El concurso estaba a punto de llevarse a cabo, las personas ahí reunidas conversaban y bebían mientras daba inicio la competencia que tanto habían estado esperando por todo un año entero. Paul se encontraba entre los asistentes, pues su buen amigo tocaría esa misma noche.
Entre los murmullos de la gente pudo escuchar que hablan de una agrupación única, que hacía música muy distinta y que aspiraban a mucho. El joven Paul concluyó, después de haber escuchado por más de media hora, que se trataba de su amigo y de su idea de revolucionaria.
Entonces sucedió, después de varias bandas, salieron al escenario su amigo y varios conocidos. Paul quedó cautivado con la energía que los cuatro proyectaban. La gente al igual que él, aplaudía y gritaba. La voz del joven al micrófono penetraba cada fibra de la lechosa piel Landers.
Desde atrás, su amigo Schneider le sonreía y este le devolvía sonrisa ¡Qué alegre se sentía al ver que su idea les estaba gustado tanto a la audiencia!
Al terminar, la gente vuelta loca gritó el nombre de aquella agrupación. Y después de varios minutos de deliberación, resultaron ganadores, tendrían una sesión en un estudio profesional. Paul de inmediato fue a felicitar a su amigo pues, una vez más se había tragado sus palabras.
— ¡Schneider! ¡Eso estuvo genial! — exclamó Landers al acercarse a ellos. Abrazó al rizado y entre risas este asintió.
— ¡Y tú qué no querías creer! — Colocó sus manos en la cadera y negó. — La verdad es que no lo hubiéramos conseguido sí ellos no hubieran hecho las letras y los arreglos. — la mirada del rizado se centró en dos jóvenes que hablaban y bebían junto a una mesa. —
— ¿El robusto no es... — Schneider asintió. — ¿Crees que quieran darme una oportunidad? — Preguntó sin dejar de verlos. Le causaba curiosidad que la persona a un lado de Till le parecía familiar. — Él, creo conocerlo...
— Nada pierdes en ir y pedirlo. Con tu carisma seguro aceptan. — dijo Christoph en tono de burla. — Paul se dió un golpe en su hombro mientras mostraba su blanca dentadura.
— No todo en la vida es mi carisma, Schneider. Tengo otros talentos. — él le giñó el ojo al mismo tiempo que se alejaba para ir con los susodichos.
— ¿Cómo nos vamos a trasladar? No tenemos ni un vehículo o algo para irnos. — preguntó con preocupación Richard con una cerveza en sus manos.
— Ya te dije que a dónde esté yo nada es imposible. — Acotó Till con una sonrisa en los labios. Al ver a Paul acercarse alzó la mano en forma de saludo. — Paulchen! Paullie! Mi buen! ¿Qué te trae por acá? — Preguntó con extraña alegría el robusto. Paul adjudicaría eso al alcohol, puesto que él no se caracterizaba del todo de ser risueño. Landers aún extrañado sonrió tratando de seguir su risueño comportamiento.
— Bueno... ¿Por donde empezar? — Soltó una risilla nerviosa pues él siempre había sido alguien que no le gustaba pedir ni decretar, le gustaba ganarse la cosas con demostrarlo.
— Por el principio. — La mirada azul de Paul se cruzó con la del otro chico, al costado de Till. Este sonrió como si su frase hubiese sido graciosa para todos pero al ver que no fue así, desvaneció dicha sonrisa mientras tomaba de su cerveza.
— Me gustaría audicionar para estar dentro. La verdad es que no quise hacerle caso a Christoph sobre esta banda única. — Agregó Landers unas comillas imaginarias en el aire. — Pero una vez más que trago mis palabras, así que ¿Qué dicen? — Sonrío un tanto nervioso Paul ante el silencio de ambos.
— ¿Tienes como moverte? ¿Algún vehículo? — Preguntó Lindemann viendo a través de sus ojos.
— Si, tengo u... — Paul fue abruptamente interrumpido por el joven, cuyo nombre no sabía.
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Feuer Und Wasser
FanfictionEl destino es tan grande y tan pequeño este mundo. En la Alemania separada por concreto yacían los sueños de seis, hasta ese entonces, desconocidos chicos que, en 1989 sus destinos cambiarían por un par de contrarios.