¿Amor de Internado? ¡JAMAS!

Capítulo 4

—¡LARGO!— Gritó Wolf.

Los tres salimos de la oficina de la paza con la cabeza agachada.

—Fue tu culpa— Le dijo Tyler a Mathew.

—¿Mi culpa? Fue tu hermana la que empezó una pelea— Se defendió Mathew.

—¡La castaña empezó!— Discutí.

Mathew y yo nos mirábamos con el ceño fruncido, si él estaba enojado yo lo estaba aún más.

—Ruth, no es buena idea pelear de nuevo— Dijo Tyler agarrando mi brazo.

—¡Hey Ruth! ¿Que pasó?— Preguntó Sav acercandose con Sam a su lado.

—Castigo— Dije seca soltándome del agarre de Tyler.

Empecé a caminar a mi primer clase, biología.

Caminé por los largos pasillos blancos del edificio en busca del salón de biología.

Giré a la izquierda chocando con alguien.

Levanté la vista, era una chica más alta que yo.

—Perdón— Dijo la chica siguiendo su camino.

—No importa...— Respondí aunque sabia que no me escuchaba.

Seguí caminando hasta que encontré a uno de mis primos.

—¿No deberías estar en clases?— Le pregunté a Connor haciéndolo sobresaltar. 

Se giró lentamente hasta quedar frente a frente conmigo.

—Creo que tú también deberías estar en clases— Respondió sonriendo, puse los ojos en blanco.

—No encuentro mi salón— Respondí cruzando mis brazos sobre mi pecho. 

—No me sorprende, con tu pesimo sentido de la orientación era de esperarse— Dijo Connor sin borrar la sonrisa de su rostro.

—Idiota— Dije dándome la vuelta para seguir mi camino en busca del salón de biología. 

En menos de un minuto Connor se encontraba a mi lado.

—¿A donde tienes que ir? — Preguntó caminando a mi lado.

Lo miré de reojo.

—Al salón de biología— Respondí desviando la mirada al frente.

—Está del otro lado— Dijo divertido. 

Me detuve en seco y golpeé mi frente con la palma de mi mano.

—¿Te llevo?— Preguntó con una falsa sonrisa.

—Por favor— Respondí resignada. 

Me tomó de la mano llevándome en dirección contraria a la que iba.

Avanzamos unos 2 metros.

—Aquí es— Dijo con una sonrisa burlona.

Creo que me empezó a dar un TIC en el ojo.

—¿Me estás diciendo que estaba a dos metros o menos de mi y no me di cuenta?— Pregunté con falsa tranquilidad en un intento de calmarme.

—Ajá— Respondió y se fue.

Respire hondo y di tres golpes en la puerta.

La puerta se abrió frente a mi por una porrista pelirroja que me dedicó una leve sonrisa.

—¿Qué se te ofrece?— Preguntó amable con una sonrisa.

La miré en silencio unos segundos, no podía creer que las porristas fueran amables conmigo, en wattpad leí que siempre son malas.