Enamorándome de ti

Capítulo II

Me sentía molesto, ese estúpido hombre ¿Quién se creía? Eso era lo que pensaba estando yo de pie en la parada del Colectivo, en compañía de Saga, Kanon y ese hombre..... ese hombre de nombre Aldebaran. 

-¿Tomas siempre esta parada?-pregunto Aldebaran sonriendo arrogante, no quería admitirlo, pero me sentía avergonzado, de seguro ese sujeto pensaba que yo gusta de él, y no era así, yo solo había hecho una observación, nada más que eso.

-¡Saga! ¡Te sorprenderás cuando conozcas al novio de mi primo!-sabía que era de mala educación ignorar a las personas, pero en ese momento no me había importado, la vergüenza que sentía no me permitía hablar con Aldebaran, aunque tampoco me permitía su actitud arrogante. Saga me sonrió sabiendo lo que yo estaba haciendo, miro de reojo por un momento a Aldebaran quien se encontraba tras mis espaldas.

-Ya es bastante sorprendente saber que uno de tus primos tienen novio-dijo Saga y yo estaba de acuerdo.  Pues mis primos eran unos fiesteros y a ninguno de ellos les gustaba las ataduras.

-¡Tanto te gusto que te da vergüenza hablarme!-sentí mi rostro arder de vergüenza pero volví a ignorarle, deseaba que el colectivo viniera en este mismo instante. Kanon había dejado escapar una carcajada burlesca mientras decía entre risas.

-¡Ten cuidado amigo! ¡Lo conozco desde hace tres años y no es una presa fácil!-en ese momento deseé con todas mis fuerzas descuartizar a Kanon.

-¡Kanon!-le regaño Saga con una mirada asesina pero este ni se inmuto, seguía riéndose pero ahora sus risas eran acompañadas por las risas de Aldebaran.

Agradecí a todos los dioses habidos y por haber cuando vi como a la distancia el colectivo que me llevaría a mi casa se acercaba. Hice un ademán para que el colectivo se detuviera y cuando lo hizo, yo me había apresurado a entrar, Saga había entrado después de despedirse de su hermano. Mientras le pagaba al Colectivero escucho las palabras dirigidas a él por parte de Aldebaran.

-¡Aunque seas presa fácil lograre conquistarte!-

Y  por primera vez voltee a verle, claro que la forma en la que vi fue con molestia.