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Un día normal en la universidad Blakely.
Los mujeriegos coqueteando, las perras más descubiertas que Miley Cyrus, los hipters hablando de cosas sin sentidos, los cool tomándose selfies, los emo dibujando...

Sí, un día normal

Pero la verdadera historia no inicia en el campus sino en el campo de fútbol.

La robusta entrenadora hizo sonar su silbato indicándole a las chicas que empezaran, ¿Quiénes jugaban? Las Delta y las Sigma Kappa

-Morirás chiquita- le advirtió Ámbar

-Esto es fútbol, no boxeo- Luna dio media vuelta dándole una cachetada a la rubia con su coleta de caballo

Empezó  el partido, Luna y Ámbar sólo se miraban a muerte esperando quien tomaría la pelota primero, pero Luna la tomó primero y metió gol

-¡Eso Valente!- gritó la entrenadora

-Looser una vez, looser siempre- se burló la pequeña mexicana

-Que bueno que lo tienes claro- Ámbar logró tomar la pelota primero y se metió gol -Looser una vez, looser siempre- Luna la fulminó con la mirada -Y yo no necesito mi caballo- se alejó

-¿A qué te refieres con que..?- Ámbar pateó la pelota hacia la cabeza de Luna  -¡Maldita! ¡Dolió!

-¡Ése era el punto!- Luna se acercó ya roja de la furia y le dio una cachetada

-Ay no, se matarán- Jazmín se cubrió los ojos

-Son sólo cachetadas, no se...- Delfina no pudo terminar porque ahora Ámbar se abalanzó sobre Luna y empezaron a jalarse los pelos y pegarse, nada grave, todos saben como son las chicas

-¡Entrenadora!- gritó Nina tratando de separar a Luna mientras que Delfina se encargaba de Ámbar

-¡Está allá cotilleando con el entrenador de tenis!- gritó Jim, para que Nina la escuchara, señalando hacia la esquina del campo donde estaban los dos entrenadores

-¡¿Qué pasa aquí?!- gritó un chico castaño y alto llegando, nadie presente lo conocía

-¡Se están peleando ¿no es obvi..¡Ah!- Ámbar le jaló el cabello a Nina haciendo que se cayera

El desconocido se acercó y separó a las dos chicas que estaba todas despelucadas

-¿Quién carajos eres?- preguntó Ámbar molesta

-Está lindo- le susurró Jim a Nina, y ésta última la miró con cara de ¿Really, Bitch? -¿Acaso dije algo malo?

-¿Ustedes por qué se peleaban?- preguntó el chico

-No te interesa, cara de muñeca- el pobre se tocó con una mueca entre confusión y ofensa, por el insulto de Luna

-Chicas ¿ya acabó el partido?- preguntó la entrenadora llegando realmente confundida -Fue rápido

-¿Descuidó a las chicas?- preguntó el único hombre -Se lo haré saber a mi madre

-A ver, ¿y quién es tu madre?- preguntó la rubia cruzando los brazos

-Juliana Balsano, decana de la universidad- Ámbar abrió los ojos como dos platos

-Oh... Eh... Bueno, eso es muy bonito- soltó una pequeña risa nerviosa

-¡Vamos ahora!- gritó la entrenadora ganándose una mirada del hijo de la decana -Si usted me permite, joven Balsano- hizo una reverencia

-No hace falta que haga eso, vamos a la oficina de mi madre, todas, es necesaria la versión de todas- empezó a caminar y las chicas lo siguieron, Ámbar y Luna iban al frente y dándose miradas de odio

[...]

-Pelotazos, Cachetadas, Rasguños, Jalones de cabello- enumeró Juliana

-No olvide el rodillazo en los ovarios- Ámbar rodó los ojos

-También eso, gracias Sta. Valente- Luna asintió cortésmente con una sellada sonrisa -Pero eso no limpia la suciedad que dejó- la ojiverde se encogió en su silla -Literalmente, está llena de tierra

-¿Siempre son así?- Juliana lo miró, estaba parado al lado de la silla de su madre

-No, esto fue una caricia con lo que siempre hacen- el joven levantó sus cejas levemente por la sorpresa -Sólo les diré algo, esto no será como otras veces que su castigo fue limpiar los baños de damas- ósea, eso siempre está limpio -Ahora será un castigo de verdad- todos los presentes la miraron atentos -La hermandad Sigma Kappa Gamma y la hermandad Delta Belta serán una sola hasta las vacaciones de primavera, ósea... Vivirán juntas

-Oh Oh- murmuraron todas las chicas, tanto Sigma Kappa como Delta, menos Luna y Ámbar que estaban perplejas

Pero después de como cinco segundos soltaron un muy agudo grito que, prácticamente, se escuchó por toda la universidad

-¿Terminaron?- preguntó la decana dejando de taparse los oídos

-No, no puede hacerme vivir con ésta chulita- Luna se levantó 

-Llamaré a mi papi y arreglará esto- Ámbar sacó su celular

-Lo siento Sta. Smith, sus padres están en África... Sin señal- la rubia pataleó y guardó el celular para hablar

-Debe haber otra opción

-¿Prefieren ser expulsadas?- preguntó Juliana

-No, no, no, no, eso sería una macha indeleble en mi curriculum- negó Luna asustada

-Ay, ya callela, me tiene harta con su curriculum de...- Juliana la miró con los ojos levemente abiertos -...de Dios

-Tendrá que acostumbrarse porque...- tomó su mallete -...apartir de hoy la hermandad Sigma Kappa Gamma y Delta Belta Zeta serán, temporalmente, una sola- sonó contra su escritorio -Armen sus valijas, mañana sabrán donde vivirán -se levantó y salió de la oficina con su hijo detrás de ella

-¿Por qué el mallete?- su madre se detuvo y lo miró

-Le da un toque de doctora Polo a la situación- posó su mano en el hombro del castaño -Te pido un favor... No te acerques a ninguna de ellas, Matteo ¿si?

-Sí, madre- Juliana sonrió levemente y se fue

Guerra de Hermandades  Where stories live. Discover now