You're weird, i like you (Fanfiction)

Capítulo cuatro.

—Oh, mira éste.

La insistente voz de Beca Mitchell volvió a despertar un pequeño gruñido por parte de la australiana, que intentaba concentrarse en la película que estaban emitiendo por el canal tres. Desgraciadamente, cada vez que la Dj hundía la cabeza de nuevo en la pantalla de su portátil y la australiana tenía luz verde para volver a prestar atención a los diálogos de los personajes, ya había perdido completamente el hilo de la situación y Beca no tardaba ni cinco minutos en volver a requerir su opinión, por lo que Amy se veía otra vez en la obligación de apartar la mirada de la televisión.

Ese era el décimo cuarto anuncio que Beca Mitchell le hacía leer, y a diferencia de los otros...Amy frunció el ceño. No. No había diferencia con los otros. Aquel anuncio era igual de malo que los anteriores, pero el rostro esperanzado de Beca le hizo contener el comentario que iba a dejar escapar por sus labios porque lo que menos quería la australiana era herir los sentimientos de su mejor amiga en una situación tan delicada como en la que estaba; el paro.

Beca frunció el ceño y esperó pacientemente a que su amiga terminase de leer el anuncio de trabajo que le había mostrado porque para ella, era realmente bueno. No tan bueno como trabajar en una discográfica, por supuesto. Pero por algo se empezaba.

—"Se busca locutora de radio para una emisora nocturna...— comenzó a leer Amy en voz alta con el ceño lo suficientemente fruncido como para que Beca se percatase de que había algo que no iba como tenía que ir, lo que la obligó a centrar su mirada también en el anuncio para releerlo de nuevo por si se le había escapado algún detalle. —...con ingenio para sobrellevar cualquier tipo de situaciones compartidas con los oyentes".

Beca apartó entonces la mirada de la pantalla de su portátil y asintió, conforme. Era un buen anuncio. Ella nunca había trabajado en la radio, no formalmente, pero había hecho prácticas en la emisora universitaria durante su primer año y lo cierto era que le había ido bastante bien. Quizás no se encargaría de poner música o mostrar sus mixes a los oyentes, pero hasta ahora, con todos los anuncios de empleo que había leído, era el que más le interesaba porque por algún lado tenía que empezar.

La australiana miró a su mejor amiga dubitativa, pero al ver la seguridad de la morena respecto al anuncio, continuó leyendo.

—"Sin pudor para enfrentarse a conversaciones íntimas y lo suficientemente preparada para seguir el rimo que el oyente desee marcar"— culminó la australiana al leer la última frase del anuncio.

Volvió a mirar a Beca, y Beca, con la misma seguridad que antes en su mirada, asintió, conforme con lo que había leído su mejor amiga.

Amy se recolocó en el sofá, apoyó los brazos sobre el reposacabezas de éste y sin poder controlarlo más, se echó a reír. La mirada fulminante de Beca se mezcló con su confusión ante la reacción de la australiana y cansada porque se había tirado toda la tarde leyendo anuncios de trabajo, cerró la pantalla de su portátil de golpe y lo dejó sobre la mesita de cristal que tenía en frente.

—¿Me puedes explicar qué tiene de malo este anuncio?— preguntó Beca, que dejó caer su cabeza hacía la parte trasera del sofá a medida que se acariciaba las sienes con paciencia.

—Es muy cincuenta sombras de grey— respondió la australiana como si fuese lo más obvio del mundo, lo que provocó que Beca se reincorporase inmediatamente del sofá para mirar a su amiga a los ojos sorprendida por su comentario. —¿Qué? — Amy alzó los brazos exageradamente, como si la Dj le estuviese apuntando con una pistola. —¿Has leído el mismo anuncio que yo?

—Sí— gruñó — Y para nada tiene que ver con...

—Corta el rollo, santurrona — le dijo la australiana antes de que ésta pudiese acabar la frase. —Vale que desde lo de Jesse no has echado un polvo y que quizás estés algo perdida con eso del sexo...— justo cuando Beca había entreabierto la boca para rebatir, Amy le hizo una señal con la mirada para que guardarse silencio porque iba a continuar la frase. —...pero créeme, pequeño Hobbit, ese trabajo no es para ti.