The way you make me feel

687 50 22
                                    


Tom acaba de llegar a un pequeño pueblo fuera de la ciudad llamado Lake George, había sido una locura viajar hasta haya solo por un papel secundario, sus padres no lo habían aprobado y su mejor amigo Haz inclusive lo había dudado, no por su capacidad, sino porque el mundo estaba lleno de trivialidades no benéficas para un bailarín incipiente. Pero aquí estaba, con una maleta en sus brazos, en un lugar desconocido cruzando las fronteras y anhelando su buena suerte.

La mañana era fresca, la hierba húmeda y el olor a tierra mojada se filtraban por su nariz. Su autobús lo había dejado a unas cuantas cuadras de su destino y había decidido caminar por el bulevar. Lo primero que había decidido hacer era encontrar algún hostal para hospedarse, su presupuesto era muy corto por lo que un hotel no podía ser contemplado en el presupuesto.

Los negocios aún se encontraban fuera del servicio por la mañana, por lo que el turismo no podía ser efectuado en el momento.

El olor a pan recién horneado y café de pronto interrumpieron sus pensamientos, y había hecho reaccionar su apetito recordándole que no había consumido bocado alguno desde ayer por la tarde. Y aquel establecimiento vislumbrado en la lejanía parecía tener lo que necesitaba.

_______________________________________________

-Enserio, simplemente no me lo creo, Amigo- Decía uno de los dos hombres que se encontraban en el lugar mientras terminaba de servir un Café y empaquetarlo para ser llevado, por un segundo que escuchaba con cautela sus palabras.

-Es el 4 empleado que se va en este mes, no puedo simplemente dar un asesoramiento adecuado cuando no van a durar ni mierda aquí- Se notaba cansando y fastidiado.

-Reynolds, me gustaría quedarme a escuchar la trágica historia sobre tus empleados, pero lamentablemente para ti, justo hoy tengo un asunto muy importante que atender, tú sabes "negocios"- Decía mientras sorbia de su café y se encaminaba a la puerta.

-Hijo de puta, te anotare esto en la lista bastardo-

Un saludo de despedida fue lo que recibió junto con una leve carcajada.

-¡MICHIII!, ¡CARIÑO ME SALUDAS A PETERS!- Con un dedo medio, despidió a su compañero.

Ryan era el dueño de aquel establecimiento mejor conocido por ser el mejor Café del pueblo, un negocio pequeño en el que había invertido todo su dinero y tiempo. Era realmente frustrante que sus empleados no lo vieran de esa forma, el horario era accesible, la paga era buena, el ambiente laboral no tenía presiones y él no se consideraba un mal jefe, así que ¿Por qué?, el cómo pensaban los jóvenes era un enigma, tal vez debería optar por contratar gente mayor.

Saco su letrero para solicitar empleados y lo colgó cerca de la puerta, definitivamente este sería un largo día.

El tintineo de la puerta sonó, avisando así la llegada de algún cliente, se acomodó la camisa y volteo sonriente para dar la Bienvenida.

-Bienvenido a la Cafetería Rey...nolds...- Eso ultimo había sonado más a desconcierto que a una cálida bienvenida.

Un Ángel.

Era todo lo que Ryan había pensado al verlo.

-Oh!, buen día, podría emmm, darme umm...- El niño volteo a ver tan rápido como pudo al menú, para pedir su orden. Tom siempre había sido torpe ordenando, Haz siempre se encarga de pedir su orden, por que terminaba siempre haciéndose líos y no sabía que pedir.

Escaneo rápidamente las bebidas y acto seguido hizo lo mismo con los pastelillos. No había tanto enredo en pedir aquellos ¿Verdad?.

-Y bien pequeño, ¿cuál va a ser tu orden? - Lo primero había sido inconscientemente, pero al parecer el chico no había prestado demasiada atención ya que no hubo reacción.

You Rock my WorldWhere stories live. Discover now