Capítulo 2

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Esos momentos que vivimos la mayoría en los que no sabemos qué hacer para callarle la boca a alguien, alguien que no se da cuenta de que pedimos a súplicas silenciosamente que algún alma piadosa que recorra estos rumbos por mera casualidad pueda cortar su lengua y hacerla de llavero. Sí. Estamos viviendo ese momento.

Luke no deja de hablar cual gallina loca en trabajo de parto, que, en su mentalidad tan cerrada parecen lo más interesante sobre la faz de la tierra. Luke puede ser el carismático de nuestro moderado grupo, como también puede llegar a ser insufrible a pesar de ser un vampiro en sus momentos, despiadado, y de la misma manera en la que puede llegar a ser el peor de los payasos. Lo que conlleva ver a Matt con su cara de "Cállenlo o yo lo haré, y no le gustará".

—... Es ese momento tan frustrante. ¿Cómo pueden decir que los vampiros no pueden rascarse la retaguardia y a la vez correr a una velocidad suprema? No comprendo cómo es que pueden pensar así.

—No comprendo cómo es que puedes hablar tanto y salir ileso. Pero veo que Matt no aguantará por mucho tiempo. Tengo que apodarte de alguna manera... —Mira al cielo como si algún dios le enviara un seudónimo apropiado a la par de un tedioso resoplido proveniente de Matt. — Es que no te cansas de hablar... Cacatúa. Así te llamaré. —Declara Katte y se escucha una estruendosa carcajada de la ahora apodada cacatúa.

—Las orgías cansan más, créeme. —El apodado ríe al ver como todos en la mesa hacemos oídos sordos ante tan explícita revelación.

A lo lejos vemos a una chica sonrojada cual tomate cuchicheando con sus amigas mientras ve de reojo en dirección a Luke alias "cacatúa" a lo que él la mira con una sonrisa ladina, de la que jura mojaría las bragas de cualquier fémina. Mientras la única a la que mojaría es a alguna humana de setenta u ochenta años, de tanto reír.

—Miren, esa chica está de acuerdo conmigo. —Dijo señalando disimuladamente a la chica cuyos ojos traicioneros se desvían hacia nuestra querida cacatúa.

Luke no tiene un mal físico, al contrario, a muchas cautivaría con tal atractivo, sin embargo, al conocerlo se dan cuenta que su forma de ser es la de un mejor amigo. Cualquiera con dos dedos de frente sabe que es a mi a quien le cuenta sus friendzonadas como también sus "logros" o si así se les puede llamar. Aunque, a cualquier chica realmente necesitada de actividad no le caería mal, ni un poco, un Luke.

—Me iré, nos vemos mañana. —Me despido de todos y me levanto dispuesta a marcharme. —Que te vaya bien, cacatúa. —Y sin escuchar respuesta, salgo de la cafetería, el bullicio que se escucha en los pasillos es mínimo. Casi imperceptible.

Me siento sofocada en este ambiente, rodeada de personas, cada quien hablando sobre algún tema trivial. Todos con sonrisas falsas, que detrás de ellas hay muchos problemas, disputas... Cada quien carga con el peso de sus acciones o de las de los demás, es muy complicado esto de ser adolescente.

«Aunque tú no lo seas» grita mi consciencia.

Y, es decir, los adultos piensan que son los únicos que tienen problemas, cargas y demás.

¡No, no lo son!

Los adolescentes tienen cargas emocionales, muchas, a decir verdad. Y sinceramente no puedo describir todas las razones por las que un adolescente tiene igual o más problemas que un adulto.

Mis piernas, como si vida propia tuviesen, me guiaron a una pequeña cabaña de paredes desgastadas y agrietadas, techo a punto de deshacerse y ventanas ya inexistentes, mi antiguo refugio. El refugio donde estuve con mi nana, Flora. El refugio donde murió por mí, dando su vida, a cambio de la mía.

El viento choca contra mi cara, una sensación de paz me inunda, pero sé que la paz dentro de poco terminará.

Un ser como yo nunca obtiene su preciada paz.

Y como si los problemas no pudiesen vivir sin mi, mis sentidos se activan a la par que me coloco en posición defensiva.

Escucho una voz que al instante, hace que mi cuerpo se tense de inmediato, y que una fuente helada recorriese lo largo y ancho de mi espalda.

—La híbrida de todos los tiempos. — Ríe escandalosamente logrando que mis nervios florezcan. —Sabía que regresarías.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2018 ⏰

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