Diferent Worlds

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No tenía queja alguna del nuevo complejo, era mucho más moderno que el anterior, con renovado equipamiento tecnológico, lo más novedoso en cualquier campo, diseñado exclusivamente por él, mejor ubicado. Le costó un ojo de la cara levantar ese edificio desde cero, pero fue necesario, o al menos trataba de convencerse de ello, quizá el espacio era demasiado grande... dolorosamente amplio. Las únicas habitaciones ocupadas eran la de Visión y la suya. El coronel se atendía en una clínica de rehabilitación a miles de kilómetros de ahí, mientras que el joven Parker se negó tajantemente a participar en los vengadores, a pesar de haberle ofrecido un traje nuevo, quizá pedía demasiado al exigirle que descubriera su identidad frente a todos. Solo tres eran los únicos vengadores registrados y dos los activos

La noche cubría con su manto oscuro la ciudad, no se escuchaba ni un solo ruido, solo el de su cada vez más agitada respiración. Se sentó en la cama con desesperación mesándose los cabellos castaños, no sabía para que perdía el tiempo yendo a su habitación tan temprano si realmente el sueño y el no eran amigos, ni siquiera conocidos. Suspiro frustrado, giro la cabeza hacia el lado vacío de la cama, extendió la mano y toco la sabana fría, imagino una silueta que ya conocía, pelirroja, hermosa, de ojos azules... se iba a casar con Pepper... mierda

Salto de la cama, sintiendo su cuerpo tensarse, la falta de aire y el sudor frio eran indicios de un claro y contundente ataque de pánico. Respiro varias veces tratando de controlar los incesantes temblores de su cuerpo... concentración, debía bajar al taller y distraerse, tenía trabajo que hacer, investigar la causa de los fenómenos que se presentaron cuándo esta extraña masa azul comenzó a expandirse por el planeta simulando una terraformación, buscar a Banner, encontrar nuevos vengadores, cualquier cosa...

Corrió por los solitarios pasillos hasta el elevador, escuchaba las pisadas claramente haciendo eco en el espacio vacío. Se froto la nuca con impotencia recargándose en la pared del ascensor, odiaba los ataques de pánico, aborrecía no tener control sobre sí mismo. Salió del espacio reducido un poco mejor, el aroma de grasa y pintura fresca impregno su nariz haciéndole sentir seguro

El lugar era un desastre, no permitió que el personal que se encargó de la mudanza hurgara en su recinto, eso estaba prohibido para todos, ahora se lamentaba por ello. Chasqueo la lengua con ira cuando miro como sus preciadas herramientas se hallaban desparramadas por el suelo, caminó con cuidado para no tropezarse. Estaba tan cansado que ignoro el estado de los demás objetos, varios muebles partidos, y cristales esparcidos por doquier. Se acercó a la pantalla holográfica con intenciones claras de pasar otra noche de desvelo

-FRIDAY pon algo de música, estaremos aquí mucho tiempo- ordeno sentándose en la silla giratoria

La música sonó, no presto atención a la melodía, solo quería escuchar ruido, irónicamente para callar su soledad. Respiro profundamente sintiéndose inquieto, se llevó una mano al brazo desnudo por el frio gracias a su fina playera de tirantes, atribuyo el repentino nerviosismo al ataque de pánico. Desplego el plano de la armadura de Iron Patriot, debía adaptarla para que Rhodes pudiera utilizarla cuando se recuperara, quizá cambiar las piernas de hierro por unas similares a las de las prótesis. Tarareo la suave tonada de la canción de daughtry

La sensación de estar siendo observado no le dejo tranquilo, las pocas horas de sueño y la mala alimentación lo estaban llevando a la locura, haciéndolo rayar en la paranoia. Escucho un ruido tras suyo, toco su muñeca listo para desplegar el guantelete, se reprendió por los nervios, pero lo que menos quería era encontrarse a un intruso o un asgardiando en el complejo. El ruido se escuchó otra vez, giro lo más rápido que pudo y apunto

Los orbes marrones se expandieron con incredulidad, se levantó lentamente de la silla mientras analizaba a los tres entes frente a él. Altos y de ojos azules, eso podría ser relativamente normal... claro, sería normal si no parecieran supermodelos, si no hubieran aparecido de la nada a mitad de la madrugada y si no estuvieran vestidos como el Capitán América

UN TONY para cuatro StevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora