You will be mine

Cap. 8

Aquellos niños ya no eran unos niños, estaban a punto de terminar la secundaria y ambos entrarían a la misma preparatoria.

Habían crecido en los últimos años, aunque fue tsukishima el que creció aún más, y no solo eso, se hizo muy popular al entrar a la secundaria, su altura daba mucho de qué hablar además de que el aura que lo rodeaba era de superioridad, todo el mundo hablaba acerca de ese alfa, fuerte, alto, con una cara y cuerpo bastante deseable.

Mientras tanto por otro lado estaba Yamaguchi el perrito fiel de aquel alfa, su estatura era promedio, su cabello estaba un poco largo, su cuerpo era más lindo ya que tenía unas lindas curvas, además sus lindas pecas empezaron aumentar, no solo había en su rostro también en sus brazos, y parte de su cuello.

El sabia acerca de los rumores que circulaban en la escuela acerca de ellos dos, pero al ver que tsukishima no les prestaba atención no se tomó la libertad de preocuparse.

Estaban a pocos meses de graduarse, y para Yamaguchi era un poco complicado, después de todo, no se le daban muy bien los estudios.

-Tsukki, por favor ayúdame a estudiar –  decía Yamaguchi casi rogando

-Ya te dije que no –

-Pero por que no –

-No tengo ganas –

-  Te comprare tu pastel favorito   – el pecoso sabía que no se negaría, después de todo conocía muy bien a tsukishima

Un leve suspiro salió del chico más alto, al final acepto, aunque el pecoso no le hubiera ofrecido nada a cambio, de todos modos lo habría ayudado. Solo que verlo suplicando por su ayuda era algo que le encantaba, si, no había duda a tsukishima Kei le encantaba molestar al pecoso.

Yamaguchi le aviso a su progenitora que llegaría un poco tarde ya que estudiaría un rato en casa de tsukki.

A la mamá del pecoso no le gustaba muy bien que su pequeño estuviera mucho tiempo en casa de los tsukishima, ya que en esa familia todos eran alfas y su pequeño era un omega indefenso que aún no pasaba por su primer celo. Aunque Yamaguchi siempre cargaba con supresores por si un día los llegara a necesitar.

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-Tsukki no están tus padres de nuevo – dijo el pecoso algo nervioso

-No, salieron hace una semana al extranjero, ¿Por qué acaso te incomoda quedarte solo conmigo? – dijo en tono burlón acercándose a su oído, provocando que el pecoso soltara un leve gemido.

-Tsu..sukki te he dicho que no hagas eso – exclamo, alejándose rápidamente de él.

El pecoso pudo escuchar como el más alto empezaba a reír.    – si te vas a estar burlando mejor me iré –

-No aguantas nada Yamaguchi –

Después de ese incomodo rato al menos para el pecoso, tsukishima ayudo al chico con sus estudios.

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Al terminar ambos salieron a comprar una rebanada de pastel para comer.

-Que suerte que todavía quedara una rebanada de tu pastel favorito-

-Lo sé, si no hubiéramos encontrado te estaría molestando –

-Por qué te gusta molestarme, eras más lindo de niño – exclamo el pecoso

-Bueno, ya no soy un niño, que quieres que haga –

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