''Solo una vez más''

Capítulo 1.

Y de nuevo me encontraba ahí, tirada en mi cama observando por la ventana como caían las gotas de lluvia, como sonaban al impactar en la ventana, era hermoso, claro, yo ahí esperando recibir su mensaje que sabía la verdad, nunca llegaría.

—¿Porqué me sigo engañando?

Murmuré para si misma con una fina y cortada voz mientras un suspiro escapaba de mis labios, nuevamente estaba, sola, sola en mi habitación, sola en mi casa, sola en el mundo como siempre fue y debe ser. Llegue a la razón de que el mundo no quería verme feliz, o que simplemente era destino o una lección, yo le daba la razón a lo negativo. Todo lo que amaba se va, lo que quiero, lo que tengo.  ¿Porqué eres así de cruel conmigo? era mi pregunta sin respuesta.

  —Si tan solo...— Alcé mi mano mientras la miraba.— Todo seria mejor..— 

Era esos momentos en los cuales me deprimía, recordaba toda mi larga y triste vida, cada vez aumentaba mi historia al tan solo tener 17 años, pensaba en todo lo negativo sin darle espacio a lo bueno que no pretende llegar, lo único bueno fue el.. hasta que se fue.

''Debes mirar el lado positivo'' me decían algunos, ''¡No te deprimas!'' decían otros, ''Cuenta con mi apoyo'', ahora necesito ese apoyo, necesito a esas personas que me dijeron eso pero.. ¿Dónde están?, ¿Dónde quedo ese apoyo?, tal vez se lo llevo el viento, justo cuando necesito a alguien, no hay.

—No hay.. ¡No existe!— Grite mientras agarraba un poco de mi cabello sujetando mi cabeza cerrando mis ojos, estaba triste, depresiva

— ¿Cuanto más durara esto?— Otra de mis miles preguntas sin respuestas.

Tal vez lleguen tiempos mejores, tal vez se retrasen y nunca lleguen, el pedido nunca llego y nunca lo hará.

— Cariño..— Decía una voz suave, la cual me ayudaba y me calmaba en estás situaciones.

— ¿Ah?

Me volte y observe la mejor y hermosa mujer del mundo, mi mamá esa mujer de cabello castaño, ojos verde fuerte y pecas, ¿Como podía ser tan hermosa?, como una persona tan fea como yo era hija de esa hermosa mujer. Mis mejillas se colocaron de un rubor rosa pálido mientras trataba de dar una sonrisa para tranquilizar a la mujer. Siempre trataba de ayudarme a un que no lo pudiera lograr, ¿Porqué no soy como ella?, ¿Porqué aún me ama sabiendo el tipo de persona que soy?

  — Esta lista la cena, ven a comer si gustas.— Sonrió en la entrada.— Prepare tu comida especial.— Y desapareció.

¿Que ha dicho?, ¿Comida especial?, tal vez se refiera a mi comida favorita, pero si a mi no me gusta nada, de echo, no tengo algo favorito que digamos, ¿Como es que esa buena mujer puede adivinar mis cosas?, si es mi madre, ya lo sé, tal vez por eso.

Me levante de mi cama con unas enormes ojeras observándome en el espejo, debo admitir que me he dejado bajar de peso pero no me ha afectado, no soy una suicida ni menos anorexica, solo tengo leves tristezas de vez en cuando, ¿O acaso no puedo señor que todo lo ve?, ¿Debo ser una persona sin sentimientos?, pues casi lo soy, aún que si soy la típica solitaria sin amigos, pero soy pésima y no puedo hacer mucho, todos me ven como la rara, suicida anorexica con bulimia depresiva, si, esa misma y una ''Debilucha''' -A un que en eso tienen razón.- ¡Creen que soy un monstruo!, ¿Como pueden pensar eso?, claro, mi aspecto lo dice todo, pero ni han llegado a conocerme.

— Maldita sea..

Murmuré botando una caja de maquillaje de bastante tiempo, la verdad nunca la use. Luego, salí de mi habitación y baje las escaleras para llegar al comedor, un olor delicioso inundo mi boca de saliva, un momento.. ¿Sushi?, hace mucho que no lo como, mi dieta era de frutas, leche y cereal, algún que otro alimento y nada más. Mi mamá salió de la cocina con palillos chinos y con platos, en ellos había unos vasitos con salsas.