Capítulo uno

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  -¡Oye hermano, has llegado bastante desganado!-se le reía el mejor amigo del hombre que llegaba a trabajar-¡¡Te ves más muerto que el amargado de acá en frente!!-se rieron ambos esta vez a carcajadas.
  -Tampoco tanto idiota, nadie le gana a ese...¡Cómo me vas a comparar con él, que todos los días está con esa cara de velorio!
  No paraban de reír, la verdad es que esa fama tenía George: la del malhumorado,aburrido, taciturno.Él sabía que todos hablaban así de él y algunos hasta tenían miedo de hablarle...pero esa cara, escondía una magnífica persona que un día se escondió en lo más profundo de su ser.
  -¿De qué se ríen ustedes? Tendrían que estar trabajando, vamos- ordenó el jefe de estos dos.
  Trabajaban los tres en una zapatería en frente de la gran distribuidora Am.Sun, donde trabajaba el buen señor Armand Quick, un educado y modesto comerciante que cuidaba a sus ayudantes como si fueran sus hijos, sobre todo a George, que era uno de sus fieles ayudantes.
  -¡¡Miren quien viene ahí!!-Dijo el zapatero que anteriormente se estaba burlando de George.Justamente ahora lo estaba señalando disimuladamente sabiendo que el otro llegaba a trabajar a la distribuidora.
  -¿Tú que dices?¿Vino más contento que ayer?-le preguntó a su mejor amigo.
  -¿Y tú qué opinas? Hoy tratará mal a más de veinte clientes o a más de treinta?-lo desafió el otro.
  Ellos todos los días apostaban cualquier cosa o desafío al que pierda de los dos, en esas preguntas.Más que trabajar a cada rato observaban los gestos serios, enojados y los movimientos de los labios de George imaginándose qué insultos decía.
-¿Por qué no antes de fijarse en la vida de ese pobre hombre se preocupan por que les suba el sueldo?-les preguntó el jefe al notarlos otra vez desconsentrados.
  -Es que es tan divertido observar al hombre más aburrido del mundo-dijo uno de los zapateros atacado de la risa.
  Se reían tan exageradamente y horrible estos dos que el jefe se quedaba sordo de tan horrible ruido.
  -Ojalá ustedes cuando se enamoren de una sóla mujer que no les lleve ni el menor apunte lloren como dos estúpidos maricones.George se enamoró de una pésima persona y sólo lo enfrenta con el enojo...no llora para que no se le burlen aún más de lo que lo hacen.¿Eso les parece divertido? Ese hombre jamás logrará enamorarse otra vez...
  Los dejó medio pensativos a los dos zapateros risueños.

  Mientras tanto, en frente, el clima era totalmente igual, sólamente que esta vez nadie se le burlaba de George en frente de su cara, pero sí hablaban de cosas que él detestaba.
  Y encima uno de ellos estaba llorando sin parar porque la novia se estaba comportando extraña con él.
  -¡¡Me está engañando con otro!!-decía gritando entre lágrimas, abrazando a su otro amigo para que lo consuele.
  -Ya va a pasar, ya va a pasar.Ella se arrepentirá.No te merece.
  -¿En serio?
  -Claro.Olvídala hermano.
  -Pero, pero yo la amo, la amo más que a nada.
  Y volvió a estallar en sollozos, no quería parar de llorar.
George, que era el único que se encargaba de acomodar los pedidos que traían los camioneros, de reponerlos y de atender a la poca gente que venía debido al esceso del calor; ya estaba harto de escuchar a estos que además no lo ayudaban en nada.
  Insultó en sus adentros, suspiró millones y millones de veces y también los fulminó con la mirada sin que se dieran cuenta.Hasta que llegó al punto de que escucharan sus insultos, sus suspiros y vieran su tenebrosa cara.
  Pero eso no fue aún el límite, el límite fue cuando cuando les revoloteó un pack de latas cerveza y les gritó ya enojadísimo :
  -¡¡Agotaron mi paciencia par de maricas!!Dejénse de lagrimiar y ponganse a trabajar si no quieren que los golpee donde les duela.
  -¡Pará loco!¿No ves que está sufriendo?-le dijo enojado el consolador, mientras el otro seguía llorando.
  -¡Me importa un pepino!¡Todos tenemos problemas!No llorés por alguien que no te ama, ella ya te está olvidando y vos seguís acá llorando por ella.No lo vale idiota-Y golpeó la vitrina con toda su fuerza.
  Esta vez el llorón se paró y lo empujó.
  -¡No compares mi situación con la tuya.A vos como te va a querer alguien con lo aburridísimo que eres!-
  -No sabes lo que dices idiota- respondió George con un tono más bajo.
  -No eres quien para aconsejarme, si haces lo mismo.Te crees que por no llorar eres fuerte...pero eres más débil que yo.
  Y con esto ambos quedaron
en silencio hasta que a la distribuidora entró la novia del que estaba llorando.
  -¡Liane!-dijo él sorprendido.
  -¡Nick!-dijo ella acercándose a él y tomando sus manos.
  Luego ambos dijeron al mismo tiempo.
  -Te amo.
  Y se comenzaron a besar apasionadamente sin respetar la presencia de los otros dos.
  El amigo sonreía mientras George no soportaba estar frente a esta situación.
  Liane y Nick salieron a la calle y en frente de toda la gente del pueblo, Nick le pidió casamiento.Ella dijo que "sí", todos aplaudieron y todos felices.
  Escepto George, que se dirigió a su casa sin mirar a nadie e insultando a todas las personas felices.
  Esta vez ninguno de los dos zapateros ganó la apuesta, George esta vez se fue pensando en lo inservible que era el amor.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2018 ⏰

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