Cap.14

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Yamaguchi y tsukishima se encontraban solos en la habitación del joven de lentes, a pesar de que el hermano de tsukishima se encontraba aun en casa, él no tenía ni idea de que su pequeño hermano se encontraba en una situación de tentación.

Yamaguchi al entrar en celo lentamente se acercó al chico de lentes pues la fragancia del más alto lo llamaba, pidiendo contacto, el pobre pecoso nunca se había sentido de esa manera, era como si su propio cuerpo lo traicionara, en ese momento solo quería ser tocado por tsukishima.

Con sus manos empezó acariciar el rostro del más alto. Seguido de eso el pecoso empezó a emanar un olor muy dulce como la vainilla combinado con el fresco olor de la lluvia. El pecoso empezó a acercarse a los labios del de lentes depositando un casto beso.

El de lentes quedo perplejo, su mente dejo de funcionar por un momento solo eran ellos dos en esa habitación.

En ese momento tsukishima no supo cómo reaccionar sin duda alguna era una situación peligrosa, tenía a Yamaguchi en su cama mientras que él se encontraba encima del pecoso, el aroma del pecoso era mucho más delicioso, ahora podía olerlo perfectamente, su instinto le decía que lo hiciera, que debía hacerlo suyo sin importar nada, así jamás se iría de su lado, estaría siempre junto a él.

Lentamente el de lentes fue acercado sus dedos a los labios del pecoso, tocándolos con la yema de sus dedos, el pecoso inconsciente de sí mismo empezó abrir sus labios, el de lentes introdujo uno de los dedos a la boca del pecoso, y este empezó a lamerlo. Kei observaba de manera atenta a su pecoso, no podía evitar excitarse al verlo de esa manera. Con su rostro adornado de un leve sonrojo el cual resaltaba aun mas sus pecas y sus ojos con pequeñas gotas cristalinas, en ese momento la mirada del pecoso pedia aun mas.

El de lentes se a cerco a los labios del pecoso dando un segundo beso, pero esta vez iniciado por él, sintió como Yamaguchi empezó a corresponder el beso, así que no lo dudo dos veces, introdujo su lengua a la boca del pecoso, empezando a explorar cada parte de ella, como si se tratase de un baile sus lenguas se juntaban una con otra, aunque un poco torpe, ya que ambos eran primerizos, ambos se separaron por la falta de oxígeno que dando unidos por un fino hilo de saliva.

Lentamente empezó a volver a besar al pecoso esta vez de una manera mas intensa, mientras que sus manos empezaban a acariciar su cabello.

De repente se escuchó como tocaban la puerta – ¿Kei eres tú? Que no se pone que estas en la escuela, ¿y ese aroma? – akiteru sabía muy bien que junto a su pequeño hermano se encontraba un omega, el aroma era muy delicioso

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De repente se escuchó como tocaban la puerta – ¿Kei eres tú? Que no se pone que estas en la escuela, ¿y ese aroma? – akiteru sabía muy bien que junto a su pequeño hermano se encontraba un omega, el aroma era muy delicioso. Pero no se dejaría llevar.

- Lárgate – fue lo que su hermano escucho, sin duda alguna era la primera  vez que escuchaba a su hermanito usar su voz de alfa.

- Está bien… no molestare… pero déjame decirte algo – suspiro hondo y dijo – estas seguro de lo que vas hacer…. digo él no se encuentra en todos sus sentidos y lo sabes ¿estás seguro que es la manera correcta de tener a Yamaguchi? –  akiteru estaba más que seguro que el aroma del omega era del pecoso, ya que sabía muy bien que su hermano siempre había estado enamorado del pequeño y no se atrevería a meterse con otro omega que no fuera Yamaguchi, después de decir eso se fue de casa esperando que su hermanito hiciera lo correcto, además no podía quedarse ahí.

Al escuchar eso tsukishima se quedó anonadado, sin duda alguna no era la manera de hacerlo suyo, sabía que Yamaguchi estaba actuando de esa manera por su celo.

- Tsu...kki... por favor ayúdame… me siento extraño –

Las palabras de Yamaguchi sacaran a tsukishima de sus pensamientos, rápidamente busco la mochila del pecoso esperando encontrar un supresor dentro, en cuanto lo encontró tomo a Yamaguchi y lo inyecto, después de eso salió de la habitación.

- Tsukki no te vayas…. Vuelve por favor – se podía escuchar como el pecoso rogaba por tsukishima, mientras que el aroma de Yamaguchi se intensificaba

-    Lo siento… no puedo – el de lentes sabía que si se queda junto a el terminaría con su autocontrol.

Después de salir de la habitación no le quedó más remedio que llamar a la mamá del pecoso, después de todo Yamaguchi no podía quedarse ahí. No tardó mucho en que la progenitora del pecoso llegara.

- No… no le hiciste nada a mi bebe – se podía ver la preocupación en su rostro.

- No se preocupe, nunca le aria daño a su hijo –

- ¿Dónde está? –

- Se encuentra en mi habitación, le di un supresor, pero no he querido subir a verlo –

- Sé que esta es tu casa pero podrías salir un momento, y muchas gracias por haberle dado el supresor pero no creo que dure mucho el efecto, lo mejor será que te vayas

- No quiero irme, si algún alfa llega a pasar por aquí se sentirá atraído, y para serle sincero usted no podría hacer nada, disculpe si soy descortés pero no quiero que nadie lo toque  –

- Veo que eres muy sobreprotector, pero mi tadashi aún no es tuyo……. pero tienes un poco de razón si hay algún alfa cerca no podría cuidarlo, entonces – la mama del pecoso le dio un supresor a tsukishima – es mejor que lo uses, así me sentiré más segura –

Kei tomo el supresor, la verdad no quería usarlo, pero por lo menos de esa manera podría controlarse. Kei  junto a la mamá del pecoso subieron a la habitación al parecer el supresor había hecho efecto pues al abrir la puerta de su habitación pudo contralarse.

- Cariño es mamá, ven te llevare a casa

- ¿Dónde está tsukki? Quiero ver a tsukki – en cuanto vio a tsukishima corrió a sus brazos siendo tomado por el más alto.

- Tadashi suelta a tsukishima ahora mismo – demando su madre

- No, no quiero, quiero estar junto a tsukki –

- Tranquilo estaré a tu lado….. No se preocupe no are nada –
Tsukishima carga al pecoso estilo princesa llevando al pecoso a bajo, después de bajar con mucho cuidado las escaleras, ya que el pecoso no dejaba de depositar pequeños besos en las mejillas del más alto, lo llevo así el carro de la mama del pecoso. Una vez dentro del auto, salió rápidamente dejando al pecoso dentro.


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