Magos Al Rescate [Diversos Shipp's]

🔥Rubelangel💧

-N.O-

Mientras tanto, ambos magos incompatibles con respecto a su elemento, disfrutaban de un paseo por la ciudad, conviviendo con los habitantes de Iceland.

Ambos chicos caminaban de la mano, saliendo de lo que era la ciudad para admirar un poco las vistas.

A lo lejos, lograron ver una gran explanada color azul, por curiosidad siguieron Avanzando hasta encontrarse con que era un lago congelado.

Rubius.- Esto es genial...
Mangel.- Concuerdo contigo
Rubius.- Tengo que caminar por encima de esto...
Mangel.- ¿Hablas en serio?
Rubius.- Claro ¿qué es lo peor que podría pasar?
Mangel.- Que se quiebre el hielo y caigas al agua, mago de fuego ¿Sabes nadar por lo menos?¿Soportas las temperaturas tan bajas?
Rubius.- Un mago de agua me acompaña, así que si algo algo así pasa, confío en que me salvarás

El mago de fuego sonrió y comenzó a caminar con cuidado y a paso lento sobre el hielo.

Mangel sonrió y le siguió.

Rubius se detuvo en cierto punto y Mangel hizo lo mismo cuando estuvo a su lado.

Rubius.- Sigo sin creer que la persona que me gusta sea un mago de agua...
Mangel.- Igual yo, no pensé que un mago de fuego llegaría a agradarme tanto.

Y allí, en medio de aquél lago congelado, se miraron con amor y unieron sus labios en un beso.

Ninguno llegó a pensar que su contrarió llegaría a ser su otra mitad, era una idea tan poco posible que ni siquiera se lo habían planteado.

Al final, después de todo, aquello de "Los contrarios se atraen" resultó ser cierto.

Rubius.- Mangel ¿tendremos que separarnos...?
Mangel.- Bueno, depende de nosotros
Rubius.- Pues... Podría soportar un mundo lleno de agua sin problemas
Mangel.- *sonríe* Y yo creo que un lugar cálido no vendría mal
Rubius.- ¿Entonces?
Mangel.- ¿Te gustaría vivir con mi esposa, hijos y conmigo en mi mansión?

Bromeó Miguel, con una sonrisa en su rostro.

Rubius.- *ríe* Serás subnormal
Mangel.-  *ríe* ¿Y bien, rub?
Rubius.- Me encantaría, mi Mahe

Ambos sonrieron y por una vez mas sus labios se unieron en un beso.

Una vez aquél beso llegó a su fin, comenzaron a jugar y a hacer el subnormal un poco en aquél lugar, se lo estaban pasando de lo mejor y ambos juraban jamás abandonar al otro.

Unos cuantos minutos después, terminaron recostados a la orilla de aquél lago congelado, mirándose mutuamente y dándose besos de vez en cuando.

Mangel.- Deberíamos regresar ¿no crees?

Dijo el mago de agua sin apartar la mirada de el mago de fuego.

Rubius.- Vale, vamos

Y caminaron de regreso a la ciudad, pensando que eran los magos mas felices de todos los mundos.

Rubius había jurado odiar a los magos de agua por siempre y resultó ser que se enamoró de uno de ellos.

El mago de agua jamás se había planteado si quiera buscar pareja, y de haberlo hecho de seguro aquella idea de salir con un mago de fuego ni siquiera habría pasado por su cabeza.

Ambos eran hombres, magos de elementos distintos y además contrarios.

Era una relación algo... ¿diferente? Mas bien, el perfecto ejemplo de que las distinciones son lo de menos.

Agua y fuego, contrarios el uno al otro, pero aún así luchando por una relación.

"Los contrarios se atraen"
Ahora puede confirmarse, que podría ser verdad.

Agua y fuego se mezclan entre sí creando una reacción distinta y única.
-La reacción del amor verdadero.