La lluvia y las sirenas resuenan sobre las calles de Texas se habían encontrado un cuerpo dentro de una bolsa. Los informes forenses revelan que fue Estefanía Victoria Rodrígues que al parecer fue asesinada después de una violación confirman los análisis; marcas en su cuello dictan que fue estrangulada para luego terminar en una bolsa de basura. Un detective interesado en el caso comienza a investigar la escena del crimen, analizó el suelo y encontró una pequeña mancha de sangre seca, quizás la lluvia había hecho su trabajo haciendo desaparecer el resto. Miró el contenedor de basura y tras un rato observando y escarvando encontró un celular. Tras notar que estaba descargado se dispuso a cargarlo. Cuando por fin llegó al menos 10% encendio el dispositivo, revisa los contactos y llamadas recientes.
Las últimas llamadas fueron de su novio, su padre y su amiga, por lo cual se dispuso a interrogar a los sospechosos. Primero a su novio Billi Fernández, el charló una hora antes de su muerte.
-Dime Billi ¿qué me puedes decir de la muerte de tu novia?
-Ella me llamó con un poco dd furia y tristeza al parecer tuvo una pequeña disputa con su mejor amigo por un asunto el cual nose si por su cansancio o algún otro motivo no me lo dijo.
-Bien entonces, ¿tienes idea de quien pudo haberla matado?
-Pienso que fue un violador, ya que ella salía de su trabajo a altas horas de la noche.Por favor resuelva esto y haga que arresten al desgraciado que la asesino.
-Eso intentaré, joven.
Su interrogatorio lo llevo con algunas dudas y sospechas encima, pero era hora de sacar conclusiones, era tiempo de continuar.
Se dirigió a la residencia Rodrígues era bastante bonita a simple vista pero por dentro estaba sucia seguramente por la depresión de perder a su hija. Me dispuse a hablar con su padre.
-Señor ¿qué más sabe sobre el asesinato de su hija?
-Si le soy sincero no sé absolutamente nada de lo que ocurrió.
-Y usted señora ¿sabe quien pudo haber matado a su hija?
-Yo pienso que fue su novio nunca me dio buena espina ese chico o más bien asesino.
-Esta bien, lo tendré en cuenta para la investigación.
Sin pistas útiles de parte de los padres de la fallecida. Fue directo a su último recurso: la amiga de la chica.
Llegó a los barrios bajos donde la droga y la delincuencia abunda, era tétrico y daba un aire a muerte, caminó hasta llegar a la casa de la susodicha.
Al parecer ella tenía problemas con las drogas ya que a simple vista se notaban las marcas de las agujas, ojeras y moretones pudo ser por un forcejeo o algo por el estilo; me dispuse a entrevistarla sobre el fallecimiento de su amiga.
-Ho...hola señor.
Se notaba nerviosa, pudo ser que acabará de drogarse.
-¿Señorita qué sabe sobre el asesinato de su amiga?
-No, no se nada señor.
-¿Podría decirme quién pudo haber sido?
-¡¡¡NO LO SÉ!!!
Le cerró la puerta en la cara al detective lo que lo dejó desconcertado ¿quien era?¿tenía un complice?
Se sintió como si cayera por un pozo sin fondo del que no podría salir aunque quisiera. Pero hay algo de luz, recordó que el novio mencionó una disputa con su amigo una hora antes del asesinato. Tomó su auto a toda prisa hacia la casa de los padres de la chica, corrió a la entrada y tocó la puerta.
-Sr ¿sabe donde vive el amigo de su hija?
-Claro, calle 405 de Tombstone.
-Muchas gracias, iré inmediatamente.
Fue con el auto hasta llegar a la casa del joven, tocó la puerta y estaba el mejor amigo de la fallecida.
-Joven ¿sabe algo de la muerte de su amiga?
-¿esa perra?; JA, ¡NO ME JODAS! A esa maldita no la puedo llamar amiga, me declare ante ella y me rechazo.
-Usted sabe que tenía novio ¿verdad?
-No, no lo sabía y ahora si es tan amable ¿Puede retirarse?
Al irse mientras cerraba la puerta divisó una cuerda pero fue tan fugaz que no podía dilucidar si lo que vio fue real o fruto de su cansancio. Llamó a la policía para que registrarán el hogar del muchacho y efectivamente había una cuerda algo gastada.
Lo llevaron detenido para un interrogatorio más profesional y su confecion fue la siguiente:
Su amiga y yo estábamos enfadados con Estefanía, yo por rechazarme y ella por celos así que planeamos deshacernos de ella para siempre. La citamos para ir a un lugar remoto por una compra en Internet y cuando estuvo en el sitio la golpeamos dejándola inconsciente. Se veía tan angelical tanto que le dije a mi cómplice que se fuera un tiempo y en ese momento de soledad la hice mía... fue tan hermoso que hasta quería llorar. Cuando llegó la otra, la estrangulo con la cuerda y para que no tenga tanto olor la metimos en la bolsa para dejarla en ese lugar.
Cuando Milagros Funes y Benjamin Correa terminaron de confesar fueron llevados tras las rejas con 20 años por homicidio voluntario.
AUTOR: Agustín Menchaca (El rey de los patos)