|Destruyeme|

|Destruida|

_¡RHENEEEE!.-

Beronica empujó a su madre para bajar a ver a Rhene.
Su madre se asomó por la ventana para ver la escena.

Una chica en suelo con una rama atravesada por una parte de la cabeza y un pasto que era perfectamente verde ahora estaba pintado de un tono carmesí por la sangre derramada de Rhene.

No lo podía creer...
Sacó su celular y comienzo a llamar al 911 .

Mientras que veía a su hija Beronica llorando e intentado reanimar a la chica.

Su madre colgó la llamada.

La ambulancia venía en camino.

Bajo para intentar hablar con Beronica, pero ella solo la evitaba y cuando hablaba con ella sólo soltaba insultos entre cortados por el llanto.

La ambulancia llegó.
Subieron a Rhene en una camilla y Beronica y su madre fueron hasta el hospital en su auto.

Beronica se preguntaba si pudo haber evitado esto.

No hubiera hecho que Rhene subiera al árbol.

No hubiera discutido con su madre.

Hubiera escuchado el crujido, pensó.

Cuando llegaron al hospital Rhene ya estaba en una de esas habitaciones blancas del terror. De esas de las que piensas si entrara jamás saldrás pero Beronica trataba de no pensar en eso.

»Ella esta bien...
Sólo es un golpe...
La sangre... No significa nada...
Yo tengo la culpa...
O no...«

No podía evitar no recordar a Rhene envuelta con su bello rostro en sangré... En tierra. Tirada en aquel estúpido árbol.

Una hora...
Una operación...

»No es tan grave...sólo es una herida«
pensó

Dos horas...
Termina la operación.

»Nadie nos ha dicho nada...seguro salió bien.
Ya llego la familia de Rhene.«

Tres horas...
Salió un doctor de la habitación.

»¡Por fin...«

_¿Todos ustedes son familiares?.-

_Yo soy su madre.-

La mujer que estaba sentada detrás de Beronica. La madre de Rhene, se levantó y se puso frente al doctor.

_Señora... lamentablemente tengo que darle la noticia de que su hija murió por un derrame debido a la herida del golpe al momento del impacto.
Murió durante la operación, no pudimos hacer nada más por ella. La altura y la rama en esa trayectoria dio a unos de sus vasos sanguíneos .-

[ Silencio...]

Beronica salió de ahí.
Corrió por todo el hospital sin rumbó hasta que encontró una habitación vacía.
Y por las cosas que habían ahí era posible que esa habitación sería la conserjería o algo parecido.
Cerro la puerta con fuerza quedando casi completamente a oscuras.
Del techo colgaba un lazo de metal del cual jalo para encender el foco que colgaba del techo.

Entre todas esas esas escobas, cubetas y trapeadores se sentó a llorar...
A gritar...
A sufrir bajo el tono amarillento del foco.
Bajo ese color que siempre odiaba tanto.

_No... No puede ser...¡ESTO ES UNA PUTA BROMA!...-
Golpeaba la puerta de la pequeña habitación con sus pies.- Rhene no esta muerta... Esto es un sueño, yo sigo recostada en su cama... Yo..yo...Rhene...-

Se levantó.
Frente a ella había un sucio y viejo espejo.

Se vio... Se miró destrozada.
Con los ojos rojos. Con un poco de sangre aún en sus manos de cuando bajo a ver a Rhene. Miró esa pequeña marca que su madre había dejado en su rostro.

Cerro los puños y golpeó el sucio espejo.

Los vidrios rotos cayeron. Y las que eran manchas de sangre seca en sus manos ahora eran sangré y vidrios rotos en los nudillos de Rhene.

Con uno de los vidrios rotos que habían caído al suelo corto un pedazo de su camisa para cubrir la herida de sus manos. Claro que ardía, claro que dolía. Pero lo hacia más el amor.

Salió de ahí.

La gente la miraba como una loca. Pensando el porque esa chica se veía tan destruida.
Pensando por que hay sangre en sus manos.
Porque sus ojos estan rojos.
Porque su cabello estaba tan despeinado.

Beronica volvió a sentirse de la misma manera que lo hizo cuando llegó a la cuidad.

Cuando en la escuela era una completa desconocida.
Una chica rara.
Y Rhene fue la única que se acerco a ella...

Llego de nuevo a la sala de espera.

La mamá de Rhene estaba de la misma manera que de Beronica.

_Supongo que... Quieres verla.-

La mamá de Rhene tomó la mano de la chica, acariciando de delicadamente la herida de Beronica con sus dedos.

La llevó hasta la habitación donde estaba Rhene recostada.

Cerro la puerta dejando a Beronica a solas.

Poco a poco se acerco a su camilla. Cuando estaba frente a ella pudo ver que su cabello aún estaba tan negro aunque sea teñido como la última vez... Que sus labios aún  tenían ese tono rosado. Y aunque irónicamente y aunque sea un mal chiste sus labios estaban más fríos... Sus labios siempre fueron fríos.
Cuando estaba acariciando sus cabellos puso una de sus manos en su rostro y la beso delicadamente en esos fríos labios que tanto amaba.

No podía hablarle estando así... No podía... Le dolía tanto.
El amor duele, el amor te mata, ocultar sentimientos te mata, la amistad te destroza, la homofóbia mata, amar...claro que es una decisión. Hoy se dio cuenta de eso.

Las mejores historias de amor acaban en tragedia.

Eso es una puta mierda.

La historias de amor son las que escribes por las noches y ansias vivir por el día.

Las que de alguna manera te dan una esperanza. Las que te la dan la oportunidad de amar y luego te la arrebatan.

Son las que no ves todos los días por que están escondidas en armarios.

Las que están escondidas sin que nadie sepa de ellas por que la sociedad lastima...las personas lastiman.

Las que no se les regala a cualquiera.

Son las que vives una vez y pasas el resto de tu vida buscando una igual...

Eso es una estupidez...
El amor se vive.
En el amor se muere.

Te destrozas y esta bien.
La vivirás tarde o temprano.

No quiero mentir.
No todo es dolor, no todo son lágrimas a media noche.

Hospitales y habitaciones blancas.

No... No todo es así.

Pero amarás tanto.
Amarás con todo el corazón.
Que acabarás destruido...una y otra vez.

           Vamos...
        Vale la pena...

¿O no?
No lo se...

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