... así que por favor, señorita, regrese a su área de paparazzis que es allá afuera.

—No, señor, esto es un malentendido... soy fotógrafa, no paparazzi.

—No entiendo cuál es la diferencia. —Me dijo serio y sacándome mientras me arrastraba del lugar sin poder hacer nada más.

Estaba a punto de llorar. Está era una oportunidad única para mi, y había sido arruina por el cerebro de tamaño de un maní de mi hermano.

Hola, pequeños lectores. Primero que nada, quisiera agradecerse por tomarse el tiempo de leerme y darle una oportunidad a mi historia. La verdad es que tengo muchas ideas en mente y me gustaría saber lo que piensan al respecto sobre este primer capítulo. En serio me haría mucha ilusión ver sus comentarios. Subiré el siguiente capítulo pronto.

Maia ya está por conocer a Justin. ❤️