Save Me (MIKANNIE)(YURI)

Cap 1: ¿Compañera?

NARRA MIKASA

Abri los ojos lentamente y luego me los talle para poder despertar de una buena vez, de mala gana sali de mi cama, para ir directo al baño, y ahí estaban esos ojos negro, esa cara bien definida color blanca casi palida, ese corto cabello negro, si me hubieran dicho desde hace bastante tiempo que me podía cortar el cabello ni lo pensaría pero bueno, que se la va hacer.

Fui a mi armario del cual saqué una camiseta de cuadros rojos con negros y unos shorts cortos, me puse mi reloj de siempre justo cuando me iba a ir directo a la facultad, me puse mis convers negros, sentí que se me olvidaba algo, lo cual era mi bufanda, la cual arroje a la cocina la noche anterior cuando llegue a casa.

Antes de cerrar me puse mi bufanda y mi mochila, ahora estaba bajando las escaleras del edificio mientras escuchaba música con mis audífonos, como siempre toda la gente del pasillo los cuales eran mis vecinos del edificio se me quedaba viendo unos con pena, otros con lastima, y otros simplemente me veian y me criticaban a las espaldas con normalidad, era cosa de todos los días asi que no me importaba.

Una calle antes de que ingresara a las clases me quite mis audífonos y los guarde, pues en ese lugar no permitían ni siquiera sacar un maldito mp3, de solo imaginarme que me harian si saco un movil me da escalofríos.

Y como siempre, todas las chicas me observaban de lejos.

¿En serio que tengo o qué? Por sus caras parece que había llegado la mismísima Reina Isabel, pero... ¿Que se podía hacer con lo "rara" que soy?

Pero algo llamo mi atención, era que una chica estaba "discutiendo" con un chico, las comillas porque el chico le alzaba la mano como si quisiera darle un golpe, espera, ¿Ese tipo no era?

No, no puede ser, mejor me voy.  — ¿Sabes que? Mejor me voy. — Dijo el tipo que no era tan alto que la chica, pelinegro rapado de los lados y con una mirada fría y seca, en cuanto me iba a ir de allí, él voltea a verme, lo maldigo. — Hey, Mikasa. — Yo solo trate de ignorarlo, no me quería relacionar, pero él seguía hablándome, lo maldigo a él, a sus padres, a sus abuelos y al mundo. — Vamos, háblame, mocosa de mierda... — Dijo sin expresión alguna o, mejor dicho, la mirada que siempre tiene. — ¿Que acaso todavía no me perdonas o qué?

No pude mas e hice lo que debi hacer hace mucho tiempo me voltee, lo afronte y con mi pie derecho lo golpee con rapidez en la entrepierna, él, por su parte, cayo al suelo agarrándose "en ese lugar" y quejándose sobre el dolor. — Escúchame bien, idiota... — Él levanto la mirada. — Si no quieres que "tu amiguito" este roto y ya no puedas follar... — La gente se había acercado. — ¡No me hables!

Luego como buena cobarde me fui corriendo de ahí, llegando con rapidez a las aulas de la facultad y llegando al salon donde tendria la primera clase, avisaron que el profesor tendría un retraso, para no tener problemas con los demás maestros me quedé a escuchar las patéticas conversaciones normales de mis compañeros en vez de ir a dormirme en la azotea, acomode la mesa y me refugie en mis brazos recargados para tomar una siesta.

Escuche como hacían escándalo por la llegada del profesor, me frote los ojos para ver mejor, note que el tipo llegaba con una alumna, al parecer era nueva por su in familiaridad con los demás.

¿Ella no era la chica de hace rato? — Buenos días, alumnos. — Dijo el tipo que tenía 30 años, de cabello castaño corto, de ojos azules y portaba lentes. — Es inesperado esto ya que estamos a mediados de semestre, pero desde ahora tendrán una nueva compañera con ustedes.

Ella pasa al frente, era rubia, ataba su cabello en una coleta y dejaba su cabello dejándole algo de atractivo, estatura baja, de ojos azules, era toda una Cenicienta, ropa floja y comoda.

Pero su fría y desinteresada mirada no la hacia una completa princesa. — Soy Annie Leonhart, mucho gusto. — Dijo ella con esa expresión.

— ¿Me dijiste de una pelinegra que traía una bufanda roja, no? — Arquee una ceja y ella asintió. — Es esa la del fondo al lado de la ventana... — Desvíe la mirada viendo hacia la ventana. — Si quieres te puedes sentar junto a ella, al fin y al cabo el lugar de su derecha siempre ha estado desocupado. — Dijo apuntandome el maldito.

¿En serio tenía que hacerlo muy obvio?

Después de que ella se sentara a mi lado, el profesor comenzó a dar la clase, de mala gana estaba poniendo atención, una nota llegó a mi, voltee con la rubia y me sonrió.

Suspire y leí la nota. "Gracias por golpear a Levi en las bolas" - De Annie

Habia mas espacio en la nota a si que desinteresadamente le conteste, era mejor a que seguir sintiendo esa mirada inquietante en mi hombro.

Escribí y se la di. "De nada, con mucho gusto lo haría de nuevo" - De Mikasa.

Ella acabando de leer solto una risa pues a cualquiera le daría risa, ahora ella de nuevo escribia y me lo entrego de nuevo la nota.

"¿Te llamas Mikasa? Suena raro, casi estas diciendo mi casa sin ofender" - De Annie.

No me molesto por ello, siempre lo decían, no era nuevo, pero si me solto una pequeña risa, lo cual ahora interesada le repondi.

"¿Y Annie? Annita la huerfanita, mocosa entrometida, sin ofender" - De Mikasa.

Y de nuevo se lo entregue ella solto otra risa, al parecer no se lo tomo a mal y de nuevo empezó a escribir y me lo entrego.

"Estamos a mano, chica, por cierto, ¿Que eres de Levi?" - de Annie

Su comentario hiso que me pusiera algo triste, de solo recordar que era mio ese maldito me hacía poner nostálgica y toda esa mierda, pero sobre todo recordar a Levi.

"Sólo diré que es complicado" - De Mikasa

Después de que se lo entregara el profesor casi nos ve a si que ya no hablamos mas durante la clase.

La clases pasaron volando y ya eran medio día, como ya no tenia mas clases en todo el dia mejor agarre mis cosas y me fui a mi lugar favorito y con la chica que mejor me entendia y me aceptaba, con Ymir, después de caminar por unos cuantos arboles del campus me la encontre, todavía estábamos a dentro de las instalaciones, pero a ella no le importaban las demás clases si no estaba su amada.

— No entiendo como es que no te reprueban. — Dije sentándome junto a ella. — Ya te dije que ella solo te ve como amiga, testadura.

— Y yo ya te dije que te metas en tus propios asuntos ¿Que no?  — Dijo ella, Ymir era una chica morena de cabello marron atado a una coleta y con pecas, era más alta que yo, delgada y atlética, cara de pocos amigos y sobretodo ruda con todo el mundo. — No entiendo a las personas que tienen familia. 

Suspire. — Oh, vamos, lo he soportado 20 años, además con que no pase mucho tiempo con ellos me basta. — Dije agarrando un mechon de mi cabello. — Además no falta mucho para que me gradue y me vaya lejos de aquí

Ella río. — Si, para tu nueva vida, sin familia y cogiendo con mujeres. — Reí.  — ¿Tu vida perfecta, verdad? Ah, y me olvidaba, con una sexy esposa a tu lado.

Ymir decía todas esas cosas porque yo era lesbiana y no la he pasado tan bien desde mi salida del closet. — Lo ultimo jamas pasara... — Dije algo molesta. — Además si me voy de esta ciudad creo que asi estare mas tranquila.

— Ya te dije que puedes contar conmigo para lo que sea, da un paso adelante, Mikasa.

— Tal vez no seria mala idea. — Murmure. — Lo pensare.

— Oh, gracias Yisus por hacerla entrar en razón — Dijo ella arrodillandose y dramatizando. — Eso significa que si me casare con Christa.

— Sigue soñando, eso jamas pasara y lo sabes de sobra. — Me burle.

— ¿Por que te encargas de destruir mis sueños?

— Mejor vámonos de aquí que tengo hambre — Dije poniéndome de pie.

— Aveces me pregunto como es que tienes tanta energía si ni siquiera desayunas — Dijo ella imitando mi acción.

CONTINUARA...