3. Cumplimiento de Condena.

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-Que libros raros tienes, tia

-Raros? que dices, es lectura común.- me lanso una mirada de sesacuerdo.

-Unos de tus libros, me tiene como protagonista... pero lo malo es que... esta lleno de fantacia y cosas increibles. Es casi dramatico en sierto sentido.-dije, urgando en mi cereal.

-Mis libros son todos reales y bien creibles. Son de autoayuda, guias comerciales y manuales, asi que dudo que tu seas protagonista de alguno de ellos.- dijo, quitando de la mesa el florero- ademas no me gusta que comas solo, podrias haber esperado a tu hermano para desayunar.

- Esta durmiendo y dudo que se levante, en los proximos días- apunte al calendario en la pared con la cuchara y mi tia emitio un ruidito casi como un suspiro.- Manuales? no me referia a esos, a los del estante, junto a la ventana.

-Ah, esos eran de george. Nunca los leí.- la tristeza se le alojo en los ojos, con intencion de quedarse.

Mi tio George, su marido murio a principios de año, los primeros dias del verano. Tenia 33 años, muy joven. Dijeron que su corazon solo se paro de la nada y se volvio rigido. Mi tia quedo devastada, bueno esta devastada. Es primera vez que la veo tan afectada despues de meses de fingida superación.

-Bueno, yo... lo siento tia, no sabia que le pertenecian.- quise salir corriendo.

-No te preocupes... - se arreglo la blusa se estiro los rulos y me lanso una sonrisa forzada.- Que libro dices? el que leiste me refiero.

- Ah, claro. El Negro, Misterio- dije, y recorde el juramento, algo se me contrajo en el estomago... mi nombre en la primera pagina.

- Manifesto, volumen 3: MISTERIO - dijo mirandome con curiosidad.

- Ese mismo

- Vaya, George no soltaba ese libro. simplemente dormia con el. Era paranoico!

-Bueno, un libro de fantacias y juramentos locos, no pense que le gustaba ese tipo de lectura.

- No le gustaba, hablaba de que el libro era real y le hablaba. Fue cuando decidimos que era mejor que viera a un psiquiatra.

La mire aturdido<el libro le hablaba?> imposible.

- Estubo de acuerdo?... con el psiquiatra.

- Puf! claro que no.

No me dio la oportunidad de contestarle, se dio media vuelta y desaparecio en la cocina. Mis cereales ya estaban cebosos y verlos me probocaron nauseas, asi que los deje. Me dirigi a la escalera pero, senti el impulso de ver otra vez el libro.

Urge en el estante registrando los libros... pero nada el libro no estaba.

- Tia! tomaste tu el libro??.- grite.

-Qué?..

Corri a la cocina, con un panico recorriendo mi cuerpo.

- El libro... lo tomaste?... no esta.- mi voz temblo.

- Claro que no.

-estas...

- Nisiquiera me eh hacercado al estante. Ire de compras al centro. Vienes?

-Yo prefiero quedarme si no te molesta.

- ven conmigo, no te arrepentiras. Hay una biblioteca junto a una cafeteria, muy cerca del supermercado.- me dijo emocionada, ladeando la cabeza.

- oh, Perfecto.- dije, imitando su emocion.

No quiero salir de la casa. siempre se empeñan en hacer todo lo contrario que quiero. No es justo!, almenos anton no quiso venir.

Llegamos al centro y me dirigi a la biblioteca lo mas rapido que pude... al llegar un gran cartel de cerrado estaba en la puerta principal.<podria mi suerte empeorar?> me dije con ira. la cafeteria de junto estaba a bierta.<tal vez ellos sepan el horario de la biblioteca... podria venir mñn>.

Ya dentro el lugar era oscuro, impresionantemente acogedor. Atravese el pasillo y me hacerque al mostrador, detras de este estaba una chica de espaldas, con papeles en las manos.

<sera que no me escucho entrar o solo me ignora?> Mire fijamente su pelo negro y muy largo, me distraje y fije la mirada en un cuadro que estaba por ensima de ella, muy bello, casi poetico, un bosque oscuro y las hojas caidas en un paisaje nocturno sin estrelllas, con la sola luz de luna llena en el centro; con cuervos a su alrededor, como si la protegieran... como angeles guardianes. Como angeles oscuros!! como en el libro! <Estas paranoico, adam. No tiene nada que ver con el libro. Aunque los angeles no tienen relación con los cuervos... créo>. fuertes graznidos se oyen, ensordecedores...hacen que me duela la cabeza!

- Basta! callense... estupidos pajaros!!- grite, tapandome los oidos, para aislar el ruido.

Unos ojos negros, me sobresaltaron que me miraban fijamente, al mismo tiempo una mano toco mi hombro, me volvi con un sabor metalico en mi boca y la garganta seca, un poco aturdido...

- Estas bien? -  un chico de mi edad estaba junto a mi, con expresion de desconcierto. Llevaba el pelo castaño claro y revuelto, con sombras en los ojos con indicios de no haber dormido en días. -Yo... lo siento, no pense que...- las palabras no salieron, por que de hecho no tenia nada que decir.

- Amigo, discutias con los pajaros? - lanso una carcajada aguda- lo gracioso es que... aqui no hay pajaros. o los hay y no los veo... - su rostro se torno serio y me contemplo con recelo.

- Dejalo... ve a comportarte como un idiota a otro lado quieres.

Me volvi y ella le hacia una mueca para que se fuera, sin decir nada atraveso el pasillo y salio por la puerta en total silencio. Ella aun me miraba con rostro inespresibo, con sus ojos grandes y negros expectantes.

- Perdon, pero te conosco?- senti una punzada cuando me hablo su voz era tan sombria que me recorrio un escalosfrio hasta la nuca, como cuando estube en el bosque y despues con el libro. Tome aire desesperado.

- No lo creo, llegue ayer- dije, botando el aire ruidosamente.

- Entonces eres nuevo... bueno, acompañame.- me iso una seña de manos para que la siguera. Al costado derecho habia una puerta, por la que atravesamos, que nos diriguia a la parte superior del café por unas escaleras viejas, ella caminaba unos pocos escalones por delante de mi sin voltear para mirarme, es delgada y pequeña pero impresionantemente imponente. Se detuvo se improviso y casi choque con ella, pude sentir su aroma a javon, madera?...pino... a bosque, ella tenia el olor a bosque, coincidencia?<Lo dudo>. Se voltio y me dio una mirada de hito en hito, soy mas alto que ella, pero aun asi no parecia intimidada.<claro que no la intimidas, idiota, eres un caramelo> Miro al frente y sigio caminendo por un pasillo. Atraveso un humbral de madera negra, como una especie de separador de ambientes y se volvio a mirarme, casi como si me retara a pasar por ella, camino unos pasos en reversa y se apollo en la pared. Mas alla estaba todo negro, sin luz alguna. dude en si hacercarme a ella y atravesar el separador, alomejor era una advertencia, nosé. Se me vino a la mente una frase del libro negro, "se te seran revelados los secretos de los mundos, piensa en ti como un bahúl..."< o era algo a si> de todos modos no podia solamente salir corriendo en sentido contrario, verdad?. Camine, fingiendo seguridad y me detuve en el humbral un segundo y avance a la chica sin mirarla a ella en si. Una fuerza se apodero de mi y senti unas manos que me tocaban las espaldas, ahi en mis homoplatos tiraban de algo... no, me sujetaban de algo, miedo y dolor punzaron en mi estomago. Alce la mirada a la chica que estaba iluminada con una luz palida, y en cuanto nuestras miradas se cruzaron el dolor y el miedo se desvanecieron. Me levante del piso. Estaba hecho un ovillo en el suelo sin darme cuenta, me ergí lo más que pude y la mire expectante. Me devolvio la mirada y una sonrisa se le asomo en los labios, casi imperceptible, una pequeña curva. Y así me di cuenta que estaba en un lugar totalmente diferente.

Como un CuervoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora