Capítulo 4.

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*Narra Stefan*

Me encontraba muy agobiado sobre la situación de Maia, no es que no me guste, o sea no me gusta, es linda si y siempre es la que me apoya en todo, incluso cuando la ataque se quedo conmigo. Estabamos parados en la plaza enfrente del Grill, viendo para enfrente.

-¿Quieres hablar?- dije mirándola, ella miraba al frente y nego.

-¿De qué hablaríamos?- dijo tratando de evitar el tema y encogiéndose de hombros.

-Sobre lo que dijo Isobel, que yo te gustaba- dije mirándola aun, escuchaba sus latidos, trataba de controlarlos pero estaba nerviosa.

-Ella dijo que te quería- dijo seca y mintiéndome.

-Trataste de ocultarlo de Elena y tratas de ocultarlo de ti misma, sin embargo a mí no me engañas.- negó con la cabeza.- ¿Por qué no me dices algo sobre eso?- se quedo callada, pero seguía mintiéndose.

-Bórralo- dijo viendo hacia enfrente.

-¿Qué?- la mire sorprendido, me había sorprendido la respuesta.

-Borra de mi mente que alguna vez te quise de la manera inadecuada- dijo seria, no mentía, ella pensaba que quererme era un error- esto que siento por ti, es imposible, Stefan.

-Lo es- dije mirando hacia enfrente- pero borrarlo es...- dije pensando en lo estúpido que seria eso

-Quiero que lo hagas- dijo segura.

-No puedo hacerlo, no es seguro, no bebo sangre humana, no es seguro que yo lo haga- dije tomando su mano, la cual soltó inmediatamente, como si mi tacto la quemara.

-Bien- dijo levantándome, la agarre del brazo obligando a verme, se veía vulnerable y tierna, pero es imposible.

-Maia- dije suspirando - somos amigos, no puedo hacerte eso.

-Si- sonreí falsamente, creo que se sintió dolida- no podemos hacerle esto a Elena- frunció el ceño- discúlpame, Stefan. Lamento sentir cosas por ti- se soltó de mi agarre y camino hacia su casa, había arruinado todo, decidí no seguirla para que fuera a descansar, así que yo hice lo mismo.

Fui hacia la casa la cual estaba vacía, supuse que Damon aun no llegaba de Duke, así que me fui a dormir directamente pensando en todo lo que había ocurrido hoy, que por cierto fue muy agobiante.

*Sueño*

Me encontraba con Katherine bailando en el día de los fundadores, la quise besar pero no se dejo.

-Sin tocarse, señor Salvatore- reí- Baila muy bien he. Creo que su hermano debería de entenderlo ya que esta enojado.

-No importa- dije sonriendo.

-Si, igual y el ya encontró con quien distraerse- mire y vi a Elena. Corrí hacia la puerta en la que se fueron. Y entre al Grill, la vi con un taco de billar.

-Tu turno, amor- dijo mirándome o al menos eso pensé ya que después llego Damon y la beso, comenzaron a jugar muy juntos.

-¿Duele verdad?- dijo Katherine a mi lado- Así me siento yo. No pelees, Stefan, ya me amabas, amame y ya- mire hacia Damon y Elena quienes se veían felices.- Te amo, Stefan. Volveremos a estar juntos- volvió el escenario de hace un siglo y medio o tal vez mas.- lo prometo- dijo y me beso.

*Fin del sueño*

Me moví en la casa asustado y vi a Elena acostada en mi casa.

>> ¿Estas bien?- me pregunto.

Maia Gilbert II: ScarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora