Cap. 1 El primer ataque

13 1 0
                                    

Hace mucho tiempo, por la rambla de Vilanova, estaba yendo a casa de mi padre cuando, al ir por un cruce, me choqué con un abuelo aparentemente inofensivo que iba en silla de ruedas. Me disculpé cordialmente ante el individuo, pero este se metió la mano en la chaqueta con una expresión molesta y sacó una navaja del bolsillo de la chaqueta. Yo estaba cerca suyo sin enterarme de lo que estaba ocurriendo a mi espalda cuando, de repente, oí un estremecido grito que me hizo darme la vuelta y ver a mi amiga Laura desangrarse el riñón. Por un momento estuve a punto de desmayarme, no sé si por la sangre o por que acababan de matar a mi mejor amiga. Me desperté en el hospital, con mi familia preocupada por mi a la derecha y la de Laura llorando observando su cuerpo yacido a la izquierda. Sin que nadie se diera cuenta, empecé a sollozar levemente, luego lloré disimuladamente, cada vez más alto, hasta quedar empapada en lágrimas mientras los demás me miraban. De pronto, entró el doctor con muy malas noticias; Laura había muerto.
Todos arrancamos a llorar, y en una semana celebramos el funeral de Laura, ese día juré que encontraría al asesino y le haría lo mismo que a Laura y seguramente, a muchas más personas.

Abuelo sobre ruedasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora